✋ 열한 ✋

532 35 6
                                    

No sería la primera vez que Dai y Yunho tendrían relaciones, pero sí la primera en la que ella iría a su casa exclusivamente para esos fines: llevaban un par de semanas charlando sobre ciertos morbos de los que Dai no estaba muy orgullosa, a diferencia de Yunho.

—En casa te haré un café e iremos directo a mi cama —sentenció ni bien fue a buscarla.

—Bueno...

Una vez allí y con el regusto amargo del café en su boca, entró al cuarto de Yunho seguida por él. Era una habitación oscura y pulcra, con muebles negros y piso blanco; en su centro, una inmensa cama matrimonial se erguía, preparada y lista. Las frías manos de Yunho acariciaron su cintura a la vez que sus labios buscaban su cuello, dejando húmedos besos en éste.

—Date la vuelta y mírame.

Dai acató la orden.

—Muy bien... —acarició su cabello— Me encantan las chicas obedientes.

Dicho esto, la tomó de ambas mejillas y acabó con la distancia entre sus labios, dando lugar a un beso húmedo, durante el cual Dai se tomó la libertad de morder con fuerza, provocando un ligero dolor.

—No hagas eso... —lamió sus belfos con la punta de la lengua previo a devorarlos nuevamente.

La espalda de Dai yació sobre el mullido colchón con él encima, sin cortar el beso en ningún momento. De un momento al otro, casi toda su ropa se encontraba en el suelo y su piel era tanteada con curiosidad casi infantil.

—Espero que no te moleste... si hago algo un poco atrevido ahora.

Al principio no comprendió del todo, pero luego la puerta se abrió suavemente dejando ver a Wooyoung, un amigo muy cercano a Yunho, un poco menor que él y un poco mayor que ella. Dai miró a Yunho en busca de una explicación, con el ceño fruncido y una expresión de preocupación.

—Hola, Dai —dijo Wooyoung como si acabaran de encontrarse por casualidad en un bar.

—Ya lo conoces, ¿no? Ah... es muy raro que hagamos algo por separado y he estado haciendo la excepción por ti desde que empezamos a salir. El día de hoy pensábamos tener este encuentro contigo. No te dije la verdad porque sabía que no te gustaría la idea. Así que tendrás que elegir si quieres que lo hagamos a la fuerza o no.

Incapaz de modular una frase completa, alternando la mirada entre ambos, negó con la cabeza e intentó levantarse, cosa que le fue impedida por los brazos de Yunho, que eran más fuertes de lo que parecían. Wooyoung se sentó a sus pies y Yunho tomó lugar junto a su torso, mirando con terrible calma, como si estuviera en presencia de algo digno de adorar.
Obviamente, Dai intentó negarse e irse de allí sin éxito, ya que las manos del menor de ambos sostenían su cadera, pegándola a la cama, y quien hasta ese momento era la persona en quien más confiaba tomo su cuello casi con posesividad acercando su rostro al de ella nuevamente.

—Eres hermosa, Dai... y tu poder, Scrap, es justo como el de Yeosang... pero él es más peligroso, tú eres inofensiva cual mosca... además... tú me quieres, ¿verdad? Puedo usar eso a mi favor. Tu poder me parece divertido e interesante, y nosotros amamos las cosas así.

—Pero no quiero hacer esto —su voz comenzaba a quebrarse—. Por favor, paren...

—Oh, claro que vamos a parar... una vez que hayamos terminado. Mi pequeña Dai... estás tan indefensa y eres tan fácil de convencer... me encanta eso de ti. Pero por si acaso, tenemos que usar esto.

Sintió un frío en el cuello: era un collar unido a la cama por una cadena, que evidentemente estaba escondida bajo las suaves almohadas, razón por la que no las había visto. También sus manos fueron sostenidas por unas esposas con un mecanismo similar al de su carlanca.

I CAN FIX HIM [Song Mingi] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora