1. introducción

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Me devolvió la carta rota bajo el perfil de misterio absoluto, no pasaba de los 15 cuando me amarraron en silencio y con parábolas, las verdades dejaron se ser mentiras cuando pedí perdón a una vida que no me conocía. La ame tan poco dentro de aquel domo de lata y cemento, uniformado como un pedazo de pino roto, llore por primera vez sin sentido. Paso en tiempo de perro los años que no tenía, la sucia camisa y el olor a planchado me arrinconaban entre pupitres vacíos y grafiti de lápiz, era una tarde común cuando se sentó en el cielo de ilusión barata para atender la vergüenza de ser... nueva. ella era la de lentes y taparrabos siglo XXI, unicornio de papel dibujado por quien fuese un mal pagado y sonrisa de pleitesía, al tocar mi xilófono imaginario la conocí, entre epítetos y gajos de mandarina, un poema que creí solo poder leer yo y nadie más.

Al amanecer ella miraba el vacío de una eyaculación prematura, recuerdo el verde de látex que aún estaba húmedo. El final de una agonía mezquina, un Cáucaso extraviado de sonetos épicos y algo de marihuana, le temía al olor húmedo en aquella época.
Pensé que era una necesitada
Que patán que fui si ella estaba para mí, Hoy busco luciérnagas en una noche sin estrellas
Y la luz se antepone, me dibuja un modismo de humildad, He asesinado a la vida como de costumbre, Culpa del alcohol y la ceniza. No conozco otra vida si no es la del mendigo mezquino que andrajoso muere desolado de culpas o males mentales sin pronta atención y aun así no puedo evitarlo, cómo? Como resumir mi vida en sus ojos si el eco de la marisma es ciega, como equiparar mis miedos con la nostalgia cuando aún entre líneas la escribo sin parar, ¿por qué tiene ella tantos nombres? Si una sola es la falta que me hace y que me dice que vaya y la busque por todos los rincones de este infierno infinito.
Acaso es mar o montaña la que me seduce? La narigona pendeja de 24 que me ha destruido el corazón en tierras ajenas o la princesa rubia que me hace reír de pena? Ambas comparten los 29 segundos que dedicados a diario con pensamientos conforman lo largo que es el corto tiempo en la cabeza de los locos.

Tome el maletín de prisa, acomode la papelería en su sitio y arrugue los brazos forrados de tela fina para mirar al señor de aquella época, Salí de inmediato, había mucho que hacer.

Secretos de un hombre comúnWhere stories live. Discover now