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Jolene se ajustó el blazer negro al bajar del taxi junto a su falda a juego. Hoy había elegido ese conjunto porque habría una reunión muy importante en la empresa y según lo había mencionado Nicolás en el correo que le envió seria una ocasión muy especial y debía ir lo más profesional posible. Subió los ascensores hasta su piso, Luz estaba allí también muy bien vestida viendo algo en su computadora.

—Buenos días, Luz— la saludo sonriente.

—Bienvenida, jefa— bromeó ella.

—¿Alguna novedad?— cuestionó mientras encendía su computadora y se sentaba en su lugar.

—Tengo toda la agenda de la semana que viene completa y como a ti te gusta, el jefe aún no ha llegado pero ya te pasé a ti el borrador para que lo arregles como creas.

Jolene sonrió agradecida, Luz era muy buena en lo que hacía y le gustaba su manera de trabajar. Siempre era optimista y de gran ayuda.

—Gracias, Luz.— dijo ella mirando el borrador de la agenda, todo estaba en perfecto orden tal y como ella lo hubiera hecho.—Creo que mereces un diez, Luz. Todo está genial.

—¿Enserio?— preguntó sorprendida—, no esperaba eso— admitió.

—Has aprendido mucho.

Luz sonrió satisfecha por su trabajo y antes de que ambas pudieran decir alguna palabra el ascensor se abrió dejando ver a Nicolás acompañado de Patrick, ambos vistiendo de traje azul, la única diferencia era que el pelinegro llevaba una corbata roja y Nicolás una de color verde jade. Jolene y su compañera se pusieron de pies saludando a los caballeros que se escondieron rápidamente en la oficina.

Jolene necesito que vengas a mi oficina, ahora— la voz de Nicolás hizo que Jolene se pusiera nerviosa. No había visto a Patrick en días y ni siquiera se habían llamado o mensajeado.

—El deber llama— murmuró mientras tomaba la tableta en sus manos y Luz le daba una pequeña sonrisa.

Ella camino hasta la puesta y segundos después entró encontrándose con Patrick y su jefe sentados.

—Mi amigo quiere hablar contigo— le dijo Nicolás. Ella se sonrojo un poco mirando al pelinegro que mantenía una sonrisa en su rostro.

—¿Y Luz...?

—Tranquila, le diré que valla a comparar donas a la cafetería del sur.

—No puedes hacer eso— dijo ella sintiéndose culpable, la pobre no podría ir, quedaba lejísimos.

Nicolás rio un poco:—Claro que no, mejor no te preocupes por eso. Habla con él.

Y sin más Nicolás salio de la oficina dejando a los chicos solos. Patrick no aguanto más y camino hasta ella, la tomó entre sus brazos y la beso. Había esperado lo sufiente como para lucir desesperado por tenerla. Jolene se dejó llevar por la intensidad del beso llevando sus manos al cuello del muchacho. Lo había extrañado demasiado.

—Te extrañé— susurró él—, te extrañé mucho.

Ella sonrió escondiéndose en su pecho, sintiéndose pequeñita rodeada de sus grandes brazos. Alzo la mirada para encontrarse con los ojos mieles que tanto amaba.

—Yo también te extrañé— hizo un puchero. Él volvió a besarla pero esta vez disfrutó del beso como nunca antes.
Se separaron por falta de aire, ambos sonrieron como auténticos enamorados.

Patrick se sentó con Jolene en sus piernas. Beso su hombro.

—Tengo que decirte algo muy importante— soltó el chico algo preocupado.

—Dímelo— ella sonrió recostada en su pecho.

—Me temo que te enojaras pero es mejor que te enteres por mi antes que alguien más te lo diga.

Jolene lo miró directamente a los ojos.

—Sé que serás el nuevo presidente de esta empresa— Patrick abrió la boca sorprendido, Jolene rio.

—¿Cómo lo sabes?— cuestionó sin poder creerlo.

—Lo oí por casualidad cuando tu padre y mi padre lo hablaban en el club.

—¿Y no me dijiste nada?

Ella se encogió de hombros, era de esperarse, después de todo si no era Jimmy era él pero alguno de los dos tomaría el mando de la empresa cuando Hugo quisiera descansar del mundo de los negocios.

—Solo quería que me dieras la sorpresa pero creo que lo arruine— torció la boca un poco.

—Jolene sabias que tomaría el mando de la empresa y no me dijiste nada.— dijo Patrick tratando de convencerse a él mismo ya que no lo creía.

—Sí...

—Y yo pensando que estarías enojada porque no te lo dije antes.

—Tranquilo— tomó su cara entre sus manos mirándolo a los ojos preciosos que tenía—, quizás debí decírtelo pero tantas cosas en la cabeza que me había olvidado.

—Ay, Dios.— murmuró él sobre los labios de la chica—. Antes de que digas algo más tengo que confesarte algo más grave.

—Esta bien— sonrió—, no se que será pero suelta la sopa.

Patrick sonrió un poco, sabía que no le iba a gustar.

—Cuando te conocí estaba comprometido con aquella mujer que fue conmigo al baile de aniversario de la empresa.

Jolene abrió los ojos y la boca de la impresión. No pudo articular una palabra porque Patrick continuó hablando.

—Rompí el compromiso hace unos días, primero porque ya estoy casado contigo y segundo porque aquella mujer esta enamorada de Jimmy y viceversa. Lo siento mucho, sé que debí decírtelo y entiendo si estás molesta conmigo.

—Tú... ¿se puede estar comprometido y casado a la vez?— preguntó ella incrédula, lejos de estar enojada estaba realmente sorprendida de todo lo que había pasado.

—¿Eso es todo lo que dirás? Acabo de confesarte que estaba comprometido con otra mujer y ni siquiera te enojas.

Jolene sonrió.

—Patrick, mi amor. No te podrías casar dos veces en esta ciudad y no te daría el divorcio fácilmente.

El día después de que le hubiera propuesto matrimonio habían ido al registro civil a casarse, habían mantenido todo en secreto para celebrarlo después de que las aguas se calmaran. Nadie lo sabía más que ellos dos y la pareja de ancianos que habían sido testigos de su unión.
Fue el día más feliz de sus vidas. Jamás se arrepentirán de esa locura. Habