Al despertar, me costó deshacerme del abrazo de Julian, pero tras un par de intentos, consegui que me soltaran sus fuertes brazos.
Fui a la cocina a hacer el desayuno. Preparé el batido energético de Julian e hice tostadas.
- Buenos días...- Oí que murmuraba el alemán justo antes de abrazarme por detrás.
- Buenos días.
Cogió una tostada sin soltarme y le dió un mordisco.
- ¡Oye!- Le regañé riendo y quitándole el pan de la mano. Hizo un puchero y se sentó en la banqueta a mi lado.- Tómate primero el batido y luego te dejo tomar una.- Expliqué entregándole el vaso.
Miró el contenido verde con asco y puso cara de cachorro.
- No pienso ceder.
Hizo una mueca, pero se bebió todo de golpe.
- ¡Reclamo mi tostada!
Reí y le devolví el pan mordido por él.
- Muy bien, Jules...
Sonrió y siguió comiéndose su tostada.
Terminamos el desayuno hablando de cualquier cosa, menos fútbol y Neymar.
- ¿Vas a venir hoy al entrenamiento?- Pregunté mientras terminábamos de recoger.
- ¿Os toca con los chicos?
Asentí con la cabeza.
- Anda, ven... No va a ser lo mismo sin poder observarte desde la distancia.- Soltamos una carcajada.
- ¿Eso hacías?
- Algo así, si.
- Bueno, tengo que reconocer que yo también.
Volvimos a la habitación y nos cambiamos en silencio. Me peine y me maquillé lo justo mientras Julian llamaba a sus padres, y me acordé de mi hermana. Esa noche la llamaría y quedaría con ella. Tenía que saber qué era lo que le había hecho cambiar de opinión.
- ¿Estás bien?- preguntó el alemán poniendo una mano sobre mi pierna, ya en el coche.
Me había quedado pensativa desde la llamada, y en silencio, lo cual era muy raro en mi.
- Si, solo estaba pensando.
- ¿En Neymar?
- ¿Qué?- le miré atónita, pero en seguida devolví la mirada a la carretera.- ¡No! No digas tonterías.
- Bueno...- Fingió una sonrisa, pero quitó su mano de mi pierna y se dedicó a mirar por la ventanilla en silencio el resto del viaje.
Cuando llegamos a las instalaciones, tuve que irme por un pasillo diferente al de Julian, así que le frené antes de que se fuera sin despedirse.
Cogí su cara entre mis manos y le besé.
- Te quiero.- Sonrió en mis labios.- A ti. No a ningún brasileño.
Esta vez, fue él quien me besó.
- Lo sé, lo siento.
- Dale, que vas a llegar tarde.
Siguió su camino y le vi alejarse. Suspiré.
- Buenos días, Ana.- Saludo Ariana sonriente.
- ¿Qué tal?
- ¡No te lo vas a creer!- Exclamó emocionada mientras entraban los jugadores al campo. Julian entró con ellos y se sentó en el banquillo. Le sonreí y me respondió al gesto.
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//PAUSADA// Por Volver A Ver Tu Sonrisa ~ Julian Draxler
FanfictionUna casualidad puede marcar el resto de tu vida Una persona puede volver a hacerte sonreír