|Capítulo 54|

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Preparate7u7:



—Hija, que bueno que bajas, la comida esta lista...— La señora Foster fruncio el ceño al observar a su hija con una mochila en el hombro —¿Vas a salir?

Ana se tenso. Termino de bajar las escaleras y miro a su madre.

—Yo...— Apretó mas la mochila hacia su cuerpo —Bueno, quería salir a caminar, ya sabes, para despejar la mente y esas cosas...

Su madre la miro con duda, sobretodo con miedo.

—No creo que sea buena idea, cariño. Aun no te recuperas del todo, y seguro ese hombre esta ahí afuera...

—Basta— No pudo evitar decir. Odiaba que hablaran mal de James. En verdad lo odiaba. Ellos no lo conocían.

—¿Porque mejor no comemos y luego yo te acompaño?— Sonrió reconfortante.

—Mamá...— Se acerco a ella, y no pudo evitar hacer una mueca de dolor y de tristeza —Te amo.

—Yo también te amo— La señora Foster sonrió tontamente, pero después se sintió triste —Eres a la persona que más amo, cariño.

Ana no se pudo contener más. La abrazo lo más fuerte que pudo, y le susurro muchos “te amo, mamá"

—Perdoname.

Se separó de ella y la miro una vez mas. Entonces salio de la casa lo mas rápido que pudo antes de que le preguntara porque tenia que perdonarla.

Camino, casi corrió huyendo.

Pero no se dio cuenta que alguien la cuidaba. Alguien que intentaria detenerla.

.

Anne estaba nerviosa. Su hija había actuado de forma misteriosa. Sintió que se estaba despidiendo de ella. Tuvo miedo.

El timbre de la casa sonó. De inmediato fue a abrirla pensando que era su hija. Pero el miedo despertó al ver a el detective Evans.

—¿Detective...?

—¿Donde esta Ana?— Fue lo primero que dijo.

—Ella... No lo sé— Elliot maldijo entre dientes.

—No podía salir sola— Miro la casa buscando una respuesta. Estaba ansioso.

—La verdad es que actuó extraño— Anne lo miro temerosa —¿Esta en peligro?

Temía la respuesta de Elliot. Pero esta no llego, ya que el teléfono de Evans sonó. Él al instante lo atendió.

—¿Dónde esta?

—En el parque central. No se porque, pero tengo la sensación de que se encontrara con alguien.

Thomas, el hombre al que había designado como vigilante de Ana, murmuro intrigado.

Pero ese comentario no había hecho mas que empeorar la actitud de Elliot. Se molesto. Los celos lo invadieron al instante sin poderlo evitar.

—No la pierdas de vista. Voy para allá.

Colgó.

—¿Ella esta bien?— Preguntó Anne.

—Esta a punto de cometer una locura. Me tengo que ir, pero no se preocupe señora Foster. La traeré a casa.

Eso él, se lo prometió. De ninguna manera iba a permitir que se la llevara. Que la alejara de él.

Él la cuidaría.

...


Llego al parque central. Eran las ocho menos diez. Estaba a tiempo.

Estaba casi vacío, no había mas que dos parejas que caminaban hacia la salida. Abrazo su mochila insegura. Miro el pasto, los arboles, el cielo que ya oscurecía.

No Huyas De Mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora