—Bakugou, mira, mira.
Kirishima llamó la atención de su amigo cogiéndole del brazo y tirando ligeramente del mismo, a la par que señalaba un puesto donde podías conseguir premios por acertar al blanco; al pelirrojo le había llamado la atención un peluche y por eso mismo avisó a su amigo. La vista del rubio fue dirigida al lugar que le indicaba Eijirou y luego le miró, arqueando una ceja y con expresión interrogante.
—¿Un peluche?
—¡Es bonito! ¿Algún problema? —el pelirrojo fingió un puchero al decir aquello—. Venga, venga no seas gruñón y juguemos, no perdemos nada.
En un principio el rubio apartó la mirada, el contrario le parecía demasiado lindo cuando hacía esas expresiones, y terminó por suspirar y hacer un gesto con su mano que indicaba que "adelante". Kirishima dio un pequeño salto en el sitio y pidió al señor del puesto una tirada. El juego constaba en que tenías tres intentos para tirar las botellas que estaban puestas en forma de pirámide.
El pelirrojo lo intentó, y varias veces, pero al final solo consiguió tirar tres botellas de las seis, pero el premio por tres botellas no era el peluche que a él le había gustado, así que tras un par de intentos se rindió e hizo un puchero para si mismo mientras se iba a puesto cercano donde vendían algodón de azúcar. Aunque a Bakugou le parecía una tontería que se desanimase por un peluche, prefería ver a Kirishima con una sonrisa por lo que mientras el pelirrojo estaba comprando el algodón de azúcar él mismo intentó aquel juego una vez.
—Muere, muere, muere -gritó mientras lanzaba las tres pelotas casi a la vez.
Casi parecía enfadado con aquellas botellas, y al final consiguió derribarlas todas, lo que hacía que pudiese escoger el premio que quería. Normalmente la gente cogía esos peluches enormes pero el rubio escogió el que le gustaba a Kirishima.
—Es una pena, el peluche era adorable -dijo Kirishima casi suspirando al volver junto a su amigo mientras comía un poco del algodón de azúcar que tenía en las manos.
—Toma... —el rubio tendió el peluche hacía su amigo mientras apartaba la mirada y un leve sonrojo casi imperceptible aparecía en sus mejillas.
Kirishima le miró sorprendido y durante unos momentos pasó su mirada de Bakugou al peluche simultáneamente, el chico terminó por sonreír ampliamente y antes de coger el peluche se acercó al contrario y le abrazó. Lo cual sorprendió bastante a Bakugou que no correspondió el gesto debido a la sorpresa.
—Eh, cuidado con eso que es pegajoso -se quejó refiriéndose al algodón de azúcar.
—¡Gracias, gracias, gracias! Eres un gruñón pero eres el mejor amigo que podría tener.
Dijo alegremente Kirishima mientras se separaba de su amigo. Bakugou sonrió ligeramente y volvió a apartar la mirada, "el mejor amigo" pero nada mas.
Al separarse el pelirrojo tomó el peluche de entre las manos del rubio, era un dragón no muy pequeño pero tampoco de estos peluches enormes, lo suficientemente grande abrazar el peluche. Era de color rojizo, y a ojos de Kirishima bastante adorable. Como el pelirrojo iba sujetando al peluche con una de sus manos, el rubio terminó llevando él el algodón de azúcar y siguieron caminando entre los puestos que allí había.
Tras aquel algodón de azúcar y un par mas de aperitivos que tomaron, los dos chicos fueron a la parte donde estaban las atracciones. Se montaron en varias, en una pequeña montaña rusa, fueron a la casa del terror, y las que se iban encontrando. Las horas iban pasando y ambos chicos se estaban divirtiendo, pero a la vez ambos de vez en cuando se podía ver que su mente estaba en otras cosas pues ambos querían hablar de algo pero no terminaban de hacerlo.
Ya comenzaba el atardecer cuando decidieron subirse a la noria que era de las pocas atracciones que les quedaba por montar. Cada uno de ellos se sentó en un lado de la cabina, Kirishima se medio tumbo encima, mirando por la ventana que se suponía que debía estar a su espalda, mientras Bakugou se sentó normal, con su cabeza apoyada en su mano mientras miraba por la ventana lateral.
Kirishima alternaba entre mirar el paisaje, aunque al estar abajo aun había podo que ver, y entre mirar a Bakugou lo mas disimuladamente que podía, mientras tenía el peluche del dragón en sus manos y "jugaba" con él para mantenerse lo suficientemente entretenido.
Ambos chicos se habían quedado en silencio, no era incómodo pero de alguna forma se sentía que había algo que decir pero ninguno decía palabra.
Eijirou sabía que si quería hablar de ello tendría que empezar él porque Katsuki rara vez hablaba de como se sentía, menos iba a empezar él. Hizo el amago de decir algo varias veces, pero no terminaba de hacerlo. Tras unos minutos mientras mantenía la mirada en el dragón de peluche sencillamente dejó de pensar tanto.
—Oye Bakugou —hizo una pequeña pausa, no obtuvo respuesta pero sabía que el rubio le estaba escuchando—. ¿Te gusta alguien?
Katsuki no pudo evitar abrir sus orbes ampliamente y dejar de mirar por la ventana para mirar a su amigo, la verdad no se esperaba esa pregunta y aparte menos así de repente. No es que quisiera mentir, pero tampoco sabía que responder.
—¿Y eso a qué viene así de repente?
—Últimamente se te ve bastante cercano a Mina, hasta accediste a venir a la feria a la primera y sin quejarte como harías normalmente —dejó de mirar el peluche y terminó por mirar a su amigo—-. Solo me preguntaba si... Te gustaba ella.
—¿La chica alíen? ¿¡Qué!? Por supuesto que no, ya te dije que eso era otra cosa... Ella... Me estaba ayudando con algo.
—Mh... No tienes que ocultarlo, ¿sabes? Somos amigos, los amigos se cuentan esas cosas -Kirishima volvió a apartar la mirada hacía el peluche.
—No... No es eso —Bakugou también apartó la mirada, no quería decir directamente que le gustaba el pelirrojo pues si ya le gustaba alguien no quería que lo que sentía él pudiese resultar una molestia, pero tampoco quería que pensase que le gustaba Ashido—. Si me gusta alguien... Pero no es Mina, ella me estaba ayudando con esa persona por eso se nos veías mas... "cercanos".
—¿En serio? —arqueó una ceja—. ¿Y entonces quién te gusta?
—Eso... ¿Eso que mas da? No importa.
—Entonces no confías en mi, ¿pero si en Mina? —Kirishima casi murmuró aquello en tono de decepción.
Bakugou se pasó la mano por el pelo, casi desesperado, aquello estaba siendo demasiado complicado.
—No es eso, no es eso... Ella solo lo sabe porque no se como lo averiguó, no es que no confíe en ti.
—Entonces ¿por qué nunca me has dicho que alguien te gusta? —el pelirrojo volvió a mirarle.
Bakugou se mordió el labio y terminó volviendo a mirar al pelirrojo de nuevo.
—Tú tampoco me dijiste que alguien te gusta, ¿en qué se diferencia?
Kirishima le miró sorprendido, y como justo en ese momento la noria paró casi se cayó del asiento pero se sujetó a tiempo.
—No es lo mismo... -murmuró, aun sabiendo que si era lo mismo.
Ambos chicos se quedaron unos momentos en silencio. Apartaron sus miradas y miraron por las ventanas para ver el atardecer, y sin saber que decir a continuación.
—¿Mina te contó lo de la poción esa extraña de amor? —rompió Kirishima el silencio tras unos minutos que habían parecido eternos para ambos—. Por curiosidad lo quise probar, pero no salió bien, el líquido ese se volvió azulado.
—Así que ya le gustaba alguien.
—Exacto, así que ya si te lo contó.
—Si... También lo probé, pero pasó lo mismo...
—Estamos igual, eh... Me parecía una tontería decir nada sobre ello cuando sabía que a la otra persona ya le gustaba alguien, así que por eso no dije nada... Pero bueno al menos esta bien con poder seguir siendo amigo de esa persona.
Kirishima dejó de mirar por la ventana y volvió a mirar el peluche que tenía en su regazo, mientras Bakugou volvió a quedarse en silencio. La situación era... absurda, y era como si algo no encajara pero el rubio no sabía el que y tampoco quería pensar mas en ello. Mientras Kirishima si se quedó pensando mas en ello, concretamente se quedó pensando en el peluche que Bakugou le había conseguido, y la pregunta que pasó por su mente fue "¿por qué?"
—Oye Bakugou, ¿por qué me conseguiste el peluche que me gustaba?
—¿Eh? Pues porque tú no pudiste conseguirlo, te veías desanimado aunque me parecía una tontería, pero te gustaba y te viste feliz cuando te lo di, ¿a qué viene eso? —Bakugou habló sin pensar en que decía, tampoco había dicho nada revelador, al menos a sus ojos pero sin embargo para Kirishima escuchar aquellas palabras cambió algo.
—Oye Bakugou, ¿quién te gusta?
—Eh... ¿Por qué vuelves a preguntar eso? No es algo que importe, solo deja el tema.
El rubio suspiró, mientras volvieron a quedarse unos momentos en silencio. Kirishima creía haber averiguado algo y sin duda eso explicaría el comportamiento de Mina y los errores con las pociones de amor, esperaba estar en lo correcto, y si no sencillamente sería una confesión que esperaba no resultase molesta para su amigo.
—Bakugou, ¿sabes quién me gusta? —sorprendido ante aquellas palabras el rubio giró a mirar a su amigo nuevamente—. La persona que me gusta es un gruñón, es agresivo, le costaba llevarse bien con la gente al principio pero terminó superando eso sin problemas, muchos creen que tiene madera de villano por su actitud agresiva pero ante todo quiere convertirse en el mejor héroe. En verdad es sensible y se preocupa por los demás, a su propia manera -Kirishima terminó por mirarle también-. La persona que me gusta eres tú -pausó-. Así que, ¿quién te gusta a ti?
Katsuki se había quedado sin aliento y sin palabras, Eijirou también pues le había costado decir todo aquello y por ello esperaba estar en lo cierto o la situación sería un poco vergonzosa pero nada con lo que no pudiese lidiar. Bakugou no tardó en conectar los cables, ¿cómo es que no se había dado cuenta y había sido el último en percatarse de todo ello cuando parecía estar a simple vista?
—Quien me gusta... —no pudo evitar apartar la mirada, mientras un leve sonrojo aparecía en sus mejillas—. Eres tú.
Kirishima no pudo evitar esbozar una amplia sonrisa al escuchar aquello y no tardó en levantarse para terminar abalanzándose sobre Bakugou y abrazarle. El pelirrojo no pudo evitar soltar una leve carcajada por lo bajo, aquello había sido bastante absurdo por parte de ambos porque estaban sufriendo por un desamor que ni era real solo por que no habían sido capaces de darse cuenta de que en verdad se gustaban mutuamente.
Kirishima se separó y le plantó un beso en la mejilla a Bakugou, lo cual hizo que el rubio le apartase para que dejase de ser tan pegajoso, y empezaron una "pequeña pelea" que ni era pelea, solo eran ellos dos haciendo el tonto como siempre y terminaron en risas.
Para cuando el viaje de noria había acabado los dos chicos conocían de los sentimientos del otro y no les hacía falta decir nada mas ni añadir nada a la conversación, para ambos aquello había sido básicamente empezar a salir. Lo cual tampoco cambiaba mucho la relación que tenían hasta aquel momento.
Cuando volvieron a los dormitorios Kirishima arrastró a Bakugou a hablar con Mina, y la chica estaba feliz de que el plan resultase. Al final aquellas pociones habían sido útiles, no de la manera de la que debían pero terminaron haciendo que esos dos tontos terminasen juntos a pesar de haber pasado unas malas semanas de por medio. Y Mina estaba mas que contenta con el resultado pues aunque no mucho había cambiado, se notaba cierta diferencia en el humor de ambos, hasta Bakugou estaba mas agradable... dentro de lo que su personalidad le dejaba, claro.
FIN