Era la boda de mi prima, la mejor prima que se pueda tener, era dama de honor, todas estábamos vestidas con un vestido vino, ceñido al cuerpo, cosa que nos favorecía, me gustaba porque se me veía un gran trasero y lucía delgada.
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Todos estábamos callados, escuchando cada palabra del sacerdote, hasta que un teléfono interrumpió, todos miraron molestos al lugar de donde provenía el sonido, de mí bolso. - demonios -susurré y saqué el teléfono, un mensaje de Chanyeol. "ven a mi departamento, es URGENTE, una EMERGENCIA. PCY" - lo lamento, es una emergencia, ustedes... -sonreí señalándolos- sólo continúen, ni notarán ni ausencia -corrí a la puerta, y giré a ver a Sehun- ¡te veo al rato! -le grité en susurro - ¡es en serio! -me gritó mi prima Yo corrí a toda velocidad para tomar un taxi, las palabras EMERGENCIA y URGENTE en una oración proviniente de Chanyeol era preocupante, algo sucedió en el trabajo, durante mi ausencia, por eso nunca falto, pero él insistió en darme el día. Luego de 15 minutos llegué a su edificio - ¡Suite Presidencial, James! -grité mientras entraba corriendo a su edificio - señorita Lee, adelante -me sonrió el señor regordete y canoso de unos 60 años Pulsé con desesperación los botones del ascensor para abrir las puertas, finalmente llegó, subí a éste y teclee el código que te lleva a su apartamento, cuando por fin llegué le grité - ¡ESTOY AQUÍ! ¡ESTOY AQUÍ! -grité en cuanto el ascensor se abrió- ¡LLEGUÉ! Tomé un respiro mientras dejaba mi bolso y abrigo en el perchero de la entrada, para luego sacarme las zapatillas y dejarlas junto a sus zapatos, tomando las pantuflas rosas que tenía ahí. - Jihyo, estoy en el armario -corrí a ver si se había quedado encerrado, pero la luz salía con libertad hacia la habitación- ¿Cuál crees que deba ponerme? -preguntó en cuanto me vió- te ves... Wow, estás preciosa, sigo pensando que tienes un cuerpo increíble, preciosa -sonrió de lado - agh, Park Chanyeol, dime que no me sacaste de una boda para ésto -lo miré furiosa - ¿estabas en una boda? ¿Y para qué veniste? Cerré los ojos y suspiré, reverendo idiota, ¿qué no sabe el significado de sus asquerosas palabras? - me dijiste que era una emergencia, por el amor de todos los dioses -dije furiosa- acordamos cuando sería una emergencia y una urgencia - es una emergencia urgente Jihyo, tengo una entrevista con KBS para los próximos proyectos y es en media hora, no estoy listo - Chanyeol, ya no puedo, ¿sabes? -comencé a seleccionar su ropa- ya me cansé, no tienes el derecho a hacerme ésto - esos zapatos no, me lastiman los pies -se quejó y los cambié- es que todo es tu culpa, antes de que llegaras podía hacer ésto solo, pero ahora tengo la necesidad de saber lo que piensas - ¿mi culpa? -gemí frustrada- no, ya no más, me cansé, puedes hacerlo sólo -le extendí dos corbatas- dejo el teléfono encendido para emergencias, no para ésto - ambos sabemos que lo dejas encendido porque te gusta que te llame, te gusta ésto, tanto como a mí -murmuró, no respondí sabía que decía la verdad, seré masoquista pero me gusta que me llame para estas cosas, para estar con él - ya no más, considéralo mi renuncia -escogí dos relojes para el tono rojo eléctrico del traje y los extendí hacia él- por favor - ¿Qué dices? -me miró sorprendido y ¿dolido? - me voy, no me esperes el lunes -anuncié - te he dado todo, auto, departamento y buen sueldo, no puedes marcharte -salió molesto tras de mí - puedo regresártelo, no me importa eso -lo oí gemir de frustración, revolviendo su cabello con las manos- y del sueldo, buscaré un buen trabajo, no te preocupes -tomé mis cosas y llamé al ascensor para poder bajar - haz firmado un contrato conmigo -se quejó - pues ya no más contrato, buscaré empleo apartir del lunes -el ascensor llegó y sólo salí corriendo de ahí
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- ¡me ha sacado de la boda de mi prima! -grité exasperada - y haz ido, lindura -replicó Sehun a través del teléfono - lo sé, soy tan idiota -murmuré molesta- me perdí del momento más importante - renuncia -contestó con simpleza - lo he hecho hoy mismo -me acosté en mi cama- el lunes comienzo a buscar trabajo - suerte con eso, preciosa -lo sentí sonreír al teléfono- ahora... Debo irme -suspiró contento. Estaba cogiendo mientras hablábamos, eso me dice lo buen amigo que es pero es un cerdo mal nacido - ¿Sehun? -pregunté al escuchar el estruendoroso sonido de su teléfono cayendo - ¡Oh demonios, Cindy! -gimió Sehun a lo lejos, horrorizada colgué y lancé el teléfono lejos de mí
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- lo lamento señorita, no buscamos personal de su área -miró mi currículo y lo dejó en la mesa - ¿a qué hora llamó el señor Park? -me miró sorprendido - no sé a qué se ref... - ¿a qué hora llamó? -lo interrumpí mirándolo amenazante - hace 30 minutos -confesó- dijo que es parte importante de equipo de trabajo - gracias, tenga un buen día -le sonreí y salí de ahí como alma que lleva el diablo Era la 14° entrevista en la que me habían rechazado por el idiota de Chanyeol, se encargó de llamar a todos los bufetes grandes de la ciudad, con tal de que permaneciera con él, lo mataré
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- ¡Park Chanyeol! -entré furiosa a su despacho, encontrando a un Chanyeol relajado, siendo masajeado - haz llegado -sonó su voz algo aplastada - claro que he llegado imbécil -le grité, las masajistas salieron sigilosamente del despacho - no te enfades, Jihyo -bufé - me han hechado de cada bufete por tu culpa -lo miré furiosa- este trabajo ni siquiera es mi área Chanyeol -suspiré resignada - eres muy competente -se acercó a mí - déjame ir -murmuré - estás aquí por que quieres - no quería ésto, no duermo bien Chanyeol, tengo una maldita úlcera gástrica por no consumir mis alimentos en buen horario -dije exasperada- y creo que ya sueño tus malditas llamadas a media noche - pero haz firmado... - ¡ya sé que he firmado el maldito contrato Chanyeol, no soy idiota! -le grité - ¡entonces de qué mierda te quejas! -me gritó- ese contrato tiene lo que tu deseaste -me señaló- sabias que no querías alejarte de mí, querías que no te dejara ir, por eso tus malditas cláusulas para poder romper el contrato - pues rompámoslo y ya, yo ya lo puedo -revolví mi cabello - NO, lo hemos firmado, fué TU elección -gritó furioso - ¡me largo de aquí! -grité dándole la espalda para salir de ahí
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- yo fuí la culpable, lo hice por el Centro Cultural, pero me está matando -le conté a mis padres - termina lo que estás haciendo, estás bien con ello -dijo mi padre- relájate y comamos helado y pastel juntos cariño - lo haz firmado, tienes dos opciones -dijo mi madre- ¡aléjate del refrigerador! - gritó mi madre a través del auricular - ¿cuáles son? - seguir con tu trabajo y terminar el contrato -confesó- ¡que NO! Deja ya la nevera, hombre -volvió a gritarle a mi padre - eso es lo que hago -murmuré obvia - además, prometiste pagar la fianza -comentó mi papá burlón, aún no le pago - o hacer que te corran -dijo justo antes de que la llamada se cortara
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Kyungsoo, hermano mayor de Chanyeol, con dos hijas gemelas de 6 y un hijo de 18, le hice caso a mi madre, arruinaré todo para que me corran y pueda irme feliz de la empresa, hoy teníamos una junta importante con Kyungsoo, sólo los 3, para ver nuevas propuestas, modelos de edificios, etc., era ahora o nunca, me vestí como siempre, pero esta vez con la falda chueca, la blusa de fuera y el cabello alborotado, llegaba tarde, casi una hora - buenos días -sonreí al verlos Chanyeol sentado, con el perfecto porte que se cargaba y Kyungsoo, por mucho más bajo que su hermano, caminaba de lado a lado molesto- ¿llego tarde? -sonreí - no, también acabamos de llegar -me sonrió Chanyeol - claro, hace 45 minutos -me miró molesto y se dirigió a su escritorio - Kyungsoo, ¿éstos son tus hijos? -le pregunté señalando la foto de sus hijos, aunque ya sabía que él tenía unos hijos hermosos y quiénes eran - sí, mis tres hijos -sonrió orgulloso - Woooah, ella será una rompecorazones -le sonreí tierna, señalando al chico - es Minho, su hijo -me dijo Chanyeol, aguantando la risa - oh, lo siento -murmuré- ellos también son guapos -señalé a las niñas - esas son las gemelas, Haneul y Eunji -comentó Chanyeol de nuevo - mejor empecemos la junta -Kyungsoo me arrebató el porta retrato de las manos La junta comenzó, hablamos de las propuestas pero esta vez no dije nada ni una sola sugerencia - ¿Tú que dices Jihyo? -cuestionó Kyungsoo - que no dormí bien, tengo sueño, deberíamos ir a casa y dormir ¿Qué dicen? -dije sonriente - te apoyo, vamos -Chanyeol hizo ademán de pararse, pero su hermano lo frenó - haremos una pausa, para que podamos trabajar, los quiero aquí de vuelta en veinte minutos, par de irresponsables -lo último me ofendió, yo no era así pero realmente quería ser despedida Salimos del despacho de Kyungsoo y yo corrí al baño, evitando a Chanyeol, me lavé las manos y arreglé mi vestimenta, al igual que mi cabello - ya sé lo que haces -su voz me hizo dar un brinco del susto- no te correré si es lo que deseas, ya te dije, firmaste un contrato y conmigo no van estas infantilerías -me miró por el espejo - Chanyeol... Por favor, me tienes fastidiada, esto ya no es lo mismo, me... Asfixias -dije sincera, el pareció dolido, pero asintió - no te vayas, no encontraré a alguien como tú, prometo ya no llamarte ni molestarte, haré todo yo sólo -me miró suplicante - eso me haz dicho las últimas 20 veces Chanyeol -me miró serio y asintió de nuevo - solo... -cerró los ojos suspirando- quédate hasta que encuentre a alguien, capacítala por 15 días y luego podrás irte -se tomó el puente de la nariz y finalmente abrió sus hermosos ojos - gracias, gracias -dí brinquitos feliz- prometo encontrar a alguien más eficiente que yo, te lo juro -le sonreí- de hecho, ni notarás que no trabajo contigo - mmh -asintió y yo lo abracé Fué el abrazo más cálido que he dado, su cara se escondió en mi cuello y aspiró mi perfume, me estremecí al sentir sus manos apretarse en mi cintura atrayéndome hacia sí, luego de un largo rato así, nos separamos, algo cayó al suelo - ¿Qué fué eso? -mi miré al piso- oh, mi pendiente, yo lo recojo -le sonreí y me agaché, él no movió ningún músculo - ¿te ayudo? -dijo al ver que no podía levantarlo porque prácticamente estaba pegado al suelo - no, ya pude -reí intentando ponerme en pie, pero fuí empujada al suelo de nuevo, cayendo de rodillas frente a él gracias a que mi pelo se trabó en la ebilla de su cinturón - ¿Qué haces? -preguntó incómodo - mi pelo, ¡auch! ¡auch! -me quejé - levántate, no juegues así Jihyo -me amonestó - se atoró mi cabello en la hebilla del cinturón, ayúdame tonto -le golpeé la pierna - por el amor de los dioses, ¿qué haz hecho? -volvió a reñirme Estábamos en plena lucha contra el cinturón, cuando su hermano entró de golpe, encontrándonos en una situación poco favorecedora
