Capítulo 8

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– ¡¡Princesa!!–exclaman tres beisbolistas, corriendo hacia ellos.

– ¿¡Eh!?–exclaman Daiel, Felipe y Yuko viéndolos desde el cuarto piso.

– ¡Princesas, ganamos!–dice uno.

– ¡Ganamos las preliminares locales!–dice el otro.

– ¿¡Qué!?–exclaman las Princesas Daiel, Felipe y Yuko, con cara de espanto, para después verse entre sí.

Más tarde...

– ¡Buen trabajo, princesas!–dice Mauro, con su típica mirada siniestra.–Nuestro equipo de béisbol había sido el equipo más débil de "Cielo Alto". No habían ganado unas preliminares en 10 años, pero inesperadamente, llegaron los primeros este año.

– No sólo eso,–dice Ronaldo.–los equipos de voleibol y baloncesto también ganaron.

– Los equipos de relevo y de pista incluso batieron récords–dice Gervas.

– Los de Judo y Kendo están en cabeza en los enfrentamientos individuales–menciona Federico.

– ¡Wow, que resultados más maravillosos!–exclama Ronaldo.

– Todo es gracias a los ánimos de las princesas–menciona Federico.

– Sois verdaderas princesas–dice Gervas.

– Así que esto sí que funciona–susurra Yuko, mirando el dossier.

– ¿Cómo puede ser...?–susurra Daiel.

Daiel y Yuko miran a Mauro, el cual se empieza a reír con una mirada siniestra, lo cual causa miedo en ambos jóvenes, al igual que en Felipe.

– Así que,–dice Mauro.–las princesas irán y animarán en el partido del próximo lunes por la mañana a las 10 ¿De acuerdo?

– B-Bueno... Supongo que tendremos–dice Daiel.

– ¿Eh?–exclama Felipe.

– Si el presidente también lo dice, entonces no tenemos opción–dice Yuko.

– ¡¡Ni de broma!!–exclama Felipe.–¡¡No lo haré ni loco!!

– ¡Felipe!

– ¿¡Estáis de guasa!?¿¡Salir a fuera vestidos así!?

– Felipe–dice Daiel.

– Ya estás con eso...–dice Yuko.–Ya les prometimos que si ganaban, que iríamos a los partidos.

– Prometimos que lo haríamos,–dice Felipe.–¡Pero nadie pensaba que tendríamos que hacerlo de verdad!

– Es cierto, pero...

– ¡Ya lo veo!¡No soy el único que no quiere salir vistiendo los trajes de princesa!

– Pero... si no vamos, los beneficios de las princesas se...–Yuko mira a Daiel con seriedad.–¿No hacer el trabajo, pero sí recibir los beneficios?

– E-Eso es...

– Comparas vestirse como una princesa, con no ser un hombre.

– N-No lo hago... Sé que eso no es así ¡Pero sigo sin querer salir con llevando la ropa de princesa y nunca me ha importado si habían o no beneficios!

– ¡Calla, mocoso!–Yuko se pone de pie, para quedar frente a frente a Felipe.

– ¡Y-Ya lo has vuelto ha decir!

– ¡Deja de ser tan egoísta!

– ¡Rodrigo!–exclama Daiel.

– ¡Soy un egoísta ¿y qué!?–exclama Felipe.

– Venga, venga, calmaros–dice Mauro, poniéndose de pie, sonriéndoles.

– ¡Si ya lo sabes, cambialo!–exclama Yuko.

– ¡Si pudiese cambiarlo tan fácilmente no me costaría tanto!–exclama Felipe.

– Calmaros–dice Mauro, mirándolos mal, con una sonrisa y mirada diabólicas, causando miedo en Yuko y Felipe, los cuales dejan de discutir.–En cualquier caso, por favor, acudir al partido y animadles, ¿de acuerdo?

– Sí–dicen Felipe y Yuko.

Llegada la noche, al lado del "Baño Grande" de los alumnos estaba el baño más pequeño, reservado especialmente para las princesas.

De este baño, sale Daiel. Con la ropa húmeda puesta y secándose el pelo. Daiel nota como algunos alumnos estaban allí cerca, pero Daiel se sentía seguro, ya que habían dos alumnos muy fuertes que se encargan de cuidar el baño de las princesas para que nadie entre mientras que alguna de las princesas estuviera dentro.

– ¡Oh, Princesa!¡Gracias por su trabajo duro!–exclama un alumno desde la multitud.

– ¿Protegiendo a las princesas?–pregunta Daiel a los guardias.–Gracias por hacerlo siempre.

– No es ninguna molestia–dice el guardia de pelo castaño.–Incluso en los dormitorios, siempre hay idiotas que quieren acercarse a las princesas a tomarles fotos.–Dos alumnos empiezan a acercarse como si estuvieran en un trance.–Entonces nosotros sólo hacemos esto.

Los guardias, de pelo castaño y pelo negro, ponen sus brazos uno al lado del otro, haciendo que los dos alumnos se choquen y se caigan al suelo.

– ¡Justo así!–exclaman los guardias.

– ¡Y-Ya veo!–dice Daiel, para después reírse.

En la "P-ROOM" de Daiel y Felipe...

– ¡Ya estoy!¡El siguiente!–exclama Daiel, entrando.

– Umm–Yuko deja en un lado el libro que estaba leyendo y se sienta en la cama.–¿Ha habido un montón de jaleo hace nada?

– Sí, los guardias se están ocupando de ello.

– Ay... Incluso tomar una ducha es difícil, ¿no?

– Rodrigo.

– ¿Qué?

– El modo en que hoy has tratado a Felipe ha sido un poco duro.

– ¿Qué?¿Ya lo sabes?

– Um... Lo sé. Aunque lo sepa, sigo queriendo meterme con él.

– Ahora mismo le caes bien, pero si le tratas así, lo malinterpretará y acabará odiándote.

– Ya me malinterpreta

– ¡Rodrigo!

– Pero... Felipe es muy buena persona.

– Entonces, ¿es por eso por lo que te gusta meterte con él?

– ¿No sientes lo mismo?–Ambos se quedan mirando por un momento.

– ¿Yo?–Daiel rompió el silencio.

– ¿Eh?

– ¿También quieres meterte conmigo?

– ¿Contigo?... Tu eres diferente. Aunque no sé mucho de ti, no pareces igual. Pienso que más bien eres como yo...

– Ah...

– Pero ahora no te voy a preguntar nada.

– Felipe debió crecer en un entorno cálido. Le envidio.

– Yo también. Por eso es por lo que no puedo evitar meterme con él.

– Bueno, sólo necesitas controlarte un poco la próxima vez que te metas con él–Daiel sonríe.

– Tienes razón, me controlaré...–Yuko le sonríe.

Mientras tanto, en la "P-ROOM" de Felipe...

Felipe estaba acostado en su cama, algo enojado y pensativo, aún con la luz encendida.

Al día siguiente...

– ¿¡No está!?–exclama Daiel.–¿¡Qué quieres decir con que Felipe no está!?

– He dicho que no está por ningún lado–dice Yuko.

– ¡Pero el partido empezará pronto! ¿¡Qué vamos a hacer!?

Princess Princess (Una adaptación de ElRubioArias)Where stories live. Discover now