-Aaromi- Una Chica Con Súper Poderes

¡AAROMI!

Verónica se encontraba en su cuarto, acostada en la cama, escuchando música con su bocina.

Ya es de noche, mi día a avanzado de maravilla, y lo mejor es que dentro de poco sale Aaromi. Me pregunto cómo la estará pasando, desde las siete de la mañana hasta las once de la noche, realmente es un infierno, más cuando trabajas de oficinista supongo.
¿Esta canción no ya la había oído antes?- Pienso, llegó nuevamente la canción "We Will Rock You", cosa que hace un par de canciones ya había oído.
Ya que, una canción repetida está bien.
Decido checar la hora, tomo mi celular y lo enciendo, veo que son las once de la noche, ¿será que salgo desde ahora o salgo más al rato?, ella no trabaja lejos de mi casa, y con auto quizás llegue en un par de minutos.
Será mejor jugar un rato, la mejor arma para matar el aburrimiento son los vídeo juegos.-Me siento en mi cama y busco mi computadora, ¿debería cambiarle el color a mi cuarto?, es azul, mi color favorito, pero siento que debe de tener una pequeña remodelación.

Después de media hora de estar jugando me decido levantar, realmente me duelen los ojos, me arden, pero valió la pena, aunque perdí.
Apago mi laptop y la pongo en un mueble que tengo al lado de la mesa, me orillo a la esquina de la cama y pongo un pie en el piso.
¡Ay!, realmente está helado el piso, debería apagar el aire acondicionado un rato- No puedo estar en mi cuarto si este mismo no está a 16 grados, ¡es una ley!
Me paro sintiendo esa honda helada recorriendo mis pies, me agacho a buscar mis chanclas, normalmente las aviento abajo de la cama, algo que debería dejar de hacer.
¡Ahí están!- En hora buena, las encontré. Las tomo acostándome en el piso, diablos que sí está frío. 
Luego de tomarlas me las pongo y me dirijo hacia mi sala, tomo las llaves que están en una canasta, con mi pasaporte y mi cartera, la tomo igual. Al salir de casa siento un frío abismal, es otoño pero hace frío , bastante, frío, supongo realmente que es normal.
Cierro con llave y salto tres veces, es una buena forma para recordar que cerré y no tener que volver a las dos cuadras preocupada pensando en si cerré o no.

Son las once con cincuenta, Aaromi ya debe estar saliendo de trabajar, apuesto que está exhausta-Pienso mientras enciendo el auto y me dirijo hacia su trabajo, está a unos cuantos minutos de mi casa.

Ya han pasado diez minutos desde que salí de mi casa y no encuentro a Aaromi, ¿dónde se metió esta niña?

Okey, okey, si me altero no la voy a encontrar.-Desde hace tiempo que me había alterado, pero si me alteraba más realmente que no la iba a encontrar.
Vamos, vamos, ahora mismo la visión rayos X de SuperMan me servirían mucho-¿En dónde se habrá metido?
He estado pasando por las calles alrededor de su trabajo, pero no veo a una chica toda preciosa, castaña y con cero ganas de seguir viviendo.

Cinco minutos después mi mirada se ilumina, ahí está, caminando desolada, sin nadie junto a ella y sin nadie cerca, apuesto a que está realmente aterrada.
¿Estaría mal si le juego una broma?-Quizás estaría mal, pero ella hace tiempo me hizo una broma bastante mala, no sería malo si se la devuelvo, y mejor en su cumpleaños.
Me acerco lentamente con el auto, para conveniencia mía puedo hacer ligeramente la voz de un hombre.

¡Hey nena detente!- Realmente me estoy cagando de risa, veo como ella acelera un poco el paso, yo acelero la velocidad del auto un poco más.
Veo como se detiene, yo avanzo normalmente con el auto hasta llegar a ella, estaciono el auto a su lado. Veo que está temblando, estoy a nada de reventar de la risa. 
Bajo la ventana del auto, se ve en su cara, me va odiar bastante cuando se dé cuenta.

¡Holaaa Aaromi! ¿te asusté?- Me carcajee de verdad, me reí muy fuerte.

Eso fue lo último que recuerdo, lo siguiente fue estar en su casa y de pronto sentir como mi cabello se erizaba, al final un golpe en la cabeza y me desmayé.
Despierto, estoy en una silla atada, Aaromi está frente mío, atada de igual manera. A mi lado hay cosas de cirujano, ¿será que me operaran despierta?, cosas que había escuchado, visto por internet.
Estamos en un cuarto totalmente oscuro, realmente no se ve nada. De la única luz que no era del cuarto sale un hombre, es una persona gorda, tiene un sport blanco, aunque ahora era casi café, estaba realmente sucio el hombre. 
¿quién demonios eres?-Digo confundida, me duele mucho la cabeza, muevo la cabeza de un lado a otro, denotando mi confusión.
¿qué quieres con nosotras?-Pregunto, esperando esperanzada una respuesta que sé que nunca llegará.
El hombre, ignorándome se me acerca, tiene unos guantes azules, cosa que sé que pronto serán rojos, tengo miedo, pero intento mantenerme calmada.
Esa chica, esa chica frente tuyo, ¿es tu hermana?- Pregunta el hombre, con una sonrisa, realmente me da asco, él se para enfrente de la mesa con las cosas de cirujano.
Eso no es de tu incumbencia- Le respondí enojada, mirando hacia abajo, luego miré a Aaromi, diablos, su cumpleaños, su peor cumpleaños.
¿Sabes qué sí es de mi incumbencia?- Dijo con una sonrisa, rió ligeramente, tomó un cuchillo de cirujano y lo guardó en su bolsillo-. Es lo que tienes debajo de esta maldita cosa que te cubre esos enormes senos.- Tomo mi blusa y sacó su pequeño cuchillo, me agarró realmente fuerte y cortó mi blusa, la separó, maldito monstruo.
¡¿Qué diablos haces?!- Expreso mi enojo, mi gran confusión, no sé qué me hará, no lo entiendo, ¿por qué a nosotras?
Haciéndome espacio, zorra.- Tomó con una de sus desagradables manos uno de mis senos, lo apretó fuertemente, diablos que sí da asco, es desagradable, esto realmente no me gusta.
Vaya que sí me perdía de todo cuando te veía con esos estúpidos en el fútbol.- No me aterraba el hecho de lo que estaba pasando, sino, me aterraba que posiblemente todos los días este bastardo me veía desde las gradas, es extraño, ¿no? estás viviendo tu vida, pero en secreto alguien te observaba todo el tiempo.
Suéltame bastardo, cuando salga de aquí te juro que te pudrirás en tu tumba-Me siento aterrada, de verdad aterrada, él no se detiene, sigue apretando fuerte, guarda el cuchillo que mantenía en la otra mano, y con las dos palmas estruja mi seno izquierdo.
Eres realmente sexy.-Dice con una enorme sonrisa, yo me intento mover, pero entre más me muevo parece que más lo disfruta.
Suéltame, ¡suéltame!- Grito, con desesperación. Comienzo a llorar.
No puede ser, ¿estás llorando?- Me dice viéndome a los ojos, lo miro y rápidamente volteo la mirada hacia cualquier lado donde no me vea.
Es decepcionante que toda esta belleza se vaya a la basura dentro de unos minutos.- Lo dice aún apretando mis senos, no puede ser, no puedo morir aquí, siendo manoseada por un hombre gordo, feo, su simple voz me hace tener una sucesión de sentimientos horribles.
Él saca el cuchillo de su bolsillo.
¡Eh!, ¡Eh!, no, no, ¡DETENTE!- Grito, demonios, demonios, demonios, no, no, no.
Sin previo aviso, él con delicadez entierra el cuchillo en mi estomago, se siente extremadamente horrible, un dolor que no puedo describir. Comienzo a llorar deliberadamente, grito con desesperación.
Deja de moverte zorra, si te mueves tanto entonces no puedo sacarte el riñón.- Él aparta el cuchillo de mi estomago, lo deja en la mesa al lado mío y se va con algo de rapidez hacia la puerta donde salía la luz.
Diablos, enserio duele, de verdad duele.- Digo sollozando de dolor, miro a Aaromi, quien poco a poco comienza a despertar. 
¡Aaromi! ayúdame, ayúdame por favor- Grito desesperada, con las pulsaciones de dolor en el estomago, siento como mi sangre escurre, ¿este es mi final?

¡AAROMI!- Rompo en llanto, al hacer eso escupo algo de sangre.
¡Verónica!- Oigo gritar de Aaromi, ella está aterrada, la veo a los ojos, ella llora, realmente está fuera de lugar.
Ayúdame por favor, ayúdame- Sé que no puede ayudarme, pero no quiero perder la fe en nada, siento como mis fuerzas van desapareciendo.
Después de unos gritos más entre ella y yo, el hombre gordo de antes entra a la habitación, con una aguja, no sé realmente qué pasará, sólo tengo miedo. Que curioso, todo el día diciendo que lo mejor es permanecer calmada y pierdo la cabeza en el punto más importante.
El hombre se acerca a Aaromi y de pronto otro tipo sale de la oscuridad del cuarto, sin saberlo siempre hubo otra persona en el cuarto, y quién sabe cuantas más.
¡AAROMI!, ¡NOOOOO!