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Camila

Tan solo fue un suave toque pero esa simple acción envió una descarga eléctrica a todo mi cuerpo. No quería apartarme, aún quería sentir los suaves labios de Lauren sobre los míos sin embargo tenía que hacerlo. Así que lentamente me separé de ella mirando su rostro através de la oscuridad, tenía sus ojos cerrados y aunque no estaba segura del todo me pareció ver sus mejillas sonrojadas. Comenzó a abrir sus ojos parpadeando varias veces como si quisiera entender lo que estaba pasando. Me removí nerviosa en mi lugar.

¿Por qué tuve que hacer eso de nuevo?.
Demonios debería dejar de hacerlo.

La respuesta obvia a mi pregunta daba vueltas en mi cabeza, simplemente no podía resistirme. De pronto el miedo de perderla me invadió.

¿Qué haría si ella decidía terminar con nuestra amistad debido a mi impulsividad?.

–Uhm... yo... –quise decir algo para arreglar lo que había hecho pero nada venía a mi mente.

La vi sonreír algo ajena a mi estado nervioso cosa que me confundió un poco.

¿Quería decir eso que no le había molestado que la besara?.
Dios, como deseaba que así fuera.

La puerta del cobertizo se abrió de repente causando que me sobresaltara. La figura de mi padre se dejó ver para dar paso a una expresión más relajada, entonces él se acercó a nosotras a paso lento.

¿Cuánto tiempo habíamos estado encerradas?.

–Papá... –susurré a punto de explicarle lo que había pasado.

–Pensé en venir a buscarlas al ver que se tardaban tanto, ahora veo cual es la razón. Creo que olvidé que la puerta se trababa fácilmente, lo siento chicas, por hacerlas pasar por esto–finalizó haciendo una mueca, su voz escuchándose a través de la música que venía del jardín.

–No se... no se preocupe... señor Cabello–habló Lauren a mi lado.

Ella se levantó sacudiendo su pantalón y sus manos. Me dió una mirada rápida para luego bajar su cabeza escondiendo claramente sus mejillas sonrojadas.

–Ahora... yo uhm... bueno... yo tengo cosas que hacer... y me tengo que ir... –volvió a hablar la ojiverde de forma entrecortada–Así... que hasta luego y gracias por la invitación.

Con eso dicho ella prácticamente salió corriendo de aquí, me decepcioné un poco que se fuera tan rápido pero era lo que tenía merecido por haberla besado cuando no debía. Suspiré dejando caer mi cabeza entre mis manos, definitivamente esta no era la manera más efectiva de hacer amistades. Solo la ahuyentaba y eso era exactamente lo que no quería. Quería a Lauren cerca, lo más cerca posible si es que se podía, pero con esto era probable que no la tuviera a mi lado. Tal vez desaproveché mi oportunidad de acercarme a ella como lo tenía planeado.

–Que rara es tu amiga, siempre va con prisa–dijo mi padre mirando por donde se había ido Lauren–¿Qué tienes cariño?–preguntó después al verme.

–Nada... seguramente la carne me cayó mal. Subiré a mi habitación a descansar un rato–contesté poniéndome de pie con su ayuda.

–Bien pero si sientes que empeoras dímelo.

–Lo haré papá–le regalé una pequeña sonrisa para tranquilizarlo.

Como le había dicho a mi padre subí a mi habitación, una vez allí me dejé caer en mi cama pensando en lo sucedido. Toqué mis labios soltando una tonta risita. Bueno, ahora tendría que encontrar la manera de hacer que Lauren no se distanciara de mí aunque si lo pensaba bien el solo hecho de sentir sus labios de nuevo valía la pena. Di media vuelta sobre el colchón quedando boca abajo, abracé mi almohada y saqué mi celular. Deslicé rápidamente mis dedos sobre la pantalla escribiendo un mensaje, al terminar presioné enviar.

Nervous (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora