Su mano era sostenida por el amor de su vida, que cada segundo susurraba palabras de apoyo y amor para calmar su agonía.
"Es como si su cuerpo nunca fue hecho para esto."
" Lo se, pero es la madre o el bebé. Señores Tomlinson, la decisión es suya."
El par de miradas conectaron por una décima de segundo; la madre de la pequeña criatura a punto de nacer, con pocas fuerzas asintió, indicándole a su cónyuge, que estaba lista. Quería a su bebé con vida, estaba lista para abandonar todo tan solo para que ese pequeño ser que llevaba meses en su barriga pudiera tener ese privilegio hermoso de la vida, estaba lista para morir.
"Proceda..." Con sus ojos echos un vidrio, y con un nudo en su garganta; el padre pidió al médico.
Nunca se escuchó un grito más desgarrador en la pequeña clínica, era como si su cuerpo fuera arañado desde sus entrañas, sentía aquel caliente y empezó líquido entre sus muslos, todo era borroso, pero sus cinco sentidos atentos a percibir el esperado llanto; y después de tanto dolor al fin logró escucharlo, escuchar a su bebé, su precioso y amado fruto.
"Es un niño." Susurro el padre.
Ahora todo era paz, ahora podía descansar, sus párpados cada vez pesaban más, y ahora era tiempo de irse. La luz desapareció y la oscuridad la abrazó.
6 años después...
El ruido de las olas chocando con la costa, la brisa fresca y húmeda, el pequeño niño en la orilla tratando de encontrar una nueva caracola para su colección; la imagen del paisaje frente a sus ojos era hermosa. Johannah estaría orgullosa. Cuando Louis nació y su esposa murió, no se encontraba lo suficiente mente capaz de criar a su hijo por si sólo, es decir los bebés no vienen con instrucciones, y el apenas y podía hacer cereal y con sumo cuidado un par de huevos fritos, pero con Louis aprendió a descubrir su lado materno, a ser delicado y paciente. Ahora con su hijo a punto de cumplir los siete años, su hogar en un pueblo cerca de la playa, su pequeño bar en la playa que era la herramienta de vida de ambos; todo marchaba bien, pero todavía le costaba enseñar a su hijo las reglas que debía seguir respecto a su condición. Louis sabía lo que él era, sabía la criatura especial que habitaba en su ser; Muchas veces Troy dejo que la luna tocará sus piernas, sólo para que Louis practicará y se acostumbrara a su otra forma, pero el niño aún era muy joven, se asustaba al ver su propia transformación, pero pronto lo entendería, estába en su sangre controlarse, su madre lo hacía, el también podría.
"¡Louis! Es hora hijo, hay que irnos." La noche era cercana en el cielo, no podían quedarse más tiempo.
Padre e hijo, juntos caminando a su hogar en silencio, más el pequeño Tomlinson, tenía algo planeado, algo que talvez se le fuera negado, pero... ¿Qué perdería con preguntar?
"Papá.." La voz de Louis se escuchó baja e insegura. Troy agachó la mirada y prestó oído a lo que su pequeño diría. "Quiero quedarme."
"Louis, sabes que..." Fue cortado.
"prometo no asustarme está vez papá... lo prometo." Los ojos de el menor desprendían pequeños luceros, con luz de esperanza.
Talvez era mala idea, pero talvez esto ayudaría, ayudaría al pequeño triton a tener poder sobre su criatura. Por primera vez Louis tenía la iniciativa de querer transformarse, está vez no hubieron palabras de ánimo provenientes de su padre, está vez él quería hacerlo.
"Bien, pero aquí, no. Por la noche hay muchas personas por este lado de la playa"
"De acuerdo, pero papá..?"
"¿hum?" Las cejas del mayor se arrugaron, con la interrogante de que era lo Louis pediría ahora.
- Quiero nadar con ella, quiero nadar dentro del mar con mi aleta...
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Hi!
"TREAT PEOPLE WITH KINDNESS"
