~Oliver & yo~

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Prólogo.

-Debes estar bromeando- Lisa me mira incrédula.- ¿Le vas a dar... esto?

- No entiendo cual es el problema- apunto a la carta- "esto", son mis sinceros sentimientos, ¿qué hay de malo en eso?

-Nada, sólo... la manera con la que los expresas- dice Nora. La miro sin comprender- mira, sólo escucha:

   "Querido Oliver. Gusto en conocerte. Como probablemente nunca hayas oído hablar sobre mi, me presento. Soy Heather Jackson, de la clase 2 C. Te escribo para expresarte mis sentimientos de profundo amor y devoción, que te tengo desde que te vi dar el discurso de bienvenida en el primer año..."

     La interrumpo.

-¿Oyeron eso? ¿Verdad que sueno inteligente?- ambas ponen los ojos en blanco.

-"...Sé que no fui la única. Muchas otras chicas también lo sintieron, ya sabes. Las "mariposas". Espero que aceptes mis sentimientos. Te ama, Heather." ¿Qué pasó con eso? ¿"Mariposas"?- ahora soy yo la que pone los ojos en blanco.

-¡Es la verdad! ¡Ese día sentí que mi vientre iba a explotar!- algunas personas que estaban cerca voltearon a verme extrañada. Bajé la cabeza, muerta de vergüenza.- El punto es que eso es exactamente lo que siento, mariposas cuando lo miro. Cuando me despierto. Cuando quiero dormir. Cuando actualiza su perfil de Facebook. Cuando publica en Twitter. Cuando pienso en él...- mi voz es un susurro- Me gusta, y quiero que él lo sepa.

-Oh, no te preocupes. Lo repetiste muchas veces, para bien o para mal, él captará la idea.- sonríe Lisa. Nora le da la razón con un asentimiento.- Sólo ten en cuenta que...

     No presto atención a lo que dice después porque veo a Oliver entrar a la cafetería junto a un chico que reconocí como su mejor y más cercano amigo, de la misma clase que él (2 A), Kyle. Estaba más guapo que de costumbre porque aún tenía sus gafas de lectura ¡gafas de lectura, por Dios! Denme un respiro.

    Mira fijamente la zona de comida para el desayuno. Oh, Dios. Como me gustaría ser esa galleta.

    Él elije lo de siempre, un café, una malteada de fresa, y tres galletas. Miro lo mío. Un café, un sándwich vegetariano, un poco de fruta deshidratada, y cinco galletas. Tal vez deba comer menos.

    No sé en que momento le quité la carta a Nora y salí disparada a la barra. Sólo... acabé parada frente a Oliver, extendiendole la carta con los dedos temblando por el pánico.

    Él me miraba fijamente de arriba a abajo, con la bandeja en uno de sus brazos. ¡OLIVER me mira FIJAMENTE! ¡A MI! Podría morir en paz ahora. Sin remordimientos.

-Eh... toma- murmuro tartamudeando.- Es para ti.

     Señalo torpemente mi nombre, con mi clase y algunos dibujos que me parecieron muy lindos mientras había la tarjeta, pero ahora me parecían muy infantiles.

      Espero a que la coga cinco segundos. Diez segundos. Quince segundos. Le miro. Él se limita a rodearme.

-No acepto cosas de chicas tontas- susurra al pasar por mi lado lo suficientemente bajo cómo para que sólo yo y su amigo lo oyeramos.

     Su amigo murmura algo antes de seguirlo. No le oigo, ¿me quedé sorda? No. No lo hice. Sólo estoy en shock. Oh, mejor aún, soñando. Si me peñisco ahora voy a despertar.

    No funciona. Rayos, estoy despierta.

Gruesos lagrimones me recorren las mejillas y me apresuro a quitarlos pero son tantos que al final desisto. Guardo la carta en el bolsillo interior de la chaqueta del instituto.

    Todos me miran, algunas chicas se ríen entre ellas apuntandome. Otras hacen un puchero. Sólo Lisa y Nora se me acercan y me abrazan.

-Tal vez realmente sea demasiado cursi, después de todo- susurré, sin querer soltarlas.

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2014 ⏰

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