Dime que me quieres

IV

Natalaia Pov
Me desperté la mañana siguiente con un dolor de cabeza increible y no me acordaba de nada de lo que había pasado la noche anterior.
María estaba sentada a mi lado y me explicó lo que habia pasado.
- No puedes seguir así Nat.
- Lose, pero no puedo cambiar, cuando me pongo a beber me vienen a la cabeza todos los recuerdos y bebo más para intentar olvidarlos.
- Tienes 22 años Natalia, una vida por delante para conocer a alguien que te cambie el mundo y para conocerte a tí. Eres una de las personas más fuertes que conozco, no te rindas tan facil.
Si me tengo que quedar cada día aquí lo haré porque si ayer no llega a aparecer esa chica yo no se que hubiera hecho,te quiero mucho.
- Gracias_ la abrazé porque realmente no se que haría si no estubiera conmigo.
- Sabes quien era? La chica que me ayudó.
- No le pregunté su nombre, estába muy asustada pero era muy guapa, parecía cómo si te conociéra de algo pero a mi no me suena de nada.
Pasaron las semanas y después de una charla con Maria y unas horas buscando, encontré trabajo en un bar dónde a veces daban espectaculos y me permitian cantar sin cobrar.
Volví a salir y relacionarme y formé un pequeño grupo de amigos. Damion, María, Marta, Afríca, Miki y yo.
Estaba apunto de acabar el verano y decidimos hacer una fiesta ya que Marta y Miki empezaban la Universida y sería más difícil volver a vernos, los otros trabajabamos de lo que podíamos para poder pagar el alquiler cada mes.
Decidimos hacer la fiesta en casa de Afri ya que era la más grande de todas y al mismo tiempo en la que podiamos liarla más.
Miki nos dijo que iba a invitar a tres amigos suyos y Marta a dos chicas que vivian en su urbanicación.
La fiesta se iba a celebrar el viernes por la noche y nos dibidimos las tareas.
Damion y Africa se iban a encargar de hacer la comida, Marta y Miki de la música, las luces... y María y yo, del alcohol, tabaco y todo lo que podíamos conseguir.

Alba Pov
Era viernes y me estaba preparando con Joan para ir a la fiesta de Miki.
Estaba muy nerviosa porque sólo conocía a Joan, a Carlos y a Miki y aunque me hubiera dicho que sus amigos eran muy enrollados y que me encantarian,siempre me había dado mucho corte conocer a gente nueva.
Me puse un vestido rojo por encima de las rodillas y bajé las escaleras para encontrarme con Joan.
Él era mi mejor amigo y compartiamos piso, fuera ya estaba esperandonos Carlos.
Le di un beso y subí al coche.
Llegamos en unos 20 minutos a la casa de una tal África y se podía escuchar la música desde fuera.
Llamamos al portal y cuando abrieron me quede helada, no podía creer quien estaba detrás de esa puerta.