“Dios.” Yoongi arruga con fuerza la manta entre sus manos cuando los dedos que se encuentran enterrados hasta el fondo en su culo se doblan en el ángulo justo para acariciar su punto dulce haciéndolo delirar, sus blanquecinos muslos tiemblan a la vez que clava sus dientes en la tierna carne de su labio inferior y arquea aún más su espalda intentando conseguir más de ese delicioso roce. “Jeon…”El menor, quién se encuentra de rodillas tras él, ríe de su débil protesta y evita a propósito esa zona de placer, retirando los lubricados dedos de su interior. “Todavía no.” De repente, el liviano cuerpo del mayor es sujetado por la cintura y arrojado sobre su espalda de modo que ahora se encuentra boca arriba, cara a cara con Jungkook. Suelta un ruidito sorprendido por el brusco movimiento y al levantar la vista se encuentra con la hambrienta mirada del adverso que barre sobre su cuerpo descaradamente. Yoongi siente un estremecimiento recorrerle al notar la lujuria en las dilatadas pupilas del castaño y sin poder evitarlo se sonroja, ladea su rostro demasiado tímido para sostenerle la mirada y separa sus piernas en señal de sumisión.
“Toma lo que quieras, Jungkookie.” El dulce tono con el que pronuncia esa invitación junto con el fuerte sonrojo que cubre sus tiernas mejillas es suficiente para que Jungkook gruña y, apoyando todo su peso en sus musculosos brazos, se inclina sobre él para juntar sus bocas en un agresivo beso. El azabache intenta seguir el caliente ritmo que impone el menor, sus delgados labios moviéndose torpemente contra los firmes de Jungkook quién, sin poder esperar más, tira de las frágiles piernas del mayor sobre sus hombros mientras se acomoda entre ellas sosteniendo su prominente erección en su diestra.
“Mírate nada más, el intachable y muy correcto Presidente del Consejo Estudiantil, Min Yoongi, toda una puta por una polla.” Las palabras escupidas con clara burla sobre el rostro del más pálido provocan que la respiración de este se acelere y se remueva débilmente, incapaz de devolverle la mirada al adverso a pesar de sentir sus penetrantes ojos sobre su aniñado rostro.
¿En qué momento llegaron a este punto? ¿Cómo es que una sesión de estudio con su mejor amigo terminó con el hermanastro de este sobre él, su trabajado cuerpo de tez acaramelada aprisionándolo contra la cama mientras él mismo se abre de piernas dispuesto a dejarse hacer lo que sea que el menor quiera? Yoongi nunca imaginó que cuando Jimin lo dejó esperando por él mientras iba en busca de unos libros a la biblioteca del instituto al que concurrían, su hermano Jungkook se las arreglaría para seducirlo. Aunque tiene que admitir que no se lo puso muy difícil, apenas el castaño puso sus manos sobre él acorralándolo en uno de los pasillos de la casa, se volvió un muñeco completamente maleable a sus deseos. ¿Por qué negarlo de todas formas? El azabache lleva un buen rato suspirando por su menor, su actitud de chico malo sumado a todo ese conjunto de tatuajes y perforaciones tiene a Yoongi apretando los muslos y sonrojándose estúpidamente. Por supuesto que el mayor no tenía idea de que la atracción era mutua así que el estado de ensueño en el que se encuentra ahora es bastante comprensible, ¿no?
“N-no soy…” Yoongi continua balbuceando inútilmente antes de soltar un gemido cuando Jungkook se inclina para lamer y succionar con algo de fuerza la nívea piel de su cuello, él de verdad intenta formar una oración coherente pero todo se vuelve tan difícil con el castaño tocándolo de aquella forma. “Yo no s-soy una put… ¡OH JODER!” El mayor chilla empujando sus caderas cuando el adverso se entierra sin previo aviso en su resbalosa entrada, trata de regular su agitada respiración mientras siente la goteante extensión del menor abriéndose paso en su interior pero sus esfuerzos se van al carajo cuando este lleva una mano a su rojiza e hinchada erección que demanda atención. Jungkook la envuelve con su enorme puño para acariciarla rápidamente a la vez que comienza a moverse, deleitándose en lo estrecho del canal virgen del azabache.
