Cap. 6

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Noche dieciocho.

—Pensé que regresarías con tu prometida— se sentó en la orilla de la cama.

—Sigo oliendo a alcohol. Sospechara— siguió recostado en el sofá.

—¿Y qué? ¿Piensas mentirle con eso de los "asuntos" aunque estén casados?

—Es un poco estresante esto de organizar bodas— sonrió—. Tú sabes lo que se siente— murmuró.

—Te escuche, idiota— agarró una de las almohadas y se la arrojó.

—Ese era el chiste, teme.

—Ya callate— se levantó y fue hacia el baño.

Iba a entrar, pero fue jalado del brazo y estampado contra la pared, aprisionado por esta y el cuerpo del rubio.

—¿Por qué me evitas, Sasuke?— juntó su frente con la del azabache.

—N-no te estoy evitando— el Uchiha sentía que el aire se le iba.

—Sé que evitas mi mirada desde que llegaste, siempre tratando de hacer algo para que te veas concentrado en esa acción— dijo y separó su frente para alzar un poco el rostro del ojinegro.

—Sueltame, Naru...— fue interrumpido.

—¿Por qué, Sasu...?

Los ojos de ambos se veían. La tensión había cambiado completamente. Todo era diferente, menos lo que los dos sentían el uno por el otro.

Aunque los dos no sabían que había pasado para llegar a algo tan feo como el divorcio, aún se amaban. Aquellos sentimientos del rubio, que aparecieron cuando el Uchiha le gritó, no se iban.

—Sasuke...— murmuró acercando sus labios.

—Naruto...— dijo de igual forma.

Un silencioso roce de labios fue lo que obtuvieron. Tal vez para algunos no es mucho, pero para ellos fue sentir el amor por primera vez.

Como si todo fuera una primera vez.

>•<

Diecisiete días.

—Y él es mi primo.

—Buenas tardes— sonrió.

Sasuke, aunque no lo pareciera, estaba un poco nervioso.

—Mucho gusto. Sasuke Uchiha— estrecharon las manos—. Ella es mi compañera.

—Sakura Haruno— estrecharon sus manos cuando los otros dos se soltaron.

—¿Y Naruto?— preguntó de repente el Hyuga, viendo de reojo al azabache.

—Bueno, él...— iba a responder la Hyuga.

El ruido de un auto los hizo guardar silencio. Los cuatro se fueron a la puerta y vieron al rubio salir del auto.

¡Dios, ese rubio debería tener un monumento! Eso no quiso pensar Sasuke, pero la mente es traicionera.

"Antes de irme tomare un baño."

¿Qué el puto baño era mágico?

—Sasuke...— le habló la pelirrosa.

—¿Eh? ¿Qué?

—Te llevo hablando como tres veces, ¿qué ocurre?

—Ah, nada— un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas.

—¿Cuanto tiempo se quedó en tu habitación?— le habló en voz baja, Neji.

—Eso no es de tu incumbencia— respondió.

—Tal vez mía, no; pero de Hinata, sí.

—No le dirías.

—¿Quieres apostar?

Veinte Días. ~NaruSasu~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora