Capitulo 3

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 Besos Eróticos

La Mujer Dice:

Cuando te sueño es como ir al cielo. Eres transportado  a las profundidades de mi cuerpo, que es como un delicioso  aperitivo. ¿Cómo puedo escapar? Si me tienes rodeados  de tus besos. Cuando me aprisionas
con tus brazos. Te dejo  que me tengas toda. Te dejo que me poseas toda.

Mi cuerpo es tuyo para satisfacerte; para quemar tus ansias. No quiero ir a ningún otro lugar sino dentro de ti. 
Mi amor no eres tú. Mi amor es el fuego que te enciende hasta que me devoras toda. La quieres toda adentro de mí y yo la quiero tener toda adentro de mi hasta que seamos uno. 

Hasta que no me sienta yo sino tu. Hasta que yo sea tu haciéndome el amor.

Esta es la clase de fuego que me enciende para siempre. Este fuego viene de mí.  No te permitirá ver a otra mujer que no sea yo. Porque nadie te puede encender como yo. Porque yo tengo la llave que ten enciende. 

Cuando tu espada se entierra en la rajada celestial, el poder de tu espada sigue enterrándose más y más sin parar.

El Hombre Dice:

Estallas en un caos emocional que enloquece a mi dragón furioso. Gritando en suplica, implorando no caer de la rajada celestial.  Deja que mi poderosa espada resista el fuego de tu herida. Deja que mi dragón salga victorioso hasta el fin.

Oh Mi Dragón dale duro a esa rajada hasta que supure ese néctar delicioso. Hasta que esa rajada se agote. Rómpele el ejote hasta las lágrimas. No dejes que descanse hasta que estalle como un volcán de desesperación emocional.

SUEÑO DE AMOR

En el amor no ha de llover un constante diluvio de desilusión.
Mi cuerpo excitado de lujuria. Amante de tu cuerpo que se extremese al compás de tus caderas. Sin tregua me pierdo en tus brazos y a tus besos ardientes que despiertan al dragón dormido.

Rituales de pasión en una noche de tormenta. Mis manos recorren todo tu cuerpo. Haciéndote el amor como un loco que no razona hasta metértela toda. Tus gemidos despiertan al dragón que estalla en una despliegue de gozo.

Es un sueño de amor. Solos tu y yo saboreándonos y comiéndonos mutuamente.
Tu cuerpo es un altar de majares.  

El huerto de mis delicias. Tus ojos el fruto de mi ansiedad. Tu boca me enloqueces con tus labios grades y carnosos que me invitan a comer. Tu pelo como una cascada que adorna tu rostro. Reflejando el fuego que nos consume hasta los huesos.

Recorro tu camino hasta llegar a mi destino para hacer tu voluntad. Al entrar mi dragón a tu guarida. Estallas en una erupción de gritos y gemidos.

"¡Así mi amor! No te detengas. Mas fuerte, mas rápido... ¡Ahyyyyyyyy! ¡Mi amor así! Te amo. El eco de tus gemidos retumba como un relámpago en una noche de tormenta.

Empujando hasta adentro una y otra vez. Tus senos danzan con una belleza encantadora , como una bailarina al compas de los movimientos de tus caderas. Cuando mi dragón te haya herido de muerte y tu bello rostro lleno de satisfacción, llorando lagrimas de un amor consumado.

Tú eres todo aquello que me hace enloquecer de pasión por tu haber. ¡Qué hermosas son tus fuentes que me llenan de satisfacción. Débil soy ante tus deseos! ¡Qué hermosos son tus brazos aprisionándome a tu cuerpo! Tus manos prodigan mi alegría. Anuncian la llegada de tus besos. No me canso de saborearte,

de comerte toda. Desde tu altar, desde lo más profundo de tu deseo. Cuando suspiras por mí, aparezco como una visión fuerte y potente.

Con mi espada desenvainada tiemblas ante mi presencia de pasión desenfrenada; por la lujuria que te profeso. Se refleja en tu cuerpo listo para ser penetrado. "¿Dimes que quieres doncella impaciente? Que siento tus ansias recorrer mi cuerpo.

En el altar de tu alcoba totalmente desnuda, extiendes tus brazos. La doncella se levanta y toma en sus manos
el instrumento de amor.
Lo acaricia con sus manos.
Lo saborea con sus labios.
Lo erige con su lengua larga y gruesa.

Se acuesta en el altar y se abren las columnas. "¿Sabes lo que quieres mujer de fuego? Aférrate a este instrumento de guerra. Tu cuerpo pide este miembro viril. ¡Deja que entre y salga y haga maravillas. Que tu naturaleza se estremezca de lujuria y de placer. Deja que penetre tu corazón, esa herida profunda hasta desgarrar tus ansias.

La Mujer Dice:

Ven a mi amado mío y apaga este fuego que me consume. Quiero sentir tus manos acariciar mi piel desnuda. Que tus besos abran las columnas de mi cuerpo. ¡Entra poderoso guerrero! Expresa tu deseo. Llévame hasta la cima del cielo y no me dejes caer. Mis manos son mis palabras. Con mis labios expreso mi deseo por ti.

El Hombre Dice:

"Escúchame exuberante doncella que de ti destila pasión como en un manantial. Este instrumento de guerra es tu medicina. Tómalo en tus manos. Acarícialo y saboréalo con tus labios.

La marea del gozo desciende. La inmensidad de tus besos declina lentamente. ¡Qué suculento gozo es el orgasmo! Sube hasta lo alto y luego declina lentamente. Los jadeos se relajan y tu abrazo se hace más fuerte en el último desenlacé del orgasmo.
Te quedas dormida con una sonrisa de placer. Perdida en mi brazos, asegurando el próximo sueño de amor. Vuelvo al lugar de mis sueños. Esperando volver a soñar.

Mi espada pide guerra al enemigo de mi indecisión. Atraviésale el corazón hasta que sangre su herida. Hasta que pida a gritos que sela metas. No se la metas hasta que te implore. ¡Basta ya de rosas y chocolates! Sincérate con tus pasiones. Cuando latienes parada y a la puerta. Rezar no sirve de nada. Tu desnudez me tapa la razón.La carne es más fuerte y caigo derrotado. 

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⏰ Last updated: Feb 10, 2019 ⏰

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