No sé cómo es posible que después de tanto tiempo sigamos cayendo, pero así es.
Siento que han pasado minutos, mi grito se acabó hace tanto tiempo que ya ni siquiera lo recuerdo.
Luzbel alcanzó a Lux en el aire, no sé cómo es que logró tomarla sin soltarme a mí, pero bueno, no sé muchas cosas de él de todas formas.
Voy a morir, no hay otra opción, mis segundos están contados y sólo quiero llegar al piso ahora, sólo eso.
Luzbel comienza a moverse y me pone mas de nervios, no pensará soltarme ahora... ¿Verdad?
—Quédate quieta — me pide con voz agitada.
¿Quedarme quieta? ¿Este asno no nota que estoy más tiesa e inmóvil que su espada?
Estoy dándole la espalda, me tiene bien abrazada y no me permite moverme ni un solo centímetro de la fuerza de su agarre.
Respiro tan rápido como puedo, pero eso solo ayuda a que me maree aún más y sienta como ya comienzo a desvanecerme.
Si no muero del golpe seguro que sí de la caída libre.
Cierro los ojos con fuerza y un momento después paramos.
Mi cerebro se golpea múltiples veces con el cráneo y me quedo más aletargada de lo que alguna vez pensé.
No me he golpeado directamente, pero todo el aire abandona mis pulmones y no logro estabilizarme.
—Carajo — escucho a Luzbel quejarse debajo de mí —. Lía, maldita sea, ¿Lía, estás bien?
Quiero contestarle, pero no puedo ni siquiera moverme, no logro respirar y ya siento que me estoy desmayando.
—¡Lía, reacciona! — mi espalda ha está contra el piso, logro ver la silueta de Luzbel hincado a mi lado mientras me mira —, ¡carajo!
Luzbel une los labios a los míos, pero no en un acto de cuento de hadas. Sopla en mi boca y siento como mis pulmones vuelven a expandirse y la vida me regresa.
Lo empujo para sentarme mientras comienzo a toser desesperadamente.
¡Viví! No puedo creerlo, ¡estoy viva!
—Estoy bien — contesto al fin —, estoy bien.
—Júramelo, por favor, ¿en serio estás bien?
—Sí... todo bien... ¿y Rafael?
—Él...
—Aquí estoy — contesta entonces —, ¿están bien?
—Sí, creo que me rompí algo... seguramente todo — contesta Luzbel —, estoy bien.
—¿Lía?
—También estoy bien — acepto poniéndome de pie.
—Que agradable sorpresa — una cuarta voz se escucha. Sólo puedo decir que estoy harta de la oscuridad, nuevamente no sé quién nos está hablando, pero por el acento tengo la sospecha de que es el hada de ayer —, habéis decidido venir, Luzbel.
—No vengo a platicar contigo. Llévame con ella.
—Que descortés sois... y trajiste a vuestra humana.
—Esa es cosa que a ti no te interesa, llévame con Lilith ahora. ¿O quieres que yo la busque?
—Bien — acepta a regañadientes —, vamos, seguidme.
Luzbel me rodea con un brazo y me hace caminar pegada a él. La verdad no me molesta, es bastante agradable estar así de cerca suyo.
Por otro lado estoy tensa, todo por aquí está en oscuridad total y sólo logro escuchar cosas arrastrarse por el piso, aunque la verdad prefiero no ver todo lo que debe de haber a mi alrededor.
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Vuelve
Fantasy*Libro segundo. Luego de la devastadora despedida entre Luzbel y Lía, ambos dan vuelta a la hoja y siguen sus vidas sin mirar atrás. Una guerra. El poder. Una promesa... ¿Será suficiente para volver a estar juntos?