a cada uno lo suyo

pies de plomo

-¡uno, dos, tres y cuatro!, ¡uno, dos, tres y cuatro!

-¡Esas manos más arriba o esta semana habrá recorte de salario!, no pueden aspirar a algo mejor si no pueden hacer bien unos simples calentamientos matutinos incluso.

-¡Uchiha les dije que esas manos las quiero arriba!, incluso cuando eres el peor de los presentes, no te dignas a esforzarte un poco.

*Tac tac tac tac tac*

Escucho las teclas a mi alrededor, el único sonido que resuena en mis oídos durante mis largas jornadas laborales. No hay el típico cotilleo de oficina, nunca las hay, nadie tiene tiempo para eso, nadie quiere quedarse mucho más tiempo del que ya pasamos aquí, excedemos incluso nuestras horas extras, nunca recibimos nada más que el pago básico de nuestro trabajo...

-Uchiha Sasuke, a mi oficina ahora mismo, tengo algo importante para ti el día de hoy.

¿algo importante para mí?, desde que ingrese a este lugar solamente había sido el asistente de todos.

-Hay una pequeña empresa que está solicitando nuestros servicios para realizar su propaganda, eres el único disponible por el momento, no me gustaría tener que distraer a los demás y mucho menos a la señorita Haruno, tienen proyectos más grandes e importantes en los cuales enfocarse.

Te enviaré por correo detalles del proyecto y quiero que tengas un avance para verificar mañana mismo, ahora vete a trabajar.

-sí, gracias por la oportunidad señor.

Vaya me hacían falta mis horas extras, mi jefe es un imbécil, pero aun si esto es así no puedo irme. Cuando me gradué esta fue la única empresa que estuvo dispuesta a contratarme, no tengo ningún lugar más al cual marcharme, tampoco puedo regresar a casa con mis padres, porque tenía que ser un miembro útil de esta sociedad.

.

Caminando a casa, daba pequeños pasos dirigiéndome a tomar el metro subterráneo, tenía los ojos entrecerrados, cansados ​​por la luz de las pantallas, los pies adoloridos. Estoy tan agotado, mi cuerpo pesa tanto, ¿Cuántas horas trabajé esta vez?, perdí ya la cuenta, lo único que quiero es dormir, dormir mucho, no me importaría si no volviese a sentir la luz del sol.

Mientras divagaba entre mis sentires, mi vista comenzó a perderse, sentía mi cuerpo aflojarse y tirar en dirección a las vías del metro.

-¡Uchiha, eres tú, es toda una sorpresa verte después de tanto tiempo!, soy Uzumaki, espero que te acuerdes

El tirón que me dio y su grito tan escandaloso consiguieron despabilarme, pero no del todo, los sucesos que ocurrieron en los escasos minutos anteriores me habían dejado un poco aturdido.

-Uzumaki, claro, si te recuerdo. Nos conocimos en...-era un pésimo mentiroso, claro que no lo recordaba pero se sabia mi nombre y se había acercado a mi con mucha confianza, no quería ofender a una persona que al parecer me conocía

-En la escuela primaria por supuesto

-Sí, eso mismo estaba pensando-claro que no lo estaba pensando, seguramente ya se habia dado cuenta de que era mentira

-pero tú no has cambiado en lo absoluto, te vez exactamente igual a cuando éramos niños, quizás tu cabello es lo único diferente. deberíamos ir a por unas cervezas y celebrar el reencuentro, ¡ah, esto es tan nostálgico!

De mi boca no salía sonido más que mis incoherentes balbuceos y sin esperar a que mi cerebro comenzara a trabajar como de costumbre, el tal Uzumaki comenzó a arrastrarme hasta la salida del metro y atravesamos callejuelas llenas de puestos de comida caliente, para personas que buscaban consuelo en un viernes frio.

Entramos a uno de los muchos establecimientos, el lugar era pequeño por dentro, es decir la altura del techo era bastante bajo, pero se sentía bastante cómodo y de buen ambiente.

Uzumaki parecía bastante familiar en el lugar porque lo escuché ordenar sin aun haber echado un vistazo al menú del establecimiento. Yo sintiéndome un poco perdido, me había quedado parado como tonto, sin saber qué hacer y sin recordar al tal Uzumaki

-Pero Uchiha, deberías sentarte o vas a cansarte, además no creo que quieras comer de pie, ¿Qué te gustaría ordenar?

-Estaría bien lo mismo que tú ya que pareces saber lo que haces, mientras tanto iré a los servicios y regreso inmediatamente.

Me escurrí entre las personas del lugar para llegar a los baños y marqué apresuradamente a uno de mis pocos contactos telefónicos

-Kenta, buenas noches, disculpa que te moleste tan tarde, sé que puede ser una pregunta rara y muy repentina, pero, ¿recuerdas a alguien de nombre Uzumaki en nuestra generación de escuela?

-Sasuke hola, esto es un milagro, no te preocupes por la hora, sabes que no me molestan tus llamadas. ¿tienes algún dato extra?

-fue durante la escuela primaria

-sí, lo recuerdo, se fue durante la mitad del curso, era un buen chico, si logro obtener información de él te la haré llegar

-eso seria bueno, gracias por tu ayuda y una vez mas me disculpo por molestarte

-en otro tema, ¿Cuándo nos reuniremos como en los viejos tiempos?

-quizá en otra ocasión, gracias por tu ayuda, seguimos en contacto, cuídate

Apresuradamente finalicé la llamada sin dejar que Kenta respondiera de vuelta, quedándome con la valiosa información de que efectivamente Uzumaki si había sido un compañero de clase, sabiendo ese dato pude regresar más tranquilo con mi improvisada compañía.

-por fin regresaste, casi salía a buscarte, tu ramen se está enfriando

-lo siento, había muchas personas y tuve que hacer fila, pero bueno quería preguntarte, ¿de verdad me reconociste por mi rostro, tan poco he cambiado desde niño?

-por supuesto, tus rasgos siguen siendo los mismos, pero deberías estar agradecido, siempre fuiste un niño bonito así que no veo ningún problema en eso

-que tonterías, nunca fui un niño bonito, incluso creo recordar que se rieron de mi más de alguna vez, ¿recuerdas a nuestro profesor favorito, el que nos organizaba juegos?

-¿Yamamura?

-Yamamoto

-¡siempre fue tan divertido!