Cuatenta y tres

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La sensualidad con la que él la acaricia, encuentra una rápida respuesta en los pezones erectos de ella. Miguel decide lamerlos y nota como se endurecen aún mas. Miguel mordisquea suavemente uno de los pezones de ella, haciéndole sentir un escalofrío que recorre todo su cuerpo, reacciona emitiendo un quejido mezcla de dolor y placer. Miguel se detiene y busca la boca de su amada. María totalmente entregada a la lujuria muerde el labio inferior de Miguel. A los dos les gusta jugar y disfrutar en sus encuentros íntimos. María saca la lengua y su chico capta el mensaje, saca su lengua también, durante unos minutos se dan lametones incrementando el deseo sexual de los dos. En este clima de tensión sexual María le propone un juego:
-" Que te parece si voy a buscar el lubricante de cereza", dice ella riéndose.
-" Umm, sí es una buena idea", responde Miguel esbozando una sonrisa.
Ella se levanta rápido y va al baño, cerrando la puerta tras ella. Abre el armario del baño donde guarda su amor de goma.  Comienza aplicándoselo primero en el cuello, luego en los pezones, para finalizar dibuja el camino que conducirá a Miguel a sus muslos, en ese instante la tranquilidad de la noche es interrumpida por una carcajada que hace prever que la noche será prometedora.

Llenando un VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora