18

892 100 60
                                    

Jungkook:

Luego de irme de casa de Yoongi hyung, pasé rápido a casa de Tae hyung para ducharme y ponerme el uniforme, pero luego de pensarlo un momento me detengo a medio camino de la escuela.

—Perdón Hobi hyung. — Murmuro, para luego dar media vuelta, e irme en la dirección contraria al instituto.

***

—¡Kook! Vaya sorpresa— exclama Ariana al verme cuando abre la puerta —, pasa. —

—Gracias noona— respondo con cierta timidez mientras camino hasta la sala.

—¿Todo está bien? Deberías estar en la escuela— comenta ella sentándose frente a mí; y yo solo me limito a golpearme mentalmente por haber sido tan impulsivo y no haberme quitado el uniforme del instituto antes de venir.

—Todo está bien noona, es solo que... Le dije al señor Lee de tu accidente...—

—¡Kook!— Me reprende ella tratando de ponerse de pie, pero una ligera mueca de dolor aparece en su rostro, seguida de una expresión de fastidio, y vuelve a sentarse —¿Por qué hiciste eso?—

—Porque ya sé que ibas a ir a trabajar noona, por eso. — Respondo, sintiendo que estoy adoptando el tono de un chico reprendiendo a su hermana menor —Te conozco demasiado bien en ese aspecto. —

—No tenías derecho; no me dejaron ir a la universidad, lo entiendo, pero ¿Tampoco a trabajar? ¿Qué se supone que haga aquí todo el día?— replica frustrada.

—Dormir noona. — Respondo con obviedad —¿Crees que no noto las ojeras que tienes?— pregunto, y Ariana aparta mirada.

—¿Qué te dijo el señor Lee?— pregunta, para cambiar de tema.

—Ah, me dio estas— digo mientras abro la mochila y saco un paquetito con hierbas medicinales —; dijo que bebieras una taza de té y que te ayudaría a dormir, y que éstas— agrego, sacando otro paquete —son para la herida; puedes hacer un té o machacarlas y ponerlas directamente. Y también dijo que no te preocuparas por el día de hoy, no va a bajar tu sueldo. —

—El señor Lee siempre es tan atento... ¿Vas a cubrirme tú?— pregunta, colocando a su lado las plantas y mirándome con atención.

—Sí, así que no debes preocuparte...—

—Pero dejé demasiados pendientes Kook...—

—Me enseñaste bien, dime lo que tienes que hacer y lo haré por ti. — Respondo, pero al ver que ella se queda callada me doy cuenta de que solo está buscando excusas para ir a trabajar —¿No confías en mí?— pregunto, arqueando las cejas; no creo que el drama sea la mejor alternativa, pero no pienso irme de aquí hasta que Ariana haya sacado toda esa angustia reprimida.

—Por supuesto que confío en ti Kook, es solo...— comienza pero se detiene y agacha la mirada —No quiero estar aquí todo el día, sin nada que hacer. — Murmura, más para ella que para mí.

—Pero necesitas descansar noona— comento con amabilidad, y ella suelta una risa corta.

—¿Desayunaste ya?— pregunta mientras se pone de pie.

—¿Qué? Yo...— balbuceo, aturdido ante su respuesta.

—Yo muero de hambre, ¿Qué tal si preparo algo para ambos?— dice, yendo en dirección a la cocina, conmigo detrás de ella.

—¿Qué tal si mejor tu subes a descansar y yo preparo algo?— propongo pero ella niega con la cabeza.

—Nop, nadie se mete a mi cocina, además no tengo sueño. — Explica, pero sé perfectamente bien por qué está tan renuente a dormir.

Lágrima de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora