Capítulo 4.

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Justin todavía no sabía su nombre. Todo lo que sabía era que su apellido era Moller. Le preguntaba a otras personas cómo se llamaba, pero todo lo que le decían era no que sabían.
El no sabía por qué, pero había algo diferente acerca de ella de las otras chicas. No era un mal diferente, era una buena diferencia.
Justin sentía la necesidad de estar allí para ella, como si ella necesitara estar protegida a toda costa. Solo tenía que encontrarla y hablarle de alguna manera, incluso si ella "no podía hablar" con él.
Se aproximó hacía a las afueras de la biblioteca y la vió, se suicidó mentalmente. Se acercó y pudo notar que estaba leyendo un libro nuevo.
Él le sonrío suavemente.
— Oye, ¿Te importa si me uno a ti? — Le preguntó a ella.
Ella lo miró confusa y vacilante, pero terminó por negar con la cabeza, sin importarle en lo absoluto.

— Todavía no tengo tu nombre.

Ella asintió con la cabeza, sabiendo que no lo tenía pero honestamente aún asi no le importaba.

— ¿Puedes decirme tu nombre? Siento que eres  la única persona de este colegio que no juzga a los demás. — Le suplicó mientras le daba ojos de cachorro y un puchero.

Ella lo miró y volvió a dirigir su mirada a su libro, pero fue inútil ignorar su mirada, la sentía ardiente y pegada. Suspiró sabiendo que tendría que decirle su nombre para callarlo, por fin.

Ella giró su cuerpo hacía el mientras respiraba para calmarse. Sacudió los nervios de sus manos cuando Justin la miraba pacientemente.

—Soy Ariana. — Ella firmó cuando notó que Justin se miraba las manos con confusión. — Mi nombre es Ariana, Ariana. — Firmó una vez más lentamente, mientras a la par escríbia su nombre en la esquina del libro.

Justin dejó escapar una risita nerviosa.
— Lo siento, todavía no entiendo, ¿Tu nombre es Ari Ana? — Preguntó.

Las cejas de Ariana se fruncieron mientras negaba con la cabeza. Extendió su dedo índice, mostrándole donde había escrito su nombre en el libro.

— Oh es Ariana, yo estaba cerca igual. — Dijo riéndose, mientras que ella lo miraba sarcásticamente. — Está bien, no estaba tan cerca, pero ¿Me puedes culpar? Estoy óxidado en el lenguaje de señas.

— ¿Así que sabes? — Preguntó ella.

— Quiero decir, en cierto modo. Aprendí señas en la secundaria porque tenía compañeros sordos, que por ciento eras buenísimos, así que el director hizo que nos hicieran una clase para firmar con el fin de que nadie estuviera excluido. —Dijo, mientras ella asintió. — Eres sorda?

— No, prefiero hablar por lenguaje de señas que con palabras, pero para los demás solo soy tranquilidad.

— ¿Cómo? ¿Así te llaman? ¿Por qué?

Ella asintió, frunciendo las cejas sin entender por qué le estaba contando esto.

— Porque no hablo, así que piensan que soy rara.

— Bueno yo seré el juez de eso. — Sonrío mientras se recostaba y miró cada rasgo detenidamente de ella, sonrió y dijo. — Eres hermosa Ariana.

Pero la sonrisa se desvaneció cuando la vio poner los ojos en blanco y comenzar a recoger sus cosas, para luego alejarse. Justin rápidamente la siguió y comenzó a preguntarle que pasaba.

— No puedes hacer eso, no me mientas. — Dijo cuando se volteo para mirarlo a la cara.

— No te estoy mintiendo Ariana, eres hermosa.

— Solo dejalo así, déjame en paz. — Dijo enojada sin volver a voltear, alejándose.

Sonó el timbre y Justin se dirigió al vestuario para ponerse la ropa de gimnasia, al entrar vio que estaba Zack y Ethan, para variar su día alegre. Terminó rápidamente de cambiarse, al voltear, notó que Zack lo estaba mirando fijo.

— ¿Tienes algún problema? — Escupió Justin, harto de los dramas entre Zack y Skylar.

— Sí, eres tú. — Dijo Zack con confianza.

— Zack, siéntate ¿quieres? — Murmuró Ethan mientras arreglaba sus cordones.

— Sí Zack, siéntate ¿quieres? Realmente no quieres meterte conmigo justo en este momento. — Escupió humildemente mientras se dirigía al campo de fútbol.

No hacía tanto calor como ayer y Justin estaba algo feliz por eso, ya que están en la cancha abierta para hacer algo. Vio a las bancas y inmediatamente se dirigió hacia Ariana.

— Ariana, lo siento si realmente te ofendí con esas palabras de alguna manera.

Ella lo ignoró y se levantó para seguir las instrucciones del entrenador.

— Ariana por favor, escúchame. — Le dijo mientras caminaba a su lado.

— ¿Por qué no me dejas en paz? ¿O acaso esto es un juego enfermo que quieres jugar conmigo? — Ella continuó.

Justin se sorprendió por la pregunta bastante y comenzó a sacudir su cabeza rápidamente.

— Quiero decir.. Mira a tu alrededor. —Dijo encogiéndose de hombros.

— Pero no soy como ellos Ariana, te lo dije. —El la tranquilizó.

Ariana levantó sus brazos con frustración mientras los dejaba caer a sus costados.

— ¿Cómo se supone qué debo saber eso?

— Solo confía en mí. ¿De acuerdo? — Dijo mientras alzaba su dedo meñique en forma de promesa. Ella miro su meñique y lo miró repetidamente mientras pensaba sí podía o no confiar en él. Suspiró fuertemente.

— No lo sé. — Ella firmó siendo totalmente honesta.

— ¡Moller, ve con tu grupo ahora! — Gritó el entrenador.

Ariana miró por última vez a Justin con tristeza, para luego correr donde su equipo a ponerse al día con su clase. Justin la miró mientras se alejaba y caminó el también de regreso a su clase antes de que el entrenador le pudiera gritarle. El entrenador les hizo hacer estiramientos y alguna sesiones.
Mientras que él se estiraba, miraba a Ariana que perezosamente hacía sus ejercicios mientras en algún que otro descanso sacaba su libro que tenía detrás de su camisa metido en sus pantalones cortos de gimnasia. El sonrío pensando que era muy lindo.

—¡Hey, Justin! ¿Qué estás mirando? — Zack gritó.

— ¿Y a ti qué te importa? — Escupió Justin.

— ¿Por qué estás tan a la defensiva? — Dijo Zack sonriendo.

— ¿Por qué eres tan jodidamente desagradable? — Preguntó Justin mirándolo con irritación.

— ¡Vete a la mierda Zack! — Grito Ethan irritado por el nuevo comportamiento de  su amigo Zack.

Justin se río, encontrando gracioso como el propio amigo se frustraba por sus actitudes.

— ¿De qué diablos te ries, eh? — Escupió Zack.

— Eres como su perra, ¿Lo sabías? — Justin le dijo a Zack sacudiendo su cabeza mientras se levantaba. — Realmente deberías hacerle caso a tu amigo, dejarme en paz y dejar tus actitudes de mierda. — Dijo una vez más para así alejarse a buscar agua.

Camino a buscar agua se topó con Ariana, notó el nombre de su libro nuevo.

— Ya terminaste "To The Lighthouse? — Preguntó a lo que ella asintió en forma de respuesta. — ¿Qué estás leyendo ahora? — Preguntó.
Ella le mostró la portada del libro, ya que reveló el título pudo ver qué estaba leyendo: "Cómo matar a un ruiseñor".
— Sí, es muy bueno creo que.. En realidad olvidé ya de como iba e libro siendo honesto.

Ella sonrió mientras rodaba sus ojos juguetonamente. Ella vacilante alza su meñique frente a él mientras lo mira. El sonríe suavemente y envuelve su meñique al rededor del de ella, manteniéndolo allí mientras lo mira con nostalgia. Ariana se da cuenta de esto y se aclara la garganta mientras desenvuelve su meñique despacio.
— Eso no significa que confíe en ti, pero espero poder llegar a hacerlo. — Firmó ella sonriendo ligeramente.
— S-sí, entiendo. — Dijo y sonrió cuando Ariana asintió lentamente, se fue de vuelta con su grupo. Y sonrió felizmente mirando a sus pies para luego mirar hacia atrás y encontrar a ella sonriéndole.

TranquilidadWhere stories live. Discover now