La salida

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-Itsaso, cariño, despierta hoy es el gran día.

-Mamá, llevas diciéndome eso todo el mes y sigo metida en este psiquiátrico. Ya no me creo nada...- dije tan pesimista como siempre.

¿Cómo iba a creer que después de tanto tiempo aquí mi salida sería así? Llevaban mucho tiempo, quizás demasiado, diciéndome que saldría pronto, pero las semanas seguían pasando. A ciencia cierta, ya no sé cuanto tiempo llevo aquí ni para qué he estado tanto tiempo. Es cierto que en un par de semanas necesité ayuda para no volver a  caer en mi depresión, aún así yo estaba bien, no necesitaba tanto equipo de psiquiatras. A saber qué ha pasado fuera en mi ausencia: ¿habrá cambiado todo o seguirá igual que cuando me fuí? No he sabido nada del exterior mientras estaba aquí ya que decían que la información me podría hacer daño. Qué sabrán ellos...

-Levanta de la cama, hoy es de verdad. Vístete, tenemos muchas cosas que hacer. -dijo mi madre mientras recogía mis escasas posesiones.

Me vestí sin ganas, unos vaqueros y un ancho jersey cubrían mi desganado cuerpo. Quería salir de allí, pero algo me decía que no iba a salir del todo bien.

-Mamá, no estoy segura de poder salir.-susurré.

A pesar de estar bien me sentía insegura otra vez, quizás sea el miedo a lo desconocido, no lo sé.

-Itsaso, tranquila -puso sus manos en mis hombros, una a cada lado para tranquilizarme y prosiguió- tu padre te ha preparado tu comida favorita y tus amigas vienen a comer.

"¿Sigo teniendo amigas después de todo? Increíble" dije para mis adentros.

-¿Y Ashton? ¿Estará el también para comer?-dije acordándome de mi hermano.

-Digamos que su vida se ha vuelto algo... intensa este tiempo que has estado aquí.

Me quedé callada mientras la miraba a los ojos, no entendía que quería decir con eso de 'intensa'.

- Voy a por tu alta médica, esperame aquí.-dijo rompiendo el silencio.

Me quede allí plantada, otra vez, mirando hacia esa puerta de salida que tanto anhelaba, en la que por alguna razón había un grupo de lo que parecían ser periodistas.

-¿Hay algun famoso interno aquí? - pregunté mientras mi madre se acercaba a mí.

Mi pregunta fue ignorada ya que nada más salir un montón de cámaras se avalanzaron hacía nosotras. ¿Por qué se avalanzaban hacia nosotras?

-¿Te sientes apoyada por tu hermano estando él tan lejos de aquí?

-¿Es cierto que tu hermano fue una de las causas por las que ingresaste?

¿De qué conocían a mi hermano? ¿Por qué me hacían a mí las preguntas si no era nada conocida? No entendía nada, me sentí agobiada, como cuando estás en el mar y la corriente te empieza a llevar y lo único que piensas es que te vas a ahogar. Había perdido a mi madre entre la gran cantidad de personas, no conseguía encontrarla y me empezaba a faltar el aire. La vista se me empezó a nublar, todo giraba alrededor mía,  hasta que un brazo me agarró estabilizándome y me metió en un coche.

Finalmente pude identificar la figura de mi madre maldeciendo entre susurros.

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