En el despacho de Ozpin se empezaba a colar la luz del amanecer. Mientras el joven director, sentado detrás de su mesa de caoba, acababa de redactar un aviso que envió a todos los estudiantes, la profesora Goodwitch se acercó a él.
- ¿Está seguro de que es buena idea enviarles allí? - Le preguntó.
- No, la verdad. Pero es lo único que podemos hacer para conseguir más información. El chico no miente cuando dice que tiene amnesia, pero quizá esto le ayude a recordar. - Contestó Ozpin.
- Eso es lo que me preocupa. Quizá esté mejor sin saber de qué forma parte. Quizá sea mejor para él olvidar. - Dijo la profesora, que se acercó para sentarse frente a Ozpin. Él la miró por un momento y pudo notar su preocupación, lo que le hizo desviar la mirada hacia su mesa antes de continuar.
- Puede ser. Pero si no hacemos algo, otros llegarán a él antes que nosotros. Y no podemos permitirnos perderle ahora. – Contestó el director.
Ozpin entendía muy bien a lo que se enfrentaba. Él también tenía muchos recuerdos que preferiría olvidar. Pero Faust era parte de algo mucho más grande que él mismo, y tarde o temprano se enfrentaría a eso. Y si Ozpin no tomaba acciones ahora perdería una pieza fundamental.
Mientras tanto, un nuevo día empezaba también para el equipo FENQ. Aunque era raro que Qilla no fuera quien despertase al resto del equipo, Faust se despertó primero ese día, así que le tocaba a él. Se levantó, se puso su uniforme y con unas palmadas el resto del equipo se despertó.
- Venga equipo, a trabajar. – Dijo, mientras el resto se iba despertando.
- Ugh... Ya va, ya va... - Dijo Qilla, mientras bajaba de la parte de arriba de la litera que compartía con Faust. El resto del equipo empezó a prepararse y salieron de la habitación hasta el aula de historia.
El profesor Brun Livingstone, encargado de las lecciones de historia era, sin duda, el más veterano de Beacon. Se jactaba de que desde que empezó a dar clase hasta el día de hoy había visto ir y venir a cuatro directores diferentes de la academia, y aunque nadie sabía su edad exacta, su cabeza sin pelo y sus manos, llenas de manchas en la piel y arrugas dejaban claro que la vida del hombre estaba en sus últimos años.
Caminaba encorvado, reduciendo aún más su ya de por sí baja estatura, apoyado en un bastón de madera tallada en forma de águila. Vestía traje y corbata en todas sus lecciones y tenía una larga barba blanca que mantenía muy bien cuidada. A pesar de su edad, el anciano sentía una genuina pasión por su trabajo, y siempre que alguien le preguntaba cuándo se pensaba retirar, él contestaba: "cuando los Grimm vistan faldas", y continuaba su día.
El profesor atraía esa cierta ternura y respeto que los jóvenes tienen por los mayores, pero no por eso era menos severo. De hecho, siempre que encontraba a algún alumno que no prestaba atención no dudaba en lanzarle una tiza a la cabeza con una fuerza y precisión imposibles para su edad; tanto era así que entre los alumnos corría el rumor de que nunca había fallado un tiro.
La lección del día era sobre la historia de los faunos. El profesor hablaba con una voz alta y clara, entrenada durante años para dar clase y que esta se escuchase en toda el aula.
- Como bien sabréis, los faunos llevan tanto o más tiempo en Remnant que los humanos. De hecho, hallazgos arqueológicos recientes confirman con cada vez más seguridad lo segundo, y su historia está llena de altibajos y conflictos con nosotros. No sin razón, pues somos una especie arrogante que lleva tratándolos como animales desde hace siglos, incluso en el sentido más literal de la palabra. Ahora, ¿Alguien puede decirme cuándo se abolió la esclavitud de esta especie? - Preguntó el profesor. Entre el público, varios levantaron la mano y El profesor señaló con su bastón a Enam, cediéndole la palabra.
- En principio, la esclavitud fue declarada ilegal al comienzo de la Gran Guerra, pero las leyes no se pudieron implementar fuera de Vale por completo hasta que Mistral las aceptó 24 años después del fin de la guerra. – Contestó el joven.
- Excelente, Calima. La esclavitud de los faunos fue una de las chispas más importantes a la hora de hacer estallar la Gran Guerra. Aunque ya había tensiones previas, Mistral y Mantle se beneficiaban enormemente con la esclavitud, y ya saben lo que se suele decir... Poderoso caballero es Don Dinero. Y a pesar de esto, aún hay mucho que hacer con la cuestión de los faunos. No ha sido hasta hace un par de años que han logrado la igualdad de salarios, los matrimonios entre humanos y faunos aún son tema de debate en Mistral y Atlas y... -
El profesor interrumpió la lección para lanzar una tiza directa a la cabeza de Qilla, que estaba apoyada sobre la mesa, durmiendo. Después de que el golpe la despertase y la hiciera saltar de su asiento, la mayor parte de la clase rió, pero el profesor estaba muy serio.
- ¡Qilla Onca, me decepciona usted enormemente! ¡Está haciendo historia como el primer fauno que entra en Beacon desde la Guerra de los Faunos y ni siquiera presta atención a la historia de su propia especie! – Exclamó el profesor. Qilla solo se le quedó mirando, sin saber qué responder.
- La veré después de clase para discutir el trabajo que puede hacer para compensar esto. – Terminó el profesor, antes de continuar con su lección.
Al salir de clase, Narcissa revisó su Scroll y miró los mensajes recibidos, mientras Faust y Enam esperaban a que Qilla terminase de hablar con el profesor. El resto de alumnos miraban con desdén a Faust y a su equipo después de lo sucedido con Qilla en clase y tanto Faust como Enam pudieron escuchar murmullos no muy alentadores que cuestionaban su capacidad como equipo y, en particular, la capacidad de Faust como líder.
- ¡Chicos, venid aquí! ¡Nuestra primera misión! – Dijo la chica, emocionada, interrumpiendo los los pensamientos negativos de Faust y Enam. Los dos se acercaron, y Faust empezó a leer el correo mientras Narcissa lo leía en voz alta para Enam.
Como compensación por la práctica de combate perdida hace una semana, se ha decidido que cada equipo se encargue de una misión fuera de la escuela. Sin embargo, para fomentar el compañerismo entre estudiantes, se ha decidido que estas misiones sean tomadas por dos equipos al mismo tiempo, acompañados de un profesor, que juzgará su cooperación como parte de la práctica. A continuación, se citan los detalles de la misión para su equipo:
Equipo FENQ y equipo DVLL: Reconocimiento del Bosque de las Ninfas, al norte de Vale. Duración: 3 días. Equipo permitido: Armas, material de acampada proporcionado por la academia y ropa de abrigo proporcionada por la academia. Profesor encargado: Glynda Goodwitch. Salida: jueves, 7:00 AM.
- ¿Los de DVLL? Genial... – Dijo Faust sarcásticamente, anticipando los tres días que le esperaban.
- ¿Qué pasa? – Preguntó Narcissa.
- Su líder y Qilla se pelearon en el viaje de ida a Beacon. Tuve que meterme en medio para parar la pelea. Aún no sé qué lo empezó... Pero ese tipo no me gusta. – Dijo Faust.
- No sé... He hablado con Lilly y no me parecen mala gente. Dice que Vasili es algo creído y Lewis es un poco siniestro y no habla, pero tampoco dan problemas. Además, su líder está entre los mejores de clase y Lilly es encantadora, la verdad.
- Sería mejor que tú empezaras las conversaciones con ellos, entonces. – Dijo Faust.
- Ir con ese equipo no es lo que me preocupa más. Fijaos en el equipo de la misión. No dice nada sobre llevar comida, aunque la misión dure tres días y estemos en medio de un bosque. – Dijo Enam.