capitulo 25:

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Era la hora de entrar a clase y la verdad no tenía ganas, después de que Harry me trato de ese modo, lo menos que quería era escuchar a un estúpido profesor hablar de temas que a nadie le interesaba como ¿crees que habrá vida después de la muerte?  hombre ya lo sabremos cuando partamos, siempre buscaba temas que no tenían respuestas y que por mucho que las pensáramos y elaboramos hipótesis, nunca íbamos a llegar a la verdadera respuesta, porque simplementete nadie las sabría jamás, no tenía ganas de pensar, sólo quería entender porque Harry actuaba de ese modo, ya le había pedido perdón, de verdad estaba arrepentida, pero aún así no hubo caso, le marque como 7 veces a su celular pero el ignoro todas mis llamadas, comenzaba a creer que de verdad ya no le importaba ¿y sí quizá había aparecido otra persona? No, No _____ no pienses eso -me decía una y otra vez, al instante apareció Demi, una chica super guapa e inteligente, de cabello oscuro y sonrisa resplandeciente, me caía bien, ya que era muy buena y simpática conmigo.

- oye _____ que alegría de verte ¿como estás? - decía con una gran sonrisa a medida que se acercaba

- Hola Demi, aquí andamos ¿ y a ti? ¿como te va?

-muy bien -contesto la morocha

¿preparada para escuchar la clase más patetica  de tú vida? - continuo

- la verdad no tengo ganas de entrar - contesté, queriendo demostrarle que no estaba bien, necesitaba hablar con alguien y Vanessa estaba repleta de problemas como para sumarle uno más, Zayn, Zayn era complicado, si le iría a hablar de Harry se enfadaria mucho conmigo y una vez que las cosas con el iban mejorando, no podía echar todo abajo, mi única opción era o Liam que no tenía la menor idea en que andaba o Demi que se encontraba justo enfrente de mi dispuesta a querer escucharme, además confiaba en ella, la conocía desde séptimo grado y estos dos últimos años estuvo más cerca de mi

- ¿te sientes bien ____?

¿pasa algo? - dijo frotandome el brazo y  en un tono de preocupación

- problemas y más problemas - contesté

- mira que tal si entramos a esa maldita clase, damos nuestro mejor discurso y luego te invitó a tomar algo y me cuentas ¿quieres? -propuso con una leve sonrisa en su rostro

- bien - apenas contesté

- de acuerdo, veras que por un rato te olvidaras de todo - no dudo ni un minuto más, jaló mi brazo y nos dirigimos hacia la clase

Al entrar ya se encontraba allí el profesor, tomamos asiento y comenzó con la clase

- hoy haremos algo nuevo -comenzó

- ¿de que hablaremos? -interrumpió Maicol ¿de porque da clases tan pateticas? o de ¿porque no se hace cura? Dígame ¿ alguna vez estuvo con una mujer? -dijo Maicol  en tono burlon, todos comenzaron a reír, sí era verdad que sus clases eran verdaderamente estúpida, pero de ahí a meterse en su vida personal era demasiado.

- ¿sabes? -dijo el profesor acercándose a el banco de Maicol con las manos hacia atrás

-creo que eres muy liso -continuo, Maicol sonrio y dirigió su mirada a toda la clase, queriendo mostrar el alago que le había dado el profesor

-veamos, tú me dices que mis clases son estupidas, que nada de lo que digo tiene una respuesta  pero dime ¿ acaso sabes todo lo que harás mañana? ¿o tienes planeado lo que harás está tarde?  -Maicol miraba a el profesor sin entender que era lo que decía

-contesta -obligó el profesor, pero simplemente Maicol no dio respuesta alguna

- aunque creas que lo sabes no es así, porque puedes pensar que tienes todo fríamente calculado, pero siempre habrá algo que voltee las cosas y quizá sí, nada de lo que digo tenga respuesta pero  dentro de nosotros a muchas de ellas les tenemos y aún no lo sabemos - el profesor agacho la la cabeza y se dirigió hacia el escritorio

Perdón si te llamo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora