Vaya que necesitaba un reconocimiento por decir su nombre correctamente, solo lo miro y regreso la mirada a la recepcionista quien los veía.
-Necesito ver a la señora betty-
-Lamento decirle que ambos están en una junta, si gustan esperarlos- Apunto a la sala de espera, más el azabache no hizo caso.
-Vamos frederick, te llevare con ella- lo tomo de la mano, el ojiazul no dijo nada solo aparto su mano y siguió al de cabellera negra hasta una oficina, ahí ambos esperaron hasta que una castaña entro con una pelinegra.
-¿Freddy?/¿Fred?- Ambas hablaron al mismo tiempo, en cambio los dos vieron a las mayores.
-Hola- Hablaron los dos al unisono.
El castaño le entrego los papeles a a su madre -Debo irme- se dispuso a darle un beso en la mejilla y ir hacía la puerta e irse por ella.
-Solo pasaba a saludarte madre, también tengo que irme- De igual forma desapareció detras de la puerta dejando a ambas confundidas.
En cambio el azabache iba con su misma sonrisa de siempre, cuando obtuvo la oportunidad tomo de la mano freddy y lo llevo al estacionamiento, el castaño solo pedía que lo soltara lo cual no fue permitido, llegando a esté el ojirojo lo acorralo contra la puerta de su auto.
-Me sigues cariño- sus manos estaban en la cadera del contrario más fueron quitadas del lugar por el mismo.
-No te sigo, déjame en paz alfred- Lo hizo a un lado y se dispuso a irse, nuevamente te sintió las manos del contrario apoderarse de sus muñecas y un golpe contra el coche lo hizo dar un chillido muy poco audible.
-Fred para ti- Sin más lo metió al coche a la fuerza y el siguiente fue él, el castaño estaba dentro intentando salir de ahí más no podía por que el contrario le había puesto seguro -Te llevare a casa, dame tu dirección- Arranco el auto para comenzar a dar marcha en cambio no oyó nada del castaño solo estaba de brazos cruzado, suspiro frustrado no le gustaba cuando no seguían sus ordenes, lo tomo de las mejillas haciendo que lo viera -Aquí mando yo, si no pretendes colaborar tendré que hacerlo a la fuerza- Lo beso para después soltarlo -dirección-.
Ya no quería ese tipo de infierno, no ya no más.
Otro día más en la vida de un castaño con ojos de color azul, se levanto con pesadez al saber que tenía que convivir con los idiotas de su aula, no podía tener un día en paz y de tranquilidad, Alfred siempre lo acosaba ahora si no hacia lo que quería iba a pagar, ¿Cuándo iba a acabar su sufrimiento? ni siquiera el lo sabía, tenía en claro que siempre iba a sufrir, por mas que quisiera.
Bajo en busca de que su madre estuviera abajo pero nada incluso su hermana tampoco estaba, suspiro, no tenía ganas de nada tomo su mochila y se marcho de casa sin probar desayuno, no lo necesitaba.
Su vista estaba gacha, viendo al suelo como cualquier persona pensando, sabía el camino, el claxon de un automovil, lo ignoro pero volvio a sonar eso lo molesto y volvió a sonar nuevamente volteo para ver a la persona tan molesta y allí estaba un pelinegro estacionado, el claxon sonó, se negaba rotundamente a subir a el vehículo no nuevamente, se encaminó nuevamente en su camino "sube que no tengo tu tiempo".
Gruñó, vío a el responsable de esa voz y le mostró el dedo grosero, no iba a hacerle caso.
Las campanas de la institución sonó, dando a entender que los chicos deberían comenzar a tomar clases, el castaño iba en camino a su salón, pero un mareo lo detuvo, tapo su boca en busca de no vómitar. Unas manos apresaron sus muñecas haciéndolo chocar con la pared, vio al responsable, se vista era borrosa, sintió unos labios sobre los suyos.
Un recuerdo poco peculiar vino a su cabeza, el día que beso a un rubio de ojos grises, seguió el beso, su recuerdo lo había cegado, nuevamente las náuseas vinieron se separo de él y entró a los cubículos de la institución.
Vómito, no podía ser que nuevamente estaba experimentando las náuseas más horribles de su vida, su respiración comenzó a bajar tremenda mente, su vista seguía borrosa, salió apoyado de la pared. Una voz se oía más no entendía lo que decía, la vist volvió a engañarlo, un pelirosa viéndolo.
-Felix, ayuda- Sin más se desplomó en los brazos de un ojirrojo, quien estaba asustado por lo que había pasado, cargo al chico y lo llevó al hospital.
....
Un pelinegro y una rubia estaban en la sala de espera, el mayor estaba con una niña de ojos azules llamada joselyn más su apodo era joy, pensaba que se asustaría por que su hermano estaba mal, pero no fue así estaba muy tranquila esperando algo.
-Eres muy guapo- dijo la niña, tomando de las mejillas al mayor, el mencionado solo reía.
-Y tu tienes los mismos ojos de tu hermano, hermosos-.
La niña fruncio el ceño de un momento a otro sonrió.
-Ya entiendo, te gusta mi hermano- dijo apuntándole -Pero no diré nada lo prometo- llevo su mano al corazón, en cambio el chico río, era una niña que más podía hacer -Tu eres su principe que lo salvo- le quito la pequeña corona que tenia su muñeca y se la puso al mayor en la cabeza.
La madre de aquella niña había salido del cuarto con el doctor que se hizo cargo de Freddy, el mayor se levantó y se pudo enfrente de la mayor -¿Esta bien?-.
-Si, solo se desmayo por no comer fue todo- sonrió.
-Puedo pasar a verlo- hablo la menor -¿Pasaras conmigo verdad príncipe?- el mayor asintió.
Ambos entraron después de la afirmación de la castaña, el castaño estaba sentado en la camilla viendo un punto de la habitación.
-Hermanito- el castaño se sobresalto al escuchar a su hermana, no sonrió pero abrió los brazos para que la menor lo abrazara -No volviste a comer, me lo prometiste, ahora tendré que cuidarte- hizo una pose de enojada la cual fue bastante tierna -Ahora seré la doctora que cuidara al rey- puso sus manos en su cintura haciendo otra pose.
-OK, OK lo siento por romper la promesa ahora baja de mi- bajo a la niña -¿No te asustaste?- la menor negó con la cabeza, menos mal que no se asusto.
Su vista se dirijio al chico estaba detrás de la niña, el cual se acercó a ella y le tapo los oídos -Besas bien corderito- lo que le faltaba, toco sus labios, no podía creer lo había besado, ahora lo recordaba estaba alucinando y al que había besado era al contrario -Si besas así, ya te imagino en mi cama-.
Lo molesto en lo absoluto, ya ni con su hermana lo respetaba, menos mal que tenía los oídos tapados - No se de que hablas-.
-Admitelo te gustó-.
-Ni muerto-.
La menor quito las manos pálidas del mayor para mirar a ambos -¿Pasa algo?- miro confundida a ambos.
-Nada, solo conversaciones de grandes-.
-¿Ya le agradeciste a príncipe por salvarte?- hablo la rubia, con el ceño fruncido.
-¿Príncipe?- cuestiono -Yo no tengo nada que agradecer- desvío la mirada de la de su hermana, sabía que se iba a salir con la suyas si la veía, no tenía nada que agradecerle al chico que lo acosaba todos los días desde que llegó y todavía de eso intento abusar de él.
-Si los príncipes cuidan a los reyes, le vas a agradecer por que te salvo quieras o no-.
-Es mejor que le hagas caso a tu hermana- hablo el ojirrojo.
-Callate idiota-.
-Fazbear agradece- o no esto no era bueno de la rubia.
Suspiro, ¿por qué tenía que ser así? -Gracias Fred- no lo miro sentía unas ganas inmenzas de agarrar el florero que tenia del lado derecho y romperselo en su cabeza haber si pensaba un poco más.
Otro mareo hizo aparición, las náuseas volvían, se levantó de la camilla y comenzó a correr a los baños, había vomitado nuevamente, era extraño estaba asustado, ¿que le estaba pasando?
-Freddy, ¿estas bien?- la voz gruesa de un azabache provenía de afuera.
Freddy, Freddy, Freddy, los recuerdos venían y regresaban, no era Freddy, solo era un humano más queriendo morir, uno el cual ya no tenía color alguno.
"Eres una estúpida marica, ¿tus padres no se avergüenzan de ti?"
-Callate.
"venga, solo eres un débil"
"¿por qué no me la chupas? Si es tu especialidad"
Callate ya.
Sus propios recuerdos lo atormentaban, su mirada ya no era la misma, ¿por qué tenía que llegar a ese punto?, en donde sufría el mismo, en donde tenia que ser humillado, débil, inútil.
¿Alguna ves te has sentido con ganas de acabarlo todo?
¿De morir?
"No tienes el puto valor fazbear"
Si te sientes tan de la mierda ¿por qué no lo intentas?, si tanto anhelas por eso. Sácate esa capucha que llevas puesta por que no te sirve de nada mentir.
Tu decides vivir o morir. Tu propia pesadilla está enfrente, solo búscala y dejaras de tenerle miedo.
Nadie sabría su secreto, sabía que se hiría con el hasta la muerte, al menos si no le afectaba.
Salió del baño y se dispuso a caminar dejando al azabache detrás de él.
-Nadie sabrá nuestro secreto, nadie sabrá que has mentido y te daré el valor de la muerte, el paraíso completo, tu salvación. A cambio de tu dolor.
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Holi :3
¿Que tal el capítulo?
Hay pistas de lo que oculta Freddy. ¿Que es?
GRACIAS a ValeriaRangel633 por todo su apoyo le agradezco, si gustan pasen a ver sus historias, se las recomiendo.
No tengo mucho que decir así que.
Byess.....