• Demonio • Yuwin/Winil oneshot (ESP)

Capítulo único.

Taeil fue probablemente la persona que más ayudó a Sicheng cuando éste llegó a Corea como trainee sin saber una sola palabra del idioma.

Al principio la comunicación entre ambos se basaba en gestos y Taeil haciendo su mayor esfuerzo para leer el lenguaje corporal del chino. Y Después de algunos meses lograron establecer una agradable amistad.

Por otra parte estaba Yuta, quien entendía por completo la situación de Sicheng al ser extranjero e intentaba ayudarlo lo más posible.

Sicheng era un chico agradable, todos los miembros lo adoraban. Era dulce con todos, a pesar de a veces mostrarse un tanto distante.

Sicheng no podía evitar sentirse un poco intimidado cada vez que estaba a solas con Yuta, la imponente presencia del japonés lo ponía nervioso al punto de a veces no poder mirarlo a los ojos cuando éste intentaba aproximarse a hablarle o incluso tocarlo como parte del fanservice.

Yuta era extremadamente guapo, al punto de quitarle la respiración a Sicheng de vez en cuando. Sicheng a veces se quedaba viendo a Yuta en los ensayos sin darse cuenta, y cuando el mayor se percataba, simplemente le sonreía, dejando a sicheng con las mejillas rojas de vergüenza pero con una sonrisa de oreja a oreja (que al japonés le encantaba). 

Taeil era una llama constante y Sicheng no temía quemarse, era su hyung favorito, quien siempre ha estado dispuesto a ayudarle sin importar qué. Es quien sostiene su mano cada vez que despegan a un destino distinto, porque a pesar de que no lo quiera admitir, Sicheng le teme a los aviones. Taeil es lo único claro que tiene Sicheng en su vida.

Sicheng siente que en él no hay nada de especial además de su gran talento para el baile. Por eso le sorprende de sobremanera cuando un día, Yuta le confiesa sus sentimientos por él. 

Aquel día se habían quedado solos en el dormitorio ya que el resto de los miembros habían ido a visitar a su familia o simplemente a beber a un restaurante cercano (Johnny, Mark y Taeyong como era de esperarse). 

"Me gustas Sicheng, más que un colega, más que un compañero de cuarto y muchísimo más que un amigo, ¿sabes a lo que me refiero?".

Sicheng había quedado sin habla, se encontraban en en sofá de la sala de estar mirando cualquier cosa que apareciera en la tv,  ya llevaban casi dos horas haciendo aquello en silencio. Silencio roto abruptamente por la poco meditada confesión de Yuta.

Permanecieron en el mismo sitio, en silencio. No es como si Sicheng quisiera responderle a Yuta inmediatamente, él prefirió dejar que sus palabras se hundieran un poco en su cabeza, para que con suerte pudiera entender el significado de éstas.

Yuta no lo presionó, no se acercó más a él ni intentó besarlo o tomar su mano, y Sicheng le agradeció mentalmente el hecho de haberle dejado su espacio.

Si Yuta hubiera intentado siquiera tocarlo, Sicheng no sabría si lo hubiera empujado lejos o si se hubiera fundido por completo en él.

Sicheng duda, jamás se había planteado la posibilidad de que Nakamoto Yuta pudiera sentirse atraido hacia él de cualquier manera, talvez era el poco aprecio que tenía hacia sí mismo, y que en su vida aceptara el amor que creía merecer.

Él no se creía merecedor de Yuta, es por eso que jamás se paró ni un segundo a pensar aquella posibilidad. El increíble y amado Nakamoto Yuta gustando de (el para anda fuera-de-lo-común) Dong Sicheng, no tenía sentido.

Sicheng no pudo responder, simplemente miró a Yuta a los ojos esperando encontrar en ellos sinceridad, pero lo que se encontró fue hambre y a un Yuta un tanto dolido por su silencio. A Sicheng no le gustó mucho aquella respuesta, así que permaneció en silencio viendo de nuevo a la tv,  volteándose a ver a Yuta a los ojos de vez en cuando solo para comprobar si de verdad era aquello lo que sus ojos decían. Sicheng tan solo encontró en ellos deseo.