El amor de madre [NaruSaku]

[6] ~Los Hyūgas~

En ese instante una chica entró a la habitación

—Perdone...— dijo y sacó un poco su cabeza de la puerta —La señora Hinata está esperando la firma de usted para aprobar la nueva cerca del territorio Hyūga—

—Esta en el escritorio de Shikamaru y por cierto...si eres tan amable de no abrir la puerta cuando Ino o Shikamaru están aquí, por favor— mencionó derrotado el séptimo

—Sí, lo haré— contestó avergonzada

—Así que Hinata ahora ayuda a Hanabi— dijo él de coleta

—Así se entretiene y ayuda a su hermana menor— explicó el Uzumaki —Eso no es lo importante ahora ¿Como reaccionó al ver a Sakura-chan?—

—Parecía estar muy interesado en quien era ella y su relación con Ino— contestó el Nara —Pero después de lo que le dije pareció desistir su búsqueda—

Los dos rubios respiraron con alivió

—Creo que tendré que hacer algo con esto— comentó la Yamanaka

—No se espera más de tí, y tú también Naruto, necesitas estar preparado— advirtió el Nara

~•~

El rubio y el de cabello color azabache se sentaron en el parque que era por excelencia su favorito

—¿Qué sucede?— preguntó de nuevo el Nara

—Esa tal Sakura tiene algo que me intriga— contestó el rubio

—Es linda— añadió el de ojos color miel

—¿A quien le importa si es linda o no?— preguntó exaltado el Yamanaka

—Cálmate— dijo un poco asustado a su compañero y miró a la distancia al que era su némesis —No puede ser, ese idiota ya viene—

—¿Daichi?— preguntó sin ni siquiera mirar

—¿Que comes que adivinas?— preguntó mientras se llevó una mano a la nuca

—Shinachiku-sama, tonto— habló el castaño

—¿Qué quieres?— preguntó el oji-jade bastante cansado

—Una señora de pelo azulado y muy rara los busca para darles su misión de mañana— habló el Yamanaka de rama secundaria

—La señora Chie, gracias— respondió el rubio

—Sinceramente me parece ridículo ésto, nos tratan como jardineros, las luchas y examenes son juegos de niños que unos niños de 8 años lo harían sin quejarse, las peleas en misiones de todos los rangos excepto el rango S, son peleas con acribilleros que necesitan una fuerza armada y siempre estamos en peligro inminente de la llegada de los dioses que por alguna razón les  gustó este tiempo para salir cuando antes había más muertes y villanos de siempre  que a nosotros no nos enseñan a pelearle si no a ciertos ninjas, es ridículo...— dijo el Nara levantándose de su asiento

—...el mundo Shinobi no es de antes pero tampoco es mejor... además quejarnos no nos ayuda en nada— añadió el Yamanaka caminando con el Nara

—Ya lo sé, pero...¡Aaahh!— gritó impotente

—No te enojes— pronunció con una sonrisa el oji-jade

—Lo sé— dijo el Nara ahora mirando a la señora Chie

La de lentes con armazón azúl los acomodó, les dió un papel y se retiró sin decir más

La nota decía que el equipo tendría que ir con los Hyūgas a vigilar y ayudar en la construcción de la nueva pared de adobe que servirá como límite, eso no era bueno para Shinachiku y su mente se quedó en blanco, él no era alguien que podía acercarse a los Hyūgas pero como ninja su deber era hacerlo, el rubio le entrego el papel a Kota y este lo vió preocupado