¿Una llamada?

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Zoro se encontraba realmente ofendió, por decir lo menos.

Su frente arrugada en indignación y las manos fuertemente apretadas al aparato tecnológico, conocido como celular.

Su rostro siempre bronceado se coloreada de rojo, a cada releída que sus ojos daban al mensaje más reciente de su Whatsapp.

¿Es que acaso el rubio oxigenado del otro día era estúpido?  Eso o simplemente era un hijo de perra muy burlón.

Mira que mandarle a un sordo un mensaje, pidiéndole tener una llamada.
Más descarado no se puede ser.

El peliverde tentado se vio en buscar al niño famoso y hacerle pagar por tan descarado mensaje. Pero la desconocida ubicación de este frenaba todos sus planes de violencia.

Regresarle un mensaje no era la mejor opción para demostrar su furia, pero era por lo menos una opción viable para descargar un poco del malestar que ese estúpido causó en el.

Con dedos entorpecidos por la molestia comenzó a escribir palabras igual de ofensivas a las que recibió. Atacando aspectos físicos y deficiencias del muchacho. Pero una vez leyó lo escrito, se encontró insatisfecho.
Aquellas palabras apenas si capturaban un gramo de su malestar.

Borrando todo lo anterior escrito, optó por una mejor opción.
Un audio. Eso sí que capturaria con mejor calidad el odio que en el despertó el supuesto cantante de pacotilla.

El pequeño micrófono de la aplicación fue presionado y Zoro saco con acidez todo lo guardado en su pecho.

El veneno de su actual estado colérico fue expulsado cual balas sobre el cantante, que del otro lado de la pantalla, se golpeaba la cabeza contra un muro al mirar el estúpido mensaje que había mandado.

Tan nervioso estaba de contactar con el otro sujetó, que no pensó con claridad en lo que escribía.  Mira que pedirle una llamada a un Sordo.

-Sanji eres tan tonto- dijo con burla, su mejor amigo Usopp.  El responsable de conseguirle el numero de aquel peliverde en tan sólo una semana- No sólo le has mandado un mensaje ofensivo a tu héroe, sino que también te has equivocado y en vez de poner eliminar para todos, has presionado eliminar para mi- la cabeza del hombre de anormal nariz larga se mecio con decepción- A veces me das pena.

-¡¿Quieres callarte?!- grito paranoico, con sus manos pálidas sujetando mechones de su largo cabello dorado- ¡Oda! ¿Que voy hacer ahora? - pregunto a la nada, esperando que el universo lo ayudará en tan deplorable situación - ¡Creerá que soy un gran malnacido!- su cuerpo se paseo a largas zancadas a lo largo de su habitación- Y yo no soy un malnacido,  yo solo quería hablar con el una vez más.

-Ya lo sé, no tienes que contármelo- dijo Usopp con la atención centrada primordialmente en la guitarra que sus manos sostenían- Estuve aquí viendo en primera fila todo tu numerito- el rubio siguió lamentándose por largos minutos,  deseando no hacer lo que hizo y buscando formas tontas de regresar el tiempo, mencionando en más de una ocasión usar una tal gema del tiempo que en un cómic vio.

Más todo drama se vio frenado al escuchar el curioso tono de notificación que el celular de Sanji poseía.

Sanji nunca antes había odiado tanto, su lindo tono de Pikachu como en esos momentos lo hacía.

-Por favor dime que no es el- rogó,  mientras le lanzaba su celular al moreno, que con esfuerzos y torpeza logró atraparlo.

-No es el- respondió, con los ojos pegados a la pantalla del aparato.

-¡¿En serio?!- La esperanza reino en la voz del rubio.
-No, pero te dije lo que querías escuchar- dijo con simpleza el narizon.

-¡Serás cabrón! - sus dientes se asomaron entre sus delgados labios, en una expresión amenazante, quien hizo temblar al guitarrista.

Deaf earsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora