Capítulo 20: Guerra

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Jack

Quedé anodadado con sus palabras que no dudé ni un segundo en estirar mi cuello para alcanzar la comisura de sus labios. Después de ello me acurruco en su pecho, inhalo su perfume adictivo y me quedo dormido.

La curva del alba que se nota a través de la cortina me sega por completo, me muevo para taparme los ojos y respirar con pereza, sus mientas se encuentran entrelazadas con las mías; vaya coincidencia de ayer.

"¿Que tanto miras?" me pregunta. Hasta hace un momento juré que estaba profundamente dormido "digo, me pones nervioso" creo que capto el mensaje, él ha pensado que lo he estado observando con deseo o he pensado cosas mientras miro su piel (cosa que no hay que descartar). Entonces me río.

"Tranquilo. La sábana te cubre" susurro mirando sus párpados cerrados y sus pestañas largas "a menos..." dudo en hacerlo pero me gusta ver la expresión de Finn cuando hago algo inesperado.

Mi mano repta por el colchón desnudo bajo las delgadas mantas que nos cubren, sé que estoy cerca y apresuro el paso encontrándome con mi objetivo. Levanto la vista y miro directo a sus ojos oscuros abiertos.

"Algo me decía que lo harías" entonces mis ánimos disminuyen.

Su sonrisa ladina aparece decorando su rostro perezoso lo que lo hace ver tierno, lo vieras por donde lo vieras, poseía un encanto inexplicable.

"Puede que sea verdad" mi frustración es vencida por mi ego y en un movimiento rápido me subo a horcajadas en su cintura y me apoyo en su torso para mantener el equilibrio.

"Debo admitir que me haz sorprendido pero dime ¿dónde has aprendido esto?" piensa mi respuesta mientras hago un leve movimiento de pelvis.

"Es un secreto" digo lo más excitante que puedo -o al menos eso intento- y el suave desliz se vuelve frenético. Algo duro crece bajo la tela y ya no me puedo contener porque mi cuerpo me pide más.

El sudor en mis palmas se hace presente y se resbalan en sus costillas, puedo sentir su palpitar rápido, no sé sí dar brincos sea bueno o quizá termine muy mal pero lo que estoy seguro es que lo tengo a mi merced. Recuerdo la noche de la cena dónde la última pizca de vergüenza (y virginidad) se fue por el caño. Cada vez que nos encontrábamos dentro de cuatro paredes nuestro instinto animal se enciende como si de gasolina y fuego se tratara.

"Jack ¡Si!" gime con los ojos cerrados y no me contengo, devoro su mentón rozando mis dientes.

"Prefiero que esos dientes muerdan otra cosa" musita los que parece un halago o una orden. Sus dientes atrapan con fuerza su labio inferir en un gesto inundado de placer. No tengo idea de cuánto aguantaré sin dejarme someter a sus caricias, sin embargo, siento que es tiempo que yo me divierta un poco.

...

"¿Vendras a la tarde?" le pregunto yendo al restaurante, les ha quedado en acompañarme a todos los lugares que sea posible con tal de protegerme.

"Si, tengo pensado en ir a un sitio donde no hay reglas" se recarga en la pared del restaurante mirándome coqueto.

Aparto la mirada en un instante.

"¿Se puede saber para qué?" imito su acción pero dándole un toque final, finjo dirigirme a sus labios pero termino susurrando "sólo es algo de curiosidad" me separo al ver que el dueño se baja del auto a pocos metros.

Me siento avergonzado ¿acaso nos ha visto actuar de manera perversa en un sitio público?

"Es secreto" repite mis palabras de hace unas horas.

Me guiña el ojo y se va repentinamente dejándome con el hombre que me dio trabajo, su mirada directa me hace sentir culpable.

"¿Es tu primo?" me pregunta a lo que yo doy una carcajada.

"No, es un chico que conocí hace poco, él trabajaba en un hotel" me acabo de dar cuenta de que tal vez di mucha información.

Él solo asintió seco con la cabeza, su mirada se clavo en el suelo y pude ver cómo apretaba sus puños.

"Bueno ¡A trabajar!" dice emocionado casi gritando.

Quedo tan impresionado que él vuelve a repetirlo acercándose a mi y para evitarlo tengo que tomar la mesa para no caer.

Sin duda esto da miedo.

Finn

Tenía que recuperar el tiempo perdido y para ello necesitaba invitarlo a salir, al menos a una segunda cita. Pero había olvidado que soy un desastre haciendo ese tipo de cosas ¿deberíamos ir a un zoológico?¿Ir a una cafetería? O quizá vayamos a un bar. Soy un fracaso.

«Tiene más sentimientos un roca» pienso caminando por la calle y pateo una lata.

Trato de hacer el esfuerzo por recordar alguna escena de una película romántica sin algún éxito, mientras cruzo la esquina para llegar al parque principal siento que me vigilan; unos ojos que e e siguen desde hace un buen tiempo.

"Disculpe ¿usted es Finn Wolfhard?" oigo a mis espaldas y compruebo que es una voz de hombre.

Asiento ligeramente y él me toma del hombro. Una corriente de miedo pasa por mi columna, siento que quiere robarme y automáticamente llevo una mano a mi bolsillo trasero para sujetar la billetera.

"Descuide, yo solo vengo a dar una información" me dice. Creo que puedo confiar en él.

"Entonces, prosiga" lo invito con un ademán.

"Aléjese del joven Jack Grazer" esas simples palabras me confunden y exijo una explicación "Yo le he dado el trabajo ayer, mucho gusto, Alexander" ahora entiendo porqué su rostro se me hacía similar.

"¿Que tiene que ver todo esto?" insisto.

"Jack, es mío, entienda por favor que usted es parte de su pasado" el mapa de mis pensamientos se han convertido en un nudo.

"¿Y eso que lo hace pensar?" digo con autoeficiencia.

"Sólo diré que tengo poder y le garantizo que el chico del que usted está enamorado lo olvidará y caerá a mis pies en menos de lo que usted espera" sin más se retira, dejándome con las palabras en la garganta y con las ganas inmensas de golpearlo.

Si él quiere guerra, guerra tendrá. Sólo tengo que evitar que eso lastime a Jack.


 Room Service; Fack [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora