Lyn corrió todo lo que pudo y más hasta llegar a la pequeña llanura. Cuando llegó lo primero que hizo es tumbarse en la fría hierva.
Cuando se dió cuenta vislumbró una pequeña nota pegada en un árbol. Al abrirla solo encontró dos palabras:
Expecto Patronum
Al principio Lyn no lo entendió pero tras unos segundos todo le cuadró.
-¡Expecto Patronum! -exclamó esperando que una leona saliera de su varita (si, ya lo había hecho más de una vez) pero contra todo pronóstico una bonita perra salió de su varita.
-¿Tu patronus no era una leona? -preguntó una voz a sus espaldas.
-¡Sirius! CASI ME DA UN INFARTO -gritó la chica mientras se disipaba el animal.
-Tampoco es para tanto preciosa -respondió sonriendo- te he preparado esto para hacer un pequeño picnic aquí, pero dime lo del Patronus.
-No, yo también pensaba que saldría una leona ¿un patronus puede cambiar?
-Luego investigamos. De momento ahora vamos a disfrutar de la mañana.
-Me parece genial. Muchas gracias por preparar esto... Es un gran regalo, después de anoche James y mi hermano, algo tenía que animarme.
-No estés así, no lo hacen aposta. Te quieren y no quieren que te pase nada eso es todo -respondió con sinceridad mientras empezaba a colocar el picnic.
-Te ayudo.
-Como sabrás tengo magia, puedo hacerlo solo.
-Y yo, idiota ¿qué creías que lo haría a lo muggle?
-Tú tampoco es que seas de Ravenclaw, con una varita vale, preciosa.
-Solo intentaba ser maja Black -respondió con una sonrisa mientras Sirius hacia un gesto de varita para ordenar todo.
-Sigue intentando -bromeó el ojigris.
-Ser agradable no es mi fuerte, lo siento mucho.
-Pero la ironía si, anda ven y siéntate -respondió Sirius haciendo un gesto.
-¿Algún día dejaremos de insultarnos el uno a otro? -preguntó Lyn mientras se sentaba enfrente de Sirius.
-No creo y tampoco me gustaría que llegase ese día.
-¿Por qué? -se extrañó la pelirroja mientras bebía un poco de cerveza de mantequilla.
-Porque ese día dejaremos de hablarnos -bromeó sacándole unas carcajadas a la muchacha.
-Que razón tienes Black, sinceramente me gusta picarme contigo. Es divertido -asumió Lyn.
-A mi también, es como una parte vital de mi día a día, me completas, algo así. No se que haría sin ti.
-Seguramente estaría morreándote con alguna -rió- y yo sin ti estaría haciendo cualquier cosa como leer o dibujar, sobre todo leer.
-No te imagino leyendo un libro, es como verme a mi abrazando a mi madre, solo de imaginarlo me dan escalofríos...
-Eres estúpido pero he de asumir que ha tenido gracia. Poca pero ha tenido.
Estuvieron un par de horas comiendo, hablando y riendo. Juntos el tiempo no pasaba, era como si el uno al lado del otro todo se parara.
Después de recoger se dirigieron al castillo para reunirse con en resto de Merodeadores pero Lyn se tuvo que ir al Gran Comedor antes de ir a la Sala Común.
-¡Uy! Hola -saludó Lyn.
-Hola Lyn, al final si que te he encontrado vagando por los pasillo -bromeó Marcus- te quería preguntar una cosa...
-Adelante, pero su puede ser rápido que he quedado con unos amigos.
-Claro, será un segundo. Se te da bien DCAO ¿No?¿Me podrías ayudar con la asignatura?
-Un Ravenclaw al que se le da algo mal... Estaré encantada en ayudarte ¿Te veo mañana a las 7: 30 en la Biblioteca?
-Me parece perfecto, muchas gracias -tras decir esto Lyn salió pitando hacia la Sala Común.
-¿Por qué has tardado tanto? -preguntó Remus fijo en su pergamino.
-Nada, un imprevisto ¿subimos a hacer lo del mapa arriba?
-Me parece estupendo -afirmó James.
Mientras caminaba Lyn se fué a tropezar con lo peor en esa Sala, una de sus enemigas que ni conocia.
La chica era rubia, puede que un año menor y con ojos azules al igual que el mar. Susurró algo casi inaudible y señaló a Lyn con la varita, lo que hizo que esta cayera al frío suelo profiriendo un aullido de dolor.
-¿Qué ha pasado? -se alarmó Sirius.
-¿Cómo te has caído? -preguntó Remus preocupado.
-¿Te llevamos a la enfermería? -siguió James.
-Si no parais de hacerme preguntas me volveré loca, voy a intentar levantarme -pero nada más intentarlo de sus labios salió un gritito parecido al que sueltan los perros cuando les pisas la pata.
-Te llevaremos a la enfermería -asumió Peter.
-Puedo ir yo sola, no nece... ¡Arg! -gruñó mientras de intentaba levantar.
-Trae, te llevaré yo, no seas tozuda apóyate en mi -la ayudó Sirius.
-Que conste que podía hacerlo sola, solo que no me habéis dejado que lo haga, pero lo que más me extraña es que no me he caído con nada.
-A lo mejor simplemente solo te ha fallado el tobillo -respondió Remus no muy seguro de sus palabras.
-Bueno eso da igual súbete a caballito.
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Sus ojos...(Sirius Black)Segunda Parte
RomanceSeguimos ¿Qué le dirá la gran Lyn a Sirius? Creo que todos lo sabemos pero... ¿Y si no?