Thank u, next💋 KOOKMIN

Jung Hoseok

Perfecto.
Él era perfecto.

Y no, no exageraba; porque estoy seguro de que podías ver su perfección hasta en su manera de caminar y de expresarse. Él era brillante, casi igual que su sonrisa y personalidad.

Era talentoso y bondoso, pero si hablamos de físico...Oh, Dios.

El seguía siendo el indicado.

Su nariz respingona y mejillas de pómulos arriba te dejaban en las nubes por unos momentos, peor aun si sonreía al tope, porque ahí veías sus dos pequeños hoyuelos en cada esquina de sus labios.

Y ahora, aquí delante de mi con las manos en sus bolsillos y moviendo sus labios en una oración que no logro descifrar por andar mirando su hermoso y perfecto rostro. Y ah...esa sonrisa de labios mullidos que me dejaban alucinando con probarlos, podía decir que-

--¡Hola! ¿Cómo has estado?  --saludo, alzando su cejas levemente. Un gesto tan propio de él cuando no solía ser escuchado o entendido, tal vez por que buscaba captar la atención de-

--¿Jimin? -- frunció el ceño levemente...espera, ¿Acaba de decir mi nombre?

--¿Eh...? -- parpadeo rápidamente, tratando de concentrarme -- Sí, me gusta el color morado

Respondí, mirando como casi al instante se le escapa una risilla de labios apretados.

--Es un lindo color. Pero no te pregunte eso -- negó risueño -- Te preguntaba: el como has estado

Eres un estúpido, Jimin.

--Bien, he estado bien -- jugué con mis dedos algo nervioso -- De hecho, fui al área de danza el otro dia y te vi, estabas practicando frente al espejo.

Él pareció sorprenderse y entonces torció sus labios hacia un costado.

--¿Porqué no me saludaste? -- preguntó, recostandose sobre los
casilleros.

--Parecía que estabas concentrado, no quería interrumpir.

No es como si te hubiera quedado mirando hasta el final de tu práctica.

--Esta bien, pero a la próxima entras, no tengo problema -- asentí, separando el cabello de mis ojos. -- De hecho, vine a invitarte a una pértica. Quería que alguien me viera bailar y que me califique honestamente.

Hizo una pausa, sobandose la nuca. Mientras tanto, yo moría.

--Así que el único nombre que tuve en la cabeza, fue el tuyo...-- dilo, dilo, dilo -- ¿Quieres venir?

Oh por Dios, puedo morir feliz.

Tenia mi nombre en su cabeza, él pensaba en mi.

--¡Sí! -- respondí, algo apresurado, causando una sonrisa de perlados dientes.

--Entonces, te espero mañana.

--Claro, estaré allí.

Y se alejo, caminando en dirección contraria a mi destino. No podía esperar a verlo de nuevo, quería que las horas pasen rápido para apreciar su belleza y-

--La hora

Susurre, abriendo mis ojos al tope al no saber cuando encontrarme con él.

--¡Hoseok! -- grité, antes de que desapareciera por los pasillos. Él giro algo sobresaltado y me miro con confusión --¿A que hora?

Volví a gritar, haciendo que riera.

--¡Después de la escuela!

***