|Capitulo 18°|

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Después de un gran día de comida en el patio. Hoy estoy de buen humor para salir y estar con los chicos.

Creo que se quedaran acá un buen rato. O supongo que todas las vacaciones.

Me levanto de mi cama, me pongo mis pantuflas y salgo de mi habitación.

- Hola primita. - Andrés choca contra mi y sonrió.

- Hola, ¿qué haces despierto tan temprano?

- Costumbre, quizás. - sonrió. Bajamos las escaleras y vamos a la cocina. Creo que nadie se ha levantado así que me dispongo a hacer el desayuno.

- ¿Harás el desayuno?

- Nah, haré manualidades. - digo sarcasticamente.

- Entiendo, ¿te ayudo?

- Si quieres, saca los platos y el jugo.

Hago tostadas saco la mermelada, hago huevos para cada uno. Y hago tocino para un plato. Andrés me pasa los platos mientras voy sirviendo cada cosa. Estoy feliz con el resultado. En otro plato pongo frutas picadas y pongo una ración para cada uno.

- Vayamos a despertar los. - asiente y caminamos escaleras arriba.

Vamos primero a la habitación de Sebastián. Abro la puerta, caminamos silenciosamente hasta llegar a la orilla de su cama. Me aviento arriba de él.

- Despierta dormilón!!

- Ahh, Nathalia! - rió

- Ya esta el desayuno, vamos. Tengo que despertar a los demás. .

- Si despiertas así a los demás te aventaran de la cama.

- Vamos, anda. - se levanta quejándose de que es muy temprano y después le pregunta a Andrés que por que acepto y me siguió la corriente y él solo se encogió de hombres y sonrió. Sabemos que Andrés no es tan divertido como nosotros pero hace el intento para seguirnos los pasos y hacer travesuras con nosotros. Llegamos a la habitación de Lily y a ella la levantaré decentemente.

- Lily, vamos a desayunar, anda levantate. - ella se cubre con su sabana.

- 5 minutos más.

- No, anda, se va a enfriar la comida! - se levanta con su cabello todo alborotado y asiente. Se levanta de la cama y camina junto a nosotros sin saber que vamos a hacer.

Seguimos caminando a la habitación de Rubén, a él no sé como despertalo. Así que le digo a Sebas que lo haga por mi y sea solidario con su hermano. Toma una almohada de a lado de Rubén y la direcciona hacia él. Y de la nada le da un golpe en la cara.

- ¡Despierta, tienes que darme 10! - Rubén se espanta y brinca nos ve y rueda los ojos.

- ¿Qué diab..? ¡Dejen dormir!

- No podemos, hay desayuno abajo esperandonos. Levantate.

Lo hace de mala gana y nos ve a todos.

- ¿Los despertaron igual?

- En realidad nos despertó Nath y fue ruda conmigo y con Lily no. En esta ocasión me dejo a mi despertarte.

- ¿Y tenías que golpearme tan duro?

- Di que eres mi hermano.

Caminamos ya sin hacer tanto escándalo y despierto a todos los demás, Sebas despierta a Ramiro y después vamos todos a la cocina para que desayunen bien.
Les digo en donde sentarse pq cada uno tienen una manera diferente de comer y le soy el plato con tocino a Ramiro y a Lily el de el pan con nutella.
Yo desayuno lo mío .

- Lavara cada uno su plato. -informo.

- Bromeas.

- Nop, - empiezo a lavar el mió - usen el jabón bien y no quiero agua tirada en el piso.

- ¿A dónde vas?

- A mi habitación, haré parte de mi proyecto que me encargaron para el regreso a clases. Lo adelantaré y así tendré más días sin hacer nada.

- Nath, no puedes hacer tarea en vacaciones.

- Pero la haré. - rió - Dejen de estar mortificandose si la que estará en frente de un computador seré yo.

- Bueno, te avisamos cualquier cosa. - asiento y empiezo a subir a mi habitación.

Tengo que poner manos a la obra o terminaré haciendo este trabajo una semana antes de entrar y seré la personas mas apurada del universo. Y me estresare. Así esta mejor iniciarlo desde antes y terminarlo rápido y disfrutar mis vacaciones .

Mi teléfono suena cuando estoy a punto de poner mis dedos en el teclado.

- ¿En serio? ¿A quién se le ocurre?...

"MAMÁ❣"

Me quedo un rato mirando la pantalla y contestó.

-¿Hola?

- ¡Hija! ¿Cómo están?

- Super bien!, ¿por qué no lo estaríamos?

- ¿No han quemado nada? - pregunta.

- Claro que no, ni siquiera se acercan a la cocina. Y ayer hicieron carne asada.

- ¿Hicieron qué?

- Mamá, no te alteres. El jardín sigue igual de bonito, no quemaron nada tampoco. - sonrió.

- Oh, bueno, gracias a Dios. ¿Y tú hermano?

- Supongo que en su habitación.

- ¿Ustedes se hablan?

- Si - miento - mamá, no te preocupes por ello.

- Me preocupo por que son mis hijos.

- Y lo sé, pero tranquila.

Hablo un tiempo más con ella, la tranquilizó diciéndole que no vamos a quemar nada y que Ramiro y yo hablaremos. Es difícil. Pero supongo que debemos de hacerlo. Para pasar las vacaciones bien y disfrutarlas.

Supongo que es lo que mamá quiere y debo de hacerle caso. Odio que siempre tenga la razón.

Un amor de verdad. (2 Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora