XVIII - Celos

162 18 13
                                    

Salí perezosamente de mi habitación hacia la cocina en busca de un vaso de leche, pero cuando llegué me sorprendí al encontrar a Toru hablando por teléfono algo animado o al menos eso parecía, no debía pero terminé espiando igual. Me escabullí tras la pared para no incomodar si me veía, entonces quien acabó incomodado después de todo fui yo, porque con quien hablaba era precisamente Karu. Apenas noté que colgó, entré a la cocina, él me sonrió, hice una mueca.

¡Buenos días, dormilón!— de inmediato se me acercó, como si hubiese olvidado que ambos ahora debíamos mantener distancia.

Hey— lo evadí para abrir el refrigerador y sacar un cartón pequeño de leche de vainilla.

¿Qué pasa?— se paró frente a mí cuando notó que iba a salir de ahí. — Taka.

¿Qué?— resté algo de importancia como si abrir la cajita fuera más relevante.

Te pregunté algo, no respondiste.

Quizás porque realmente no pasa nada. ¿No entiendes?— soné sarcástico y él me odió.

Te levantaste malhumorado parece.

Hm.

Anoche pasé por tu habitación y me preocupé al no verte ahí porque tampoco contestaste mis llamadas. ¿Por qué te bajaste de la van así?— se cruzó de brazos y lo miré.

Acaso no fue evidente que la presencia de Karu me incomodó ¿no?— me defendí— entiendo que debas aparecerte con ella pero porqué tenías que comportarte tan cercano, o sea, la tipa es una desconocida y se tomó atribuciones que no correspondían, más encima vengo aquí y te escucho conversando con ella feliz. ¿Cómo quieres que reaccione entonces?— okay, eso último no debía decirlo porque ni siquiera él había notado mi presencia antes.

Con que escuchaste la conversación— enarcó una ceja y seguí bebiéndome la leche— lamento que haya sido de esa forma pero tampoco imaginé que Karu fuera así, tan imprudente como dices. Igual, conversando de vuelta con los chicos me dieron a entender que tampoco les agradó demasiado, pero ya sabes lo del manager...

Sí, sí. — En serio estaba irritado.

Hey, escúchame— me arrebató el cartoncito de las manos para dejarlo en la mesa de la cocina y bueno, aprovechó de entrelazar nuestras manos y acercarme a él— no te pongas celoso por esto, ella no es mi tipo.

Ugh— suspiré profundo— solo me cabreó la chica, es eso.

De verdad lamento no encontrar la forma de poder estar en una relación otra vez sin que afecte a nadie y ponerte en esta situación a ti, que en este momento eres quien más me importa— unió su frente con la mía, encorvándose un poquito dada la diferencia de alturas— perdóname cariño.

Está bien— murmuré— el estrés me supera y la voz de Karu empeora todo.

Lo sé, anoche cuando te bajaste de verdad si no fuera por Keno que puso la música a todo volumen, ella hubiese seguido hablando de todo y nada el resto del viaje— se rio— es cosa de tiempo para volver a estar juntos los dos, de alguna forma lo estaremos ¿vale?

Vale— asentí cerrando los ojos. A los segundos escuché una tos fingida y me separé de Toru al instante, era Tomoya.

¿Qué hay, tortolos?— bromeó.

Cachetón imprudente— le dije apretando suave sus mejillas.

¡Suéltame!— tomó mis muñecas y quitó mis manos de su cara. Miró a Toru — ¿Qué onda con la parlanchina?

Uh, nada, estaba invitándome a un ensayo que tendrá con su banda hoy. — Lo miré curioso. — Pero le dije que estaré ocupado con ustedes— se rascó la nuca y Tomoya rio.

También te gustarán

          

Todo un galán eh— bromeó nuevamente.

Cállate ya— le di un suave golpe en la cabeza y justo apareció Ryota para también colarse y darle un buen golpe de buenos días a Tomoya también, tras eso lo abrazó. Todos reímos. Adoro a estos chicos.

                                                            ~~~

La semana pasó rápido entre conversaciones con el manager y trabajos en el estudio, todos nos propusimos terminar una canción para que el gordo estuviera satisfecho. Después de todo el tener la cabeza metida en el trabajo me hacía mantener la calma y enfocarme en dar lo mejor, aumentaba mi tranquilidad.

Respecto a Karu... ella ha seguido insistiendo en salir otra vez con Toru, él ha zafado caballerosamente de sus invitaciones aludiendo al trabajo, pero no podría ser siempre así. Ya que el manager le insistió en que debía ser visto con ella en algún lugar, por eso mismo es que hoy salió con ella a almorzar a un restaurant nuevo que abrieron hace poco en pleno centro de la ciudad. Buen lugar para ser vistos. Traté de no darle tanta importancia porque mientras más lo pensaba, más incómodo me sentía en esta situación. Al menos los periodistas habían callado tantas especulaciones de nosotros, eso también gracias a las demandas por calumnias que inició el gordo hace unas semanas.

Los chicos me habían invitado a pasar el día con ellos, pero les dije que mejor ocuparan su tiempo libre en sus chicas, entre tanto ajetreo imagino lo mucho que deben extrañarlas. Me siento feliz por ellos, ambos pueden pasearse libremente con ellas a sus lados, ojalá fuera algo similar para mí. Pero claro, son diferentes nuestras realidades.

A ratos extraño compartir mi tiempo libre con Toru.

Para distraerme y no caer en depresión solo en el departamento es que decidí irme al estudio y enfocarme en la letra de la canción. La tenemos a medio terminar, así que debo ponerle empeño para que sea lo que realmente queremos. Cogí mi mochila y salí con precaución del edificio, allá afuera me esperaba Keno.

¡Buenos días! —me saludó como siempre tan animado y con una sonrisa adornándole el rostro. No había cambiado para nada su actitud conmigo.

Hola, ¿esperaste mucho rato?— pregunté poniéndome ya el cinturón de seguridad.

Casi nada, y aunque así fuera... es mi trabajo ¿no?— bromeó y le sonreí. — ¿Estás mejor?

Algo así.

Explícate— hizo una maniobra para virar a la izquierda en dirección a la autopista.

Ya sabrás que todos esos rumores son ciertos ¿verdad?— asintió— y que él está haciendo una especie de sacrificio por ambos ¿no?— asintió otra vez— pues vale, eso se siente extraño y pese a calmar los rumores que salieron, me frustra no poder solucionarlo de otra forma. Terminar con él ha sido doloroso. ¿Has tenido pareja alguna vez?

¿Qué edad crees que tengo, muchachito?— sonrió— claro que he tenido y en varias ocasiones me sentí horrible porque esas relaciones no funcionaban.

Bueno... disculpa— murmuré.

Estás en una situación difícil— respondió deteniendo el auto en un semáforo— ¿no había otra alternativa?— Negué.

¿Qué habrías hecho en mi lugar?— me atreví a preguntar.

No lo sé, de haber estado en una banda sin futuro provechoso hubiese optado por quedarme con la relación— recargó su mentón en la mano libre del volante tras acelerar— ten paciencia enano, las cosas pudieron haberse complicado a como ambos no esperaban pero siempre hay opciones. Quizás no era el momento de ustedes y más adelante puedan volver a intentar.

Take what you want [Toruka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora