Dynasty [EDITANDO]

41.

Mary camino hasta una de las terrazas del ala norte, tomo asiento en una pequeña banca que estaba junto al balcón y observo el horizonte suspirando de vez en cuando.

— ¿Por qué tan sola?— Escucho una voz familiar y sonrió al ver a su lado.

—A veces la reina necesita un tiempo a solas. —Sonrió y se corrió un poco permitiendo que él se sentara.

—Debería irme, entonces. —Bash sonrió sentandose a su lado.

—Para nada, te quedas aquí.

Mary abrazo su brazo y recosto su cabeza en su hombro, aspiró un poco su olor cerrando los ojos al sentirse relajada junto a él. Bash tomo su mano acariciando su dorso suavemente.

— ¿Qué te sucede, Mary?— Pregunto luego de estar un momento en silencio.

—Todo y nada. —Contesto con cierto tono melancólico.

— ¿Quieres hablar sobre eso?

Mary estaba por negarse pero le tenía tanta confianza a su acompañante, que las palabras salieron solas de su boca.

—No sé como debería sentirme respecto a la infidelidad de Francis. Sé que debería estar molesta, con el corazón roto y básicamente, destrozada, pero no siento eso. —Bash la escuchó atentamente.

—Entonces, ¿no sientes nada?— Ella negó con la cabeza—. Supongo que debería ser bueno. —Ella se volteó para encararlo al no entender su respuesta—. Me refiero a que, si no sientes nada es bueno ya que no sufrirás por él. No sientes nada por él, por eso no te afecta el enterarte que tiene una amante.

Mary pensó en esa posibilidad de no sentir nada por él, Bash tenía razón.

—Al decir que no lo amo, supongo que tienes razón. Hace mucho deje de sentir algo por él pero me negaba a aceptarlo.

—Por esa razón volviste con Louis, por esa razón no sientes nada ahora.

—Debería estar feliz, ¿verdad?

Bash asintió, de repente ella lo veía todo más claro ahora, pensó en cada uno de los momentos que paso junto a Francis, incluido el beso, y no sintió nada más que cariño. Cariño de amistad, cariño por todo lo que vivieron, pero nada más.

—Debí hablar contigo hace mucho tiempo. —Ambos sonrieron.

—No he estado por mucho tiempo aquí, así que no he podido darme cuenta acerca de los sucesos relevantes que han pasado. —Se encogió de hombros—. Pero gracias a los guardias me he puesto al día con todo.

—Los guardias lo ven todo pero disimulan muy bien. —Ambos rieron.

— ¿Qué harás ahora?— Pregunto Bash.

Ella se encogió de hombros—. No lo sé, intentar seguir reinando o volver a Escocia. Tengo que pensarlo.

— ¿Quisieras volver a Escocia?— Preguntó viéndola a los ojos.

—Eran los planes que teniamos con Francis, ahora, supongo, tendré que volver sola. —Hizo una mueca.

—Quizás, no tengas porque regresar tu sola. —Ella lo miro sin entender—. Yo podría volver contigo, si quisieras.

Ella abrió los ojos de sorpresa al escuchar su propuesta, no se le había ocurrido esa idea porque no consideraba que Bash quisiera acompañarla, ahora que se lo había ofrecido lo consideraba bastante.

— ¿Tú quisieras ir conmigo?— Pregunto con una pequeña sonrisa.

—Estaría honrado por acompañarte. —Acarició su mejilla.

Ella puso sumando sobre la de él, ambos se miraron a los ojos y sonrieron como si supieran lo que pensaba el otro.

—Es extraño... —Empezó a decir Mary—. Siento que esto es lo correcto.

—Yo siento lo mismo.

Fueron acercándose poco a poco hasta rozar se narices, ambos tenían los ojos casi cerrados y lo labios entre abiertos, como si esperaran que el otro diera el primer paso. Bash tomo la iniciativa sujetando su rostro con ambas manos y juntando sus labios en un suave beso, Mary correspondió sin dudar.

Francis observaba la escena sin interrumpir, extrañamente no sentía nada de celos o enojo contra Mary o su hermano, de cierta forma estaba feliz que ella encontrara a alguien que, él sabia, siempre la iba a proteger y a amar. Al igual que él encontró a Gin.

Se alejó con una pequeña sonrisa en su rostro, dejando atrás a la pareja que ignoraba que él los había visto. Estaban tan absortos en su momento que no notaron su presencia y él agradeció porque fuera así.

¡Mash para el pueblo!