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Rey continuó su camino, miraba al suelo y sentía que algo molestaba su corazón. Se detuvo un instante y miró por varios  segundos el guante que cubría su mano. Estaba manchado de rojo.

-¿Por qué ahora me importa que vean lo que soy en verdad?- se dijo así misma -¿Desde cuando me importa lo que piensen de mi?

Cerró su mano en un puño y con él aquellos pensamientos que le causaban tanta incertidumbre. Entonces volvió a continuar su camino.

La reunión con el Líder Supremo, consistía en una de sus holo-llamadas algo exageradas, en las que se veía imponente sentado en el trono que le pertenecía a ella, dónde probablemente pediría más cosas de las que eran necesarias. <<Probablemente recortará de nuevo mi tiempo>>, pensó, <<después de esto seguramente lo mataré y tomaré mi trono. Ya estoy cansada de todo esto>>.

Antes de entrar a la sala, se encontró con Pashma. Enseguida Rey sintió el odio que la líder de los Stormtrooper sentía por ella. A pesar de todo la portadora de la reluciente armadura se inclinó ante ella.

-Comandante.

Rey se abstuvo de decir algo y respondió  el saludo con un leve movimiento de cabeza. 

Pashma continuó caminando. Cuando se alejó unos metros Rey suspiró y se preparó para entrar a la sala.

Las puertas se abrieron en automático al presionar un botón, en el panel que permanecía a lado del imponente portal.

Dentro se encontraba Armitage, firmé, con los brazos cruzados por la espalda y su ceño levemente fruncido. Ella sabía perfectamente que estaba retrasada.

El pelirrojo miró las salpicaduras rojas en su ropa, se aclaró la garganta con los ojos cerrados.

-Antes   de que me cuestiones, asesiné a unos cuantos troopers.- ella esperaba que preguntará el motivo, sin embargo no emitió ninguna palabra, permaneció callado y cerio. El pelirrojo sabía que no podía cuestionarla de más.

En la reunión con el Líder Supremo Se discutieron los avances que se tenían con la arma. Rey explicó el avance a lujo de detalles. Advirtió a su Líder que estaría lista dentro del tiempo establecido, por lo que no debían preocuparse. Para suerte de todos, la reacción de Snoke fue satisfactoria. Y no había más que pedir, en ese momento, Rey supo que su gente estaría a salvo por lo menos un par de semanas más.

Habiendo salido de la sala, Hux arrastró a Rey hasta su habitación. Hay la lanzó, haciendo que tropezara. Sus habilidades la hicieron mantener el equilibrio, para regresarle una mirada fulminante.

-¿Por qué apareciste así ante el Lindes Supremo?- reclamó, tomando un tono rojizo.

- No puedo cambiar mi ropa cada vez que asesinó a alguien -dijo en tono sínico -. Podía retrasarse, y sabemos lo que pasa cuando eso ocurre. Además, -dijo molesta -ambos sabemos que todo esto me pertenece, si sigo escuchando a Snoke es porque es mi maestro y porque me crió.

- Te estás burlando.- afirmó el pelirrojo.

-Obviamente.- reiteró. Su mirada cambio, dejó ver una mezcla donde  temor,  preocupación, ansiedad bailaban al compás de aquella orden, aquel informe. -Sera mejor que pongas en cintura a esos soldados, incluyendo a Pashma, o lo haré yo.

- Lo haré.- afirmó el pelirrojo sin cuestionar lo que había ocurrido.

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Rey se dirigió a su habitación mientras recordaba la mirada de aquel rubio, con sus enormes ojos abiertos de par en par, sorprendido al ver como asesinaba a otras personas sin piedad. En ese momento recordó la primer vez que mató a alguien, el ligero arrepentimiento que se evaporó con el sonido de las palmadas de su maestro, Snoke.
<<Bien hecho, querida.>> Esas palabras resonaron de nuevo en su cabeza.

Cuando entro a su cuarto, se percató de que alguien estaba dentro, sin embargo no eran sus guardias.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a preguntar, ¿Porqué?

-¿Porqué qué? – respondió ella mientras se quitaba los guantes manchados de sangre.

-¿Porqué nos ayudaste?

Rey sirvió dos copas de whiskey coreliano, entonces le ofreció un trago al rubio que permanecía sentado en el borde de la cama. El hombre lo recibió y bebió el líquido de un trago.

-Porque están a mi cargo, son mi gente.- bebió ella de la misma forma que él -Además, si algo les pasará nos retrasaríamos aún más. Fue por un bien mayor.

Ella se dejó caer en un sillón mientras observaba atenta al rubio.

El hombre se puso de pie, tomo el vaso de la chica y fue hacia la mesita para volver a servirle. Le dio su vaso y ella lo bebió con gran velocidad.

-Algo me dice que mientes.

Rey levantó la ceja. mirándolo atenta.

-No lo sé. No actúas como Hux. Eres diferente.

-Que actúe diferente, no significa que lo sea. -dijo mientras extendía su vaso para que él lo volviera a llenar. Él procedió y llenó también el suyo. -No sé porque me causas tanta obsesión. -dijo con el filo del cristal en los labios.

-¿Qué quieres decir? -cuestiono con cautela.

-Desde que te vi en esos pasillos, no puedo sacarte de mi mente. -bebió el líquido de su vaso. -eres soso, pareces idiota, y tienes unas enormes orejas que tratas de ocultar con tu cabello.

-Gracias por ver mi lado atractivo.- bromeó mientras llenaba de nuevo los vasos.

-Podría tener a cualquier hombre conmigo, pero solo te quiero a ti.- admitió ella mientras se lanzaba a sus brazos para besarlo.

Unió sus delegados labios con los de él, y con el primer toque sintió como una descarga eléctrica que recorrió todo su cuerpo. Él se quedó helado, el primer contacto con la chica lo dejó fuera de sí. Sin embargo correspondió el beso, que poco a poco se fue intencionado.

Ella lo besaba con gran pasión, lo deseaba de verdad. Sabía que no era lo mismo que sentía por Armigate, era diferente.

Matt cargó a Rey, la recostó sobre la cama para seguirla besando. También la deseaba, pero debía parar, debía ser más fuerte que su inpulso. No podía compartir la cama con la asesina de su padre. Entonces el rubio se separó de ella. Jadeante por la falta de aire vio a la chica a los ojos. Esa no era la mirada de una asesina. 

El entrelazó su mano con la de la chica, era tarde ya, su deseo pudo más, volvió a los labios de Rey, degustó el sabor a whiskey que se había impregnado en ella.

Se separó de nuevo y unió su frente con la de Rey.

-¿Por qué yo? -cuestionó él.

-Creo que es porque no me miras como los demás, no me vez como el monstruo.- ella lo besó de nuevo -porque buscas saber quién soy en verdad.

En ese momento él fue quien la beso de nuevo. Ambos estaban ebrios, por lo que Matt se acostó a su lado y la abrazó. En ese momento ella se sintió protegida, como si no hubiera problema alguno, como si solo fueran ellos dos.

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Hola a todos!

Lamento haber tardado tanto en actualizar y mi horrible conducta al dejarlos pensar que no me importan. Pero mi trabajo me está absorbiendo demaciado 😫.
En fin...
Les dejo esta actualización, espero la disfruten.
Prometo actualizar de forma más constante.
Gracias por todo.
Qué la fuerza este siempre con ustedes. ❤️

Yahaira MoRz.

Rewriting Our History [Reylo AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora