CAPÍTULO UNO

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Recuerdo la vez que conocí a mi prometido, mis padres apenas estaban comenzando los acuerdos de un negocio para comprometerme en matrimonio con el heredero de la cadena hotelera más grande del mundo, el Wyndham hotel group. Para ese entonces yo tenía 17 años, sin embargo el contrato se firmó cerca de un año después, más no había prisa, pues según el acuerdo nos casaríamos para cuando ambos fuésemos mayores de edad en todos los estados, o sea a los 21 años. Lo que si tuvimos que hacer rápidamente fue dar a conocer públicamente nuestro noviazgo, pues sería raro que nos casáramos sin tener siquiera un par de años de relación.

Mi primera impresión de Christopher fue que es todo un caballero pues siempre estuvo muy pendiente de mi opinión, desde que nos conocimos me dejo en claro que no estaba obligada a hacer parte de este negocio si no lo deseaba, que en cuanto yo le dijera que no quería seguir con esto él también se echaría para atrás con todo solo para apoyarme.

A pesar de que las personas le tomen a veces por amargado Christopher solamente es serio, al principio se me hizo un poco extraño pues no es nada común que a los 18 años alguien sea tan metódico y calculador pero a través de estos cuatro años he podido conocerle un poco más y me he dado cuenta de que se interesa mucho por el bienestar de las personas, así ni las conozca.

Se podría decir que somos buenos amigos, a pesar de que llevamos dos años en una falsa relación no ha surgido ningún sentimiento además de eso, amistad. Tal vez se debe a que solamente nos reunimos para eventos públicos de beneficencia porque yo vivo en Washington D.C y él en New York. Y sí, estamos relativamente cerca, a tan solo una hora en avión pero ciertamente tenemos agendas demasiado apretadas.

Muy pocas veces nos reunimos para salidas casuales (son tan pocas que casi puedo contarlas con una mano) una de ellas se dio porque después de una gala benéfica en New York mi vuelo se tuvo que posponer por causa del clima, al principio pensé en quedarme en mi hotel pero Chris me ofreció que me quedara en su casa, le hice caso y los quince millones de seguidores de mi Instagram en ese entonces lo agradecieron mucho.

Otra de ellas se dio luego de una entrevista para el segmento anual de la revista New York Time, person of the year en la cual fuimos seleccionados por ser una joven pareja de filántropos, recuerdo que salimos tan felices por ese logro que decidimos celebrarlo con una cena especial bien merecida.

Nuestra última salida casual fue el día de mi cumpleaños número 21, comenzamos la mañana con un desayuno sorpresa (sigo sin saber cómo consiguió la llave de mi casa) que continuo con un día entero en un parque de diversiones y termino con una cena en un rascacielos con la vista de toda la ciudad. Además de ser de los mejores cumpleaños que he tenido en mi vida, también fue una especie de despedida a nuestra vida de "solteros".

-¿Ya te arreglaste?-dijo mi madre entrando por la puerta de mi habitación devolviéndome al mundo real- tienes que dejar de estar en las nubes, tú novio ya llego y como buenas anfitrionas no queremos que nuestro invitado espere ¿cierto?

-Dame cinco minutos-Dije con pereza.

Desde hace una semana soy legalmente adulta en todos los estados del país, según el acuerdo ya debemos casarnos, pero antes de la boda viene la propuesta y Christopher a pesar de todo quiere intentar darme una sorpresa, dice que no todo esto es como lo queremos pero mínimo debemos hacer que valga la pena.

Veinte minutos después me encuentro bajando las escaleras mientras hago contacto visual con Christopher, el cual me espera de pie al final de la escalera.

-Siento como si esto formara parte de alguna película-Le digo sonriendo

-Era la intención-Dijo guiñándome un ojo.

-¿Fue un guiño lo que vi?-Comente sorprendida-¿Debería felicitarte por ese gran paso a ser una persona más normal o asustarme por qué algo muy malo va a suceder?

-Lo que encuentres conveniente-susurro muy cerca de mi cara causando que su aliento con aroma mentolado rosara mi mejilla

-Encuentro conveniente ir a cenar, estoy muriendo de hambre-Dije exagerando.

-Es tu culpa por ser una persona impuntual-Dijo mientras entrelazábamos brazos para empezar a caminar con dirección al coche.

-No soy impuntual-Me quejé

-Es como decir que tu empresa es más grande que la mía-Dijo con un asomo de sonrisa en sus labios.

-Golpe bajo querido, golpe bajo-Dije poniéndome un mano en el pecho 

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2019 ⏰

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MARIDO & MUJER POR CONTRATO |M&MPCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora