Keep Calm And Think Positive

CAPITULO 24

Día de la mudanza

Tyler: ¿Cuántas cosas piensas llevarte? –dijo mirando todas las cajas esparcidas por el recibidor-.

Emma: no son tantas

Tyler: -mirando una de las cajas- ¿enserio? Esta dice cocina, ¿Qué puedes necesitar de ahí que no allá en la casa?

Emma: -caminando hacia él- esa era la vajilla de mi madre y no pienso dejarla.

Tyler: si es lo que quieres.

Emma: si, eso quiero- observándolo- ¿te estas arrepintiendo?

Tyler: -tomándola de la cintura- no, ya te lo dije no voy a cambiar de opinión, quiero amanecer contigo, quiero cuidarte, y no lo haré si no me dejas

Emma: ¿sabes que te amo?

Tyler: tanto o más que yo a ti –dijo mientras ella sonríe- ¿necesitas algo más ya van a subir las cajas al camión?

Emma: -pensando- no, no creo.

3 horas después.

Emma: ¡listo! –dijo mientras se sentaba junto a él.

Tyler: ¡al fin!

Emma: óyeme, si tú no hiciste nada.

Tyler: ¿sabes lo agotador que es oírte, "quiero la mesa aquí, no mejor al fondo, no mejor en el otro salón"? o "¿este cuadro se ve bien aquí o en el pasillo?"

Emma: -riendo- bueno solo quiero que todo este perfecto.

Tyler: lo sé –riendo junto a ella. Tocaron la puerta- debe ser la pizza, ya vuelvo.

Emma: comamos arriba –dijo mientras se dirigía a la escalera- voy a cambiarme.

Tyler: bien, ya subo.

Más tarde en la habitación.

Emma: ¿estás seguro de esto?- dijo mientras se recostaba contra él en la cama-.

Tyler: -él la observo-.

Emma: no quiero que te sientas obligado.

Tyler: no hago esto porque me sienta responsable, lo hago porque te quiero a ti y al bebe que viene en camino –dijo acariciando su vientre- quiero pasar el resto de mi vida cuidando de ustedes y mi madre estará encantada en darte la bienvenida a la familia.

Emma: -dudando- ¿no crees que deberías pedírmelo primero?

Tyler: creí haberlo hecho, te presente a mi madre y le dije que iba a casarme contigo- dijo mientras se giraba y sacaba algo de la cómoda-.

Emma: -sorprendida-

Tyler: hare y dejare lo que sea mientras te cases conmigo- dijo mostrándole finalmente un anillo-.

Emma: - con lágrimas dijo- no me imagino a nadie capaz de ser un mejor marido y padre de nuestros hijos. Quiero casarme contigo. En serio.

Nuevamente, él la tomó en sus brazos y la besó hasta que ella no pudo respirar más. Luego levantó la cabeza y la miró a los ojos poniendo el anillo en su dedo.