Noches LXIII: Gen. In. IV

30 2 0
                                    



De repente todo se hizo oscuro.

- ¿Qué ha pasado? –habló un guardia.

- Ahora Parker, camina 3 metros a la derecha y pasa pegado a la pared, no te verán. Ves a la puerta y ábrela.

- Espera –dijo otro guardia, de repente, cuando Hayden estaba pegado a la pared como Emma le había dicho, tan cerca suyo que notaba su calor –Creo que tengo una linterna por algún lugar...

- Rápido –le gritó Emma.

Hayden llegó a la puerta y escuchó como un cerrojo electrónico se abría, la abrió y entró dentro desesperado, cerrando la puerta tras él.

- Voy a restaurar la electricidad –dijo Ryu.

Hayden respiró tranquilo cogiendo todo el aire que pudo y procedió a dar acceso a Ryu y Emma, hasta que finalmente lo consiguieron y Hayden se dirigió al ascensor donde los tres respiraron aliviados de haber conseguido acceso al subterráneo.

Mientras bajaba, Emma y Ryu miraban a todo lo que habían conseguido acceso. Por otro lado, Shiina se había quedado dormida sobre Aaron, y él iba entrecerrando los ojos de vez en cuando, mirando un programa de televisión que apenas tenía volumen.

- Arriba –dijo casi gritando de repente Emma, haciendo que Aaron despertara del todo en un pequeño sobresalto, provocando que Shiina se cayera al otro lado del sofá.

- ¿Qué? –preguntó Hayden

- Hay dos guardias abajo del ascensor, en cuanto se abra miraran. Sube al puto techo.

Hayden suspiró y se agarró a la reja que separaba la luz, rezando para que no cayera. Por otro lado, Aaron se levantó y fue hacia la cocina para luego volver a la mesa, a sentarse frente a Emma mientras comía los restos de pizza. Ni Emma ni Ryu si quiera se dieron cuenta de que alguien se les había unido, pues estaban totalmente concentrados en lo que estaban haciendo.

El timbre del ascensor sonó finalmente, anunciando que ya había llegado a la planta, y haciendo que ambos guardias que lo custodiaban se sobresaltaran pues no esperaban ninguna visita al piso.

- Hay un mostrador con otro más adelante, espérate –habló Emma.

"Esperar a qué" Pensó Hayden, pero no habló por su bien pues ambos guardias miraban dentro del ascensor extrañados. Entonces, Ryu, apretó la tecla de cerrar las puertas desde su ordenador, y una vez hecho, Hayden se descolgó de piernas tras ellos pues estaban mirando el panel de botones aún más extrañados. Entonces dio una patada a uno en la cabeza dejándolo inconsciente al momento. El restante fue a dar parte de un intruso, pero Hayden fue más rápido al darle un puñetazo en la nariz, haciendo que retrocediera, y aprovechándolo para cogerle del cuello ahogándolo, haciéndole que soltara el walkie para intentar parar a Hayden.

Cuando Hayden notó que dejó de pelear lo soltó frente a su compañero, y, repeinándose su rubio tupé, le dio al botón de abrir puertas de nuevo. Fue entonces cuando el guardia del mostrador le prestó atención.

- No creo que tenga autorización para estar aquí, señor –le dijo el vigilante del mostrador.

Antes de contestar, Hayden paseó la mirada por ese corto pasillo el cual tan sólo contaba con dos puertas, que según Emma una era la que tenía la base de datos de la empresa, y la otra daba a un hueco de escalera.

- Sí, me la dieron hace poco –habló él, cambiando su expresión a una amigable, acercándose a él –mire, búsqueme –le dijo pasándole el mismo carnet falso de Ethan.

NOCHES: BansheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora