Día 11 - Yo, sin tí

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Yo, sin tí

22 de julio 2016

Palpitante y abrazador como el fuego de mil soles.
Date cuenta de la realidad que dejan los pétalos de las flores al caer.
No hay dicha posible que supere la tradición del rebotar de tus pechos aledaños a mi locura, como una bendición enorme.

Seguro confiarás en la piedra y el lápiz para darle un giro a mi hastío con tu presencia y magnificar la claridad de las aguas que se avecinan cuando las ventanas se cierran en los océanos.

También recordarás el magnífico deseo de libertad entre la oscuridad de una habitación, entre nuestras respiraciones hasta el centro de la tierra, junto con los minerales que emanan de las plantas.

Quiero que me respires y ser tu oxígeno, que me ames para ser tu luz y tu venganza contra los huracanes y los falsos amores que no dejan una huella más que de agonía y sufragio.

Abrazo tu recuerdo contra mi pecho, para sentir ese fuego que se reparte entre los mil soles que no logran superarte ni invocando a todos mis demonios.

Cuando aparezcan los sonetos en mis desgracias sabré arrastrarme hasta tus montañas, donde habita el agua más pura y serena como el muelle en las primaveras.

Porque ya estuve sin tí, y lo estaré sabiendo que vas a regresar a mí de nuevo.
Buscando electrificar nuestras miradas y habitar mis aposentos.

Quiero hacerte el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora