Capítulo 11.

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James' POV.

Una cara bonita puede esconder muchos secretos.

James Smith seguía dándole vueltas a un suceso el cuál aún no podía entender

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James Smith seguía dándole vueltas a un suceso el cuál aún no podía entender. A pesar de que ya habían pasado varios días. Todo empezó el martes, habían tenido a última Historia de los Prodigios, donde las profesora Lydia Martin les comunicó que al día siguiente harían un control para evaluar lo que habían aprendido en el poco tiempo que llevaban ahí, con conceptos básicos por lo que realmente aunque contará en la nota final sería algo muy mínimo.

A James no le importó mucho, pues solía atender a clases. Salvo cuando no estaba perdido en sus pensamientos, pero aquello solo solía durar menos de cinco minutos cuando se daba cuenta de que en realidad estaba observando a Olivia Grace embobado mientras ella hablaba con su amiga, Lucy Evans.

Eso sí, el resto de la clase (exceptuando también a la propia Olivia quien solo se encogió de hombros y siguió escribiendo algo en su libreta) se lo tomó muy mal. Prácticamente todos se quejaron de que eso era injusto y argumentando diversas excusas incoherentes más. Ya que entre la mitad de alumnos que solo se dedicaban a mirar a la profesora embobados sin atender a nada más ni sus palabras y la otra que no hacían caso a la clase y mucho menos de la profesora: nadie le había dado verdadera importancia a la asignatura.

Su mejor amigo, Dylan Blake, también había pasado de aquella clase. Pero a diferencia del resto, había sido porque se tomaba aquello como una "Hora de la Siesta". En cuanto llegaban al aula, sin importar a qué hora era: se sentaba en última fila, ponía un montón de libros en la mesa y escondiéndose entre ellos apoyaba la cabeza en la mesa durmiéndose a los pocos minutos. James envidiaba su capacidad para hacer aquello tan rápidamente.

Pero cuando su siesta fue interrumpida por los quejidos de la gente y James le explicó la razón: automáticamente todas sus alarmas saltaron. Empezando a maldecir porque a pesar de que el tema constaba de cosas sencillas que cualquier persona que había sido criada como un Prodigio sabría: él no se acordaba de nada pues nunca hizo caso a esos cuentos, ya que ni creía en ellos ni le interesaban.

James decidió que no iba a ayudarlo, pues en realidad Dylan sabía más que él: simplemente sus recuerdos parecían no salir a la luz. Aquella noche, Dylan se la pasó estudiando hasta las tantas estresado y nervioso a más no poder, no podía suspender o su padre se cabrearía con él. James sabia perfectamente que cuando eso pasaba, las consecuencias podían ser bastante graves.

A la mañana siguiente, cuando el Tierra se levantó se dio cuenta de que el Heredero seguía dormido en la mesa dónde hasta hacia unas horas estaba estudiando. Decidió que lo dejaría descansar un poco más y cuando volviera de desayunar lo llamaría. Pero mientras estaba en el comedor, se distrajo cuando Venus Miller apareció con ellos (Fred Miller, Mike Green y él) para desayunar juntos pues tenía que ultimar unas cosas de la fiesta de Halloween que se celebraría ya aquel sábado con su hermano. Pero éste, simplemente la ignoró y empezó a contar la historia de su ligue de aquella semana.

El Renacer del Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora