Quiero que me dejen solo. Sin nadie, ni si quiera, con Vanessa. Que me dejen solo con mis pensamientos. Que me abandonen. Y, es que he visto la verdad. Sí, en efecto, es duro hacerse mayor. Y aún más duro, hacerse mayor, sin familia.
-Venga Tyler, no me vuelvas a asustar, te salvamos hace ya dos días. Pero, no dices ninguna palabra-me mira-Tyler, me asustas. Los médicos dicen que estas en pefecto estado. Que lo que te inyectamos fue una especie de... asteroides, pero especiales. Y que te dieron alergia. Pero, lo hice porque te quiero. ¿Ya estás contento?
Vanessa, te quiero, pero no puedo vivir asi... Sé que no me oyes, que no escuchas mis pensamientos, que nadie siente lo que yo siento en este vacío emocional. Y me muero por dentro. Es como un bicho deborándote los órganos lentamente y, con mucho dolor. Una experiencia horrible. Vanessa. Abandóname.
-Y lo hice, para que fueras un verdadero Jumper. Tyler, te quiero. No sé lo que estás pensado, pero lo que daría por leer tu pensamiento-se sienta encima mia-Ya sé lo que quieres. Quieres sexo. Del bueno. Pues aquí está. Tu deseo se va a cumplir.
Y me empieza a quitar la camiseta. Socorro. No quiero sexo. Vanessa, ahora no. Y me quita los pantalones, los calcetines. Ayuda. Y ella empieza a desnudarse. Poco a poco. Hasta quedarse en ropa interior. Se levanta y hecha el pestillo de la habitación. Se pone otra vez encima mia. Y nos cubrimos con una sábana. Socorro, que alguien me ayude. Socorro.
Pero los gritos solo se escuchan en mis pensamientos. Nadie puede venir a ayudarme. Quítate de encima Vanessa. Me voy a enfadar. Ayuda. Pero nada. Solo soy yo y mis pensamientos.
Y llegó el, o ella, lo que sea. Cobrizo.
Cae como un meteorito atravesando la ventana y cae encima de Vanessa, lo que hace que se caiga al suelo. Y la queme entera. Ella empieza a gritar, y a patalear por el suelo. Veo como el picaporte de la puerta se mueve, hay gente intentando entrar. Pero Vanessa ha hechado el pestillo. Ella sigue gritando y veo como se quema. Quiero ayudarla pero no puedo. Cobrizo, para. Pero nada. Sigue quemándola entera. Hasta que Vanessa se levanta, y se va al baño, donse escucho el ruido de el agua de la ducha, y ella gritando. Sale. Ya no está cobrizo. Pero ella tiene graves quemaduras. Me mira.
-Tyler. Vamos a terminar lo que habíamos empezado.- Y se quita una especie de traje de transapente que llevaba puesto- Mira Tyler. Esto es un traje ignífugo. Nunca me lo quito. Pero, no sé que sería eso.
Dios. Esta paranoica.
-Tyler, vamos a hacer el amor.
Que alguien me ayude. Porfavor.
Y Cobrizo vuelve. Tiene forma de la mujer que se acerco a mi cuando lo quemó todo. Cobrizo salta encima de ella, y la quema totalmente. Entonces esta vez grita mucho más fuerte.
Alguien consigue tirar la puerta de una patada. Y Cobrizo desaparece antes de que los demás lo vean.
Veo como ella sigue gritando. También veo como la sedan y también veo como la montan en una camilla. Apenas está quemada. Pero la va a dejar una gran marca en su vida. Nadie se mete conmigo. Y acciono. Parpadeo. Muevo lentamente los dedos mientras se la llevan. Muevo la punta de los dedos de los pies. Hasta que me siento. Los medicos solo me miran y me ponen mala cara. Sin embargo, noto que Vanessa sigue ahí. Viendo como recupero mi cuerpo y ella se destroza el suyo.
Pero mi cuerpo vuelve a fallar. Y me quedo otra vez en mi postura natural. Sin tener el más mínimo dominio de mi cuerpo.
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Dauntless
Teen FictionSupuestamente la guerra fué atroz. No se sabe porqué se originó, pero fue catastrófica. Vivimos en los Nuevos Estados Unidos, que es el país más habitado. Pero en una sociedad que teme a los de mi especie. Y si me descubren, me meterán en la batalla...