Capítulo 1

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Era domingo por la tarde, en la casa de los Min reinaba el silencio ya que solo estaban los dos hermanos. Yoongi se encontraba en su habitación preparando todo para su primer día de clase. Había oído que los profesores de esa universidad eran más estrictos que en Daegu y eso le echaba un poco para atrás, pero él no solía rendirse fácilmente. Iba a echarse una siesta para reponer fuerzas cuando su teléfono empezó a sonar insistentemente. Lo cogió rápidamente, su hermano estaba estudiando en la otra habitación y no quería molestarle.

-¡Ey, Yoongi! -saludó Hoseok -Estás en la ciudad ya, ¿no?

-Sí, llegué ayer.

-Genial, pues nos vemos en veinte minutos en la cafetería delante de la cancha de baloncesto.

Abrió la boca para replicar pero su amigo ya había colgado. No le quedó otra que vestirse e ir al sitio en el que solían jugar de pequeños. No es que no quisiese verle, era que sabía que Hoseok había cambiado con el tiempo aunque no se hubiesen visto en persona. Él mismo había cambiado, se había vuelto más tímido y cerrado a los demás, al contrario que Hoseok. Siempre habían sido ellos dos juntos y entendía que había tenido que hacer más amigos. Solo esperaba que no fuesen aquellos con los que no paraba de subir fotos a sus redes sociales, tan diferentes a él y que solo con mirar una foto ya le intimidaban. No tuvo tiempo de romperse más la cabeza porque en menos de lo que se esperaba ya estaba entrando en la cafetería y vio a Hoseok sentado en una mesa al fondo del local. Lo primero en lo que se fijó fue en que tenía el pelo rojo y alborotado. Llevaba una camiseta blanca con un dibujo azul un par de tallas más grande y unos pantalones vaqueros rotos por la rodilla, además de unas zapatillas de color rojo. Levantó la mirada y en cuanto le vio se levantó con una radiante sonrisa y se acercó a él.

-¡Cuánto tiempo! Sigues igual -le dio un abrazo fraternal y rápidamente se separó -Pero estás más delgado.

-Siempre he sido delgado, Hobi -se rió un poco, mientras iban a sentarse a la mesa -Ahora llevas el pelo rojo.

-Una apuesta -contestó él sin entrar mucho en detalle -Le he cogido el gusto. Cada semana puedes verme con un color distinto.

-Me lo imaginaba, siempre habías querido teñirte el pelo.

-Pues sí -sonríe y un camarero les trae sus cafés -Y tú qué, ¿vas a seguir con arquitectura?

-En principio sí, mis padres quieren que acabe la carrera.

-Entonces tienes suerte porque mi universidad está al lado de la tuya.

Siguieron hablando de cualquier cosa, como habían estado en contacto durante todos esos años estaban al tanto de la vida del otro. Nada más acabarse los cafés oyeron un tintineo que indicaba que la puerta de la cafetería se acababa de abrir. Yoongi estaba de cara a la puerta y pudo ver que era un chico pelinegro vestido de manera informal que parecía buscar a alguien, su cara le sonaba. Entonces sus miradas se cruzaron y él se acercó, Hoseok se dio la vuelta y al ver al chico le indicó que viniese. Al verlo más de cerca pudo reconocerle como Kim Seokjin, iba al mismo instituto que ellos pero era unos años más mayor.

-Hola. Tú eres Suga, ¿verdad? -preguntó Seokjin, a lo que el aludido asintió un poco sorprendido por el apodo. Hacía mucho que no lo escuchaba -Yo soy Seokjin, pero llámame Jin.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Hoseok antes de que Yoongi pudiera abrir siquiera la boca para contestar al pelinegro.

-¡Ah! Es verdad -dijo él, como si se hubiera olvidado -Hay una fiesta en casa de la pelo moco esta y Jimin quiere ir.

Mint [Min Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora