“¿Hace falta ser novios con alguien para que no te falle? Creo que no. Si quieres a una persona no le vas a fallar, no importa si se están conociendo, si están en algo, lo importante es no lastimar a lo que te hace bien” –3 6 5 (página de Facebook e Instegram)Camine de un lado a otro y miraba mi reloj cada diez segundos.
Estaba más que nervioso. Hanna se reuniría con Patrick. Y los nervios me consumían. Era tanta mi desesperación que envié a Alisa a casa de mi hermana. Necesitaba saber que estaba pasando, y no pude colarme en aquella cita, porque era un tema de ellos. No mio. Pero me daba pavor pensar en las infinitas posibilidades que había.
Quería saber que era lo que pasaba. Lo que quería saber era que Hanna no volvería con Patrick. Y no sabía porqué, simplemente me molestaba el hecho de imaginarlos juntos. Lo de nosotros no tiene nombre ni etiqueta, no debería molestarme en lo absoluto que ella decidiera regresar con él. Pero la verdad si lo hacía, me estaba consumiendo.
Tenía casi seis años que no sentía aquel sentimiento lleno de rabia. Era algo que simplemente me comenzaba a consumir. Hanna era libre hacer lo que quisiera, y yo no era nadie para impedirle algo, pero no podía simplemente hacer como si nada pasara. Ella se habia vuelto en menos de un mes, alguien demasiado importante no solo para Alisa, sino para mi. Y asi como no vi un mundo sin Amelle, no veo un mundo sin Hanna. Dos polos opuesto que me estaban haciendo sentir lo mismo. Un pasado y ahora un presente.
Escuche un coche así que observe por la ventana. Y ahí estaba ella bajándose del coche, entró a su casa. Así que yo salí de la mía para ir con ella. Necesitaba saber lo que había pasado.
Quería quitarme este sentimiento del pecho. Quería no, necesitaba quitarlo. Aunque no se hare si la respuesta en la que no deseo.
Pero antes de tocar la puerta me detuve. ¿En que estoy pensando? Ni siquiera debería estar pidiéndole explicaciones por algo que no me incumbe. Antes de poder irme la puerta se abrió. Y una Hanna hermosa como siempre estaba delante de mi. ¿Y ahora que hago?
–Dereck– susurro ella con una pequeña sonrisa –. Iba a tu casa. Pero veo que te me adelantaste.
–Si, es que Alisa no está. Mi hermana se la llevó esta mañana. Y como sabía que hablarías con Patrick.– yo la mire a los ojos –¿Cómo estás?
–Ven pasa– ella me dejo pasar y cerró la puerta una vez estuviste dentro los dos –. ¿Quieres tarta de queso? La compré de camino aquí.
–Claro, suena bien– ella sonrió y caminamos a la cocina.
Tome asíento en la barra de desayuno y la observe sacar la tarta del refrigerador. Mis manos no se quedaban quitas, y tenía la necesidad de tocar cualquier cosa que viera. La pasé por mis pierna alzando mis vaqueros.
–¿Cómo te fue con Patrick?– no pude evitar preguntarle –Se reunieron ¿no?
–Asi es– ella se volteo a mirarme y luego corto dos trozos de tarta –. Si, bueno me dio sus motivos, se disculpo, y lo disculpe. Bueno, siempre lo hice.
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El cielo a mi favor
RomanceCuenta una antigua leyenda que un día estaban la vida y la muerte en una habitación. A pesar de plantearlas como grandes enemigas. Realmente eran grandes amigas, algo que nadie se imaginaría, eran tan diferentes una de la otra. La vida era color...