Ellianna

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Hola chiquitines...

Antes que nada y para que no se pierdan, este capítulo está en el pasado lejano. Antes de que Nathalie regresara a París.

Quiero además dejarles un regalo.

Nunca les hablé de la apariencia física de Ellianna, pero bueno, les dejaré una imagen de la primera vez que Chleo la vio, el día que la conoció.

En el próximo capítulo verán su apariencia cuando ocurrió el incidente con Nathalie del regalo :v

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Cómo siempre, disfruten la lectura...

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DIARIO DE UNA ESPOSA TROFEO

CAPÍTULO VIII:

Ellianna.

La iluminación era leve. Pero era correcta para el evento en concreto. La decoración era leve, pero a la vez elegante, sofisticada y dejaba ver el gran esfuerzo que había significado. Era lo que cualquiera de los presentes hubiese esperado. Tal vez más. Y todos parecían disfrutarlo, excepto por una persona en concreto.

―¿Chleo? ―Se giró ante aquella voz y sonrió ante el rostro amable de Adrianne―. Feliz cumpleaños.

―Gracias ―respondió volviendo a enfocar sus ojos en la puerta de entrada. Desde donde estaba podía verla perfectamente.

―¿A quién esperas? ―Preguntó divertida la rubia y él solo le dedicó una molesta mirada.

―¿Por qué yo, Chleo Bourgeois debería estar esperando a alguien?

―Solo era una pregunta ―tomó el ponche sin alcohol que le ofrecían, dos copas, para entregarle una al celebrado―. Toma algo, todo ha quedado maravilloso, además, relájate. Solo tienes trece años y paras amargado.

―¡Yo no...!

―¡Adrianne! ―El llamado de Gabriela Agreste detuvo la conversación.

―¿Sí, madre? ―Se acercó lentamente, seguida de Chleo.

―Hola, Chleo ―saludó la mujer extendiendo su mano―. Deseo tengas un feliz cumpleaños.

―Gracias, Sra. Gabriela ―respondió mostrándose altivo y orgulloso.

―Adrianne, quiero presentarte a la Srta. Elianna, es la joven promesa del modelaje italiano y nos hará el honor de acompañarte en la próxima sesión de fotos, así que pasará unos días en casa.

―Un placer conocerte, Adrianne ―dijo la joven tomando las manos de Adrianne, acercándose y besando ambas mejillas de la joven―. Estoy realmente emocionada de trabajar juntas. Amo los diseños de tu madre y amo tu trabajo.

―Gracias, el placer es mío ―respondió Adrianne sonriendo―. Por cierto, él es Chleo, es mi mejor amigo.

―¡Oh, claro! ―Se acercó hasta el rubio, besando también sus mejillas―. Lamento interrumpir en plena celebración. Hubo un problema con mi jet privado y adelantaron el viaje a último minuto.

―Espero no te moleste que la haya traído acá, Chleo, pero hubiese sido inapropiado no asistir y tampoco quería dejar a la Srta. Ellianna esperando en el aeropuerto.

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