Jennifer Park y Nora Sanders han sido mejores amigas desde el último año de preparatoria, pero Nora no está consciente de que Jenny siente más que amistad por ella y tampoco Jenny quiere decírselo debido a que todos los intereses y parejas de su ami...
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Luego de que Philip se fuera, me quedé en el parque media hora más y solo me quedé mirando al suelo, sentada en la banca. No dejaba de pensar en cada una de sus palabras. Fue la peor sensación que experimentado en mi vida. Me odia, lo ha dejado bastante en claro.
Yo jamás me he dejado pisotear por nadie, pero el hecho de que me haya atacado con mis sentimientos por Nora y esa parte reprimida de mí, me hizo sentirme tan... indefensa.
No quiero que vuelva a ocurrir. Jamás.
*****
Mi madre me ha notado demasiado desanimada últimamente, por lo que me pidió, hace unos minutos, ayuda para tender las mantas en el jardín. Yo no pude negarme y ahora estoy en eso en el patio trasero de la casa.
Miro el perfecto clima que hay hoy, el cielo está despejado. Me siento muy frustrada de que mi plan de disfrutar estas vacaciones se fuera a la basura. Quiero llorar y mucho. Todo esto me pasa por culpa de...
—¡Jenny!
De inmediato, levanto la mirada y veo como Nora está al otro lado de la valla que separa la calle del patio de mi casa. Luce molesta. Quiero entrar de nuevo a casa y ocultarme, pero ella abre la puerta y se me acerca muy rápido. Mamá, te dije que revisaras bien esa puerta. Un día podría entrar un ladrón.
—¿Por qué me estás evitando? ¿Por qué no contestas mis mensajes y llamadas durante tres días? —Me toma de la muñeca antes de que pudiera correr, pero no volteo a verla.
—No me he sentido bien estos días. —Aparto la mirada de ella.
—¿Estás enferma? —Antes de que pudiera detenerla, coloca su mano en mi frente—. ¿Por qué no me has dicho? En verdad que te ves muy pálida, ¿Quieres ir al médico?
Tiene... su rostro tan cerca de mí mientras me observa. ¿Por qué... incluso si estás enojada, te ves tan hermosa?
—Jennifer. —Frunce el ceño, preocupada—. Por favor, dime... ¿Te has puesto así por mi culpa? Yo... realmente quería hablarte bien acerca del tema de Philip.
—... Me enoja mucho, ¿Sabes? —me sincero—. Él...
—Me dijo que vino a hablar contigo, se sintió mal de hacerte enojar así.
—Sí, hablamos.
—¿Te contó todo? —Sonrío—. Sé que se ve mal, pero... yo lo conocí en esos días y siempre fue muy sincero conmigo. No lo culpes por no defenderme, él tenía miedo en esa época y... también yo se lo pedí. No quería meterlo en problemas.
—¿Por qué? ¿No entiendo el por qué... le pediste eso?
Nora entristece y se calla unos segundos. Como si estuviera pensando en cómo decirlo.
—... Yo... yo una vez... —Su cuerpo tiembla—. L-Lo siento, Jenny. ¿Puedo contarte luego? Es algo muy difícil incluso hoy en día.
—Entiendo, pero Nora... ¿Estás segura de que... Philip es sincero?
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Quisiera saber si, al menos, tiene alguna sospecha de él.
—Sé que luce como alguien que no, pero... no dudo que él sigue sintiendo lo mismo que yo.
Sus ojos brillantes... tan azules... tan hipnóticos... me gustan. Su cabello se mueve por la pequeña brisa que hay, igual que las sábanas tan blancas a nuestro alrededor, es como si todo se juntara en un escenario que la está haciendo brillar. Todo estaría bien, si no habláramos de él.
Me duele admitir que Philip es superior a mí, en el sentido de que él sí le ha dicho de frente lo que siente por ella, mientras que yo no. Quizás... si yo me atreviera a decirle, ¿Todo se resolvería? No. Es un poco ingenuo pensar eso, pero...
Quizás y solo quizás...
—Nora, yo...
—Amor.
Ambas volteamos hacia atrás y vemos entrar por la puerta a Philip.
—Te dije que me esperaras en casa, amor. —Nora se aleja de mí y se va corriendo hacia él.
—Ya te lo dije, ¿No? Quiero pasar cada minuto del día contigo y... estoy impaciente por ir a nuestra cita al cine. —Coloca sus manos en la cintura de Nora, casi tocando su trasero.
Lo peor es que de inmediato me doy cuenta de que me está mirando de reojo y con una leve sonrisa arrogante. Lo odio, demasiado.
—Espera. —Nora gira hacia mí—. ¿Quieres venir con nosotros, Jenny?
Volteo, en automático, hacia Philip, a pesar de la mueca de sonrisa en sus labios, sus ojos me amenazan para que rechace la invitación. Podría ir con ellos, solo para fastidiarlo y que se vaya a la mierda, pero no tengo la fuerza mental para estar aguantando ser la tercera en una relación ajena y cuando se trata de la persona que me gusta. Al menos, no ahora.
—No, paso —respondo—. Tengo mucho que hacer.
—Pero...
—Ya la escuchaste, amor —intervine Philip—. Está ocupada. Dejémosla sola.
Antes de irse, Nora me habla una vez más.
—Pero mañana vamos a salir juntos, ¿De acuerdo? ¡Quiero que todos nos llevemos bien! —lo dice muy alegre.
Nora a veces es... tan ingenua. Tengo un grave conflicto entre que me gusta ese aspecto de ella y en que me irrita un poco.
Ambos por fin se van, mientras yo... creo que me iré a dormir. Esta situación... es difícil.
*****
Julio. Año 2006.
Falta un poco más de 10 días para que se acabe el mes. En las últimas semanas: Nora, Philip y yo hemos salido los tres juntos, por lo menos, 5 veces y en todas ha sido como una "guerra fría" entre ese idiota y yo. Lo admito, adoré ver su cara de fastidio y la forma en que trataba de controlarse para que Nora no se diera cuenta.
"Si él me molesta, yo haré lo mismo." Pensé así los primeros días. Un poco infantil, pero satisfactorio.
La más graciosa fue cuando fuimos al parque de diversiones. A propósito, le pedía a Nora que me acompañara a todos los juegos y ella no se negaba, a pesar de que Philip incluso dijo frente a nosotras que no le parecía justo que "opacara" a su novia. Sin embargo, Nora sabe lo mucho que me ponen nerviosa los juegos mecánicos. Valió la pena aguantarme los nervios para que ella estuviera junto a mí. Aunque, cuando subimos a la Montaña Rusa, no aguanté y terminé vomitando. Obvio, sobre Philip.
Me tuve que contener la risa de ver su cara de asco.
Sí, mi pequeña "venganza" me satisfacía por un breve instante.