“Me pregunto a cuántos les habrás abierto las piernas, apuesto que el equipo de fútbol tiene un buen rato contigo en los vestidores... Toda una zorra con boquita de chupapollas, ¿no es así?” Jungkook sabe que nada de eso es cierto, se ha asegurado personalmente de que nadie le ponga una mano encima al delicado chico que ahora se encuentra bajo él, pero también sabe cuánto le calienta al mayor que le hablen sucio. Lo sabe porque de la misma forma que ha estado bastante tiempo aparentando que no le interesa, ha pasado aún más tiempo admirándolo a sus espaldas, tomando nota mental de cada mínimo detalle sobre él. Adora cada fibra del tierno cuerpo ajeno, se deleita en cada sonido que sale de la pequeña boca y se propone otorgarle el mayor placer posible. Con eso en mente, aumenta la velocidad del toque sobre el erecto miembro y continua embistiendo en el cálido interior del mayor mientras sus músculos se tensan por la deliciosa sensación.
A su vez, Yoongi no puede evitar lloriquear en cada embiste porque todo se siente tan bueno e intenso, las sucias palabras que el otro pronuncia rudamente contra su rostro mientras lame las lágrimas de placer que resbalan por sus sonrosadas mejillas y el implacable ritmo que la fuerte mano aplica sobre su sensible polla es demasiado. Todo se acumula sobre él y Yoongi se corre con un grito, su sobre estimulada erección disparando largas tiras blancas de semen que caen manchando el tatuado brazo de Jungkook mientras este continua acariciándolo con el mismo ritmo castigador hasta que ya no queda ni una gota más que pueda darle.
Se queda recostado por quién sabe cuánto tiempo con una expresión de satisfacción pura, los ojos lagrimeando y la boca semiabierta soltando balbuceos inentendibles. El ahora laxo cuerpo se sacude sobre la cama por las incesantes penetraciones del menor, quién continua buscando su liberación, su miembro aún apresado entre el dulce calor de las paredes ajenas. Jungkook se inclina para tirar de uno de los erectos botones entre sus dientes y el sonido lastimero que el azabache suelta es más que suficiente para empujarlo al borde, su polla dando sacudidas mientras se vacía completamente dentro de Yoongi provocando que este suelte un gemido cuando siente el espeso líquido desbordar por su entrada.
Ambos se tiran en la cama de Jimin, aún intentando regularizar sus respiraciones y parpadeando de incredulidad por lo que acaba de suceder, una fantasía que parecía lejana para ambos. Yoongi se estira como un gatito contento luego de descender de la nebulosa post orgásmica y voltea a ver a Jungkook quién está medio recostado en el respaldo de la cama con un cigarrillo encendido entre los labios. El azabache desvía la mirada por un momento sin saber que decir y siente su cabello ser jalado con fuerza hacia atrás arrancándole una protesta que enseguida se pierde en la boca del castaño cuando este lo besa igual de brusco que en un principio.
La lengua de Jungkook recorre su boca desvergonzadamente, lamiendo y marcando cada rincón de esta y Yoongi siente la necesidad de succionar con ansías la perforación que el adverso porta en su labio inferior, así que lo hace y gime lastimosamente cuando el otro se aleja. No le da tiempo de decir nada antes de apartarse rápidamente y largarse de la habitación azotando la puerta, dejando a un Yoongi con el cabello revuelto y una boba sonrisa atrás.
- f i n -
Gracias por leer.
Disculpen si hay errores.
-Gus.
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p o l a r - kookgi OS
Fanfictionadjetivo. "Que es completamente opuesto, como los polos de la Tierra." +18 Lemon. Jungkook top; Yoongi bottom. One Shot.