¿Acaso estaré bien? Me inunda el miedo hasta el cuello, porque realmente le temo a lo que viene, al cambio, al dolor aproximante, a la angustia que seguro tendré que pasar, a la ansiedad de las noches próximas, a la soledad; le temo a decepcionarme a mí misma y a ti, a todos los demás.
Sin embargo ¿Realmente estaré mejor si me quedo? ¿O será que me seguiré sintiendo así de mal? O por el contrario a mis pensamientos ¿Las cosas verdaderamente cambiarán?
Estaré bien sola, o quizá no sea así ¿Tal vez estaré mal? Por desgracia, el quedarme representa seguir con las heridas constantes, con el dolor y la incertidumbre al escuchar aquellas falsas promesas incumplibles.
Mi bienestar — el nuestro— se resume a esta decisión.
Pero ¿Qué me asegura el irme, ¿qué me depara el destino si abandono la lucha constante? ¿Será acaso que todo mejorará repentinamente para mí al marcharme? No lo sé y sinceramente no lo creo posible, pero vale la pena arriesgarse ¿No es así?
Y sé que dije demasiadas veces la misma promesa, que estaría aquí, que no me iría, incluso si todo terminaba; pero si lo único que logramos es lastimarnos mutuamente ¿No sería entonces la muestra más pura de mi amor por ti el que me alejara para que entonces tu bienestar regresara?
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De personas maravillosas y otros amoríos.
PoetrySobre cuán difícil son las relaciones humanas. Múltiples pensamientos que surgen por la madrugada.