Narra ______.
Una semana ha pasado desde el día que me visitó Louis, y ese chico que supuestamente me buscó no había vuelto a aparecer, al parecer solo fue una escusa para entrar así que no le di importancia de más.
Estaba en la aburrida clase de historia del arte, puta mierda inservible. El maestro me ha regañado más de tres veces por no estar al tanto de la clase, Zayn me miraba divertido, aunque yo no le veía la gracia. Mire mi móvil una vez más, ya había perdido la cuenta de cuantas veces repetía este acto, solo que esta vez tenía un mensaje de un número desconocido.
*Te has escapado, pero te encontré cariño. Nos veremos pronto.*
Fruncí el ceño al leer, ¿quién habrá sido el capullo qué escribió eso? Respondí rápidamente.
*¿Quién eres y qué mierda quieres? No estoy para aceptar tus jodidos juegos*
En menos de un minuto obtuve una respuesta.
*Has cambiado, me gusta la nueva ______. ¿Quieres una pista? Soy la persona que te llevo al cielo por primera vez nena*
Al leer ese segundo mensaje me paralicé por completo, había sonado el timbre que indicaba el receso y yo aun seguía ahí, no quería moverme, más bien no podía, eso solo indicaba algo, más bien alguien, no necesitaba oírlo para reconocer su modo de hablar y de expresarse, solo él me llamaba “nena”.
-Has fastidiado la clase completa y ahora no te mueves, estás como una puta cabra Payne.- escuché la voz de Zayn, gracias al cielo me sacaba de este pequeño y espontaneo shock.
-Cállate idiota.- respondí bloqueando la pantalla de mi móvil a la vez que lo metía en mi bolsillo trasero.
-Creo que alguien se ha despertado de mala hoy, ¡Oh! Espera, siempre es así.- se burlo Zayn ganándose una colleja de mi parte.
-¿Cómo está Perrie?- pregunté cuando salimos del salón, necesitaba distraerme.
-Mal de la cabeza, pero eso es algo normal en ella así que bien.
-El único mal de la cabeza, eres tú.
-¡______!- me llamaron desde la escalera que daba al tercer piso, era Adam.
-¿Sí?- respondí levantando la cabeza para verlo, venía corriendo hacia nosotros.
-Malik.- saludó Adam acompañado de un movimiento de cabeza muy americano.
-Extraño.- dijo Zayn de la misma forma, no pude evitar reír y Adam dio un indicio de golpearlo, pero lo detuve.
-Ya, ¿qué quieres?- pregunté al castaño.
-Correremos mañana a las ocho, hoy iremos a ver la ruta, ¿vas con nosotros o nos encontramos allá?- preguntó Adam.
-Iré mañana antes de que comience.- contesté.
-Está bien, debo irme, adiós.- se despidió besando mi mejilla, despeinó el cabello de Zayn y salió corriendo en dirección contraria a la que estábamos.
-Lo mataré.- dijo Zayn y salió corriendo tras mi compañero de carreras. Negué con la cabeza y fui a mi segunda clase.
Cuando llegué al salón vi a Zayn y Adam dándose collejas como dos niños pequeños, negué con la cabeza al verlos y entré. Me senté en el último asiento y releí el mensaje solo hasta que me dieron el examen. Cuando terminé de contestar fui hasta mi coche, no tenía más clases después de eso, porque ya había rendido el examen de la clase que seguía.
Desde lejos pude ver a un chico sentado en la acera del estacionamiento, tenía la cabeza hacia abajo, traía pantalón negro ajustado, pero sin exagerar, una remera del mismo color holgada con letras blancas y un gorro negro hacia atrás. Tenía los brazos, lo que veía de su torso y su cuello tatuado, era sexy, algo delgado, pero aun así era sexy. Cuando estuve en la puerta del carro, el chico levanto la cabeza y de inmediato se puso de pie.
-¿No me saludas?- preguntó. No puede ser, él no puede estar aquí. Seguía igual de guapo, firme, decidido y podría decir que más al igual que su tono de voz, el cual era aun más grave.
-¿Qué… qué haces aquí? ¿Cómo me has encontrado?- pregunté incrédula, retrocedí ya que él se acercaba.
-No es complejo encontrar a los Payne, y menos a la sexy y ruda _____, la mejor corredora de Londres. ¿Por qué te alejas? Antes corrías al verme.
-Vete, eres un hijo de puta.- espeté con rabia.
-No nombres a mi madre si quieres insultarme, sabes que no me importa en lo absoluto, nena.- dijo sonriendo y me tomó de la cintura con un brazo, con el otro recorrió desde mi brazo izquierdo hasta mis labios.
-Suelta.- exigí, Owen negó con la cabeza y sonrió.
-Has cambiado, ¿qué paso con esa ______ inocente que odiaba los tatuajes?
-La has matado.
-Fueron cosas de niñatos, ahora soy grande, he madurado y creo que tú también. Me gusta esta nueva ______, estás jodidamente sexy.
-Vete a la mierda.
-Sí me voy, te vienes conmigo.- dijo con tono autoritario y divertido a la vez, una de las cosas que siempre ame de él. Se acercó y besó suavemente mi mejilla.- Te amo, ¿sabes? Fuiste mi primer amor y fui un imbécil al dejarte.
-¿Qué dices idiota?- contesté tratando de sonar firme. ¿Owen Campbell estaba diciendo eso? Eso para él eran cursilerías para idiotas.
-Lo escuchaste, no me hagas repetirlo, sabes muy bien que no es lo mío.- dijo acercando sus labios a los míos, los presionó con fuerza y comenzó a moverlos rápidamente, su lengua jugaba con la mía y sentí que volvía a tener quince años, sus labios sabían igual que la primera vez, ¿realmente lo olvidé? No, se siente bien, no quiero dejarlo y siento que ya no le pertenezco a Louis. Aunque ya no estoy enamorada de Owen, si siento cosas por él y me hace sentir como una adolescente inexperta. Cuando nos separamos volvió a presionar sus labios contra los míos, acarició mi mejilla, succionó mi labio superior y me dio acceso a jugar con su labio inferior, él sabía que amo ese gesto.- ¿Alguien logro descubrir tus adicciones y gustos?
