— ¡Vestía de rosa y me ayudó a terminar mi proyecto de artes manuales! — Exclamó mientras observaba a su hermana menor, quien lucía demasiado concentrada pasando el brillo labial encima de las comisuras de sus labios.
— Has estado hablando de JiMin oppa por horas, TaeTae — EunJin rio por lo bajo —. Incluso parece que has sido flechado por él.
El mayor frunció el ceño después de escuchar aquello, ¿qué demonios estaba insinuando?
— No seas ridícula, EunJin — murmuró su padre, quien no había estado prestando atención a la conversación de sus hijos hasta escuchar aquello —. Los hombres no gustan de otros hombres.
La menor frunció el ceño.
— Eso no es verdad — replicó casi al instante —. Hay dos chicos en mi club de danza que se gustan.
— Pero por supuesto — se echó a reír —. Ellos no son hombres de verdad, son sólo unos maricas.
«PJM»
— ¡TaeHyung es muy guapo, hyung! — Exclamó el rubio después de suspirar mientras observaba a su mejor amigo tomar su almuerzo — Su cabello es suave, su sonrisa reluciente y tiene una voz que pondría a cualquiera a temblar.
El mayor sonrió.
— Por supuesto que lo es, Jiminnie, estás hablando del mariscal de campo del equipo de fútbol — estuvo de acuerdo el mayor —. Sin embargo, su mente está demasiado cerrada — el menor frunció los labios —. No lo culpo, él ha sido educado de esa manera.
— Yo puedo cambiar eso, hyung. — Sonrió esperanzado.
— No lo sé, Jiminnie... la vida de ese sujeto está basada en estereotipos.
— Entonces cambiaré eso, ya lo verás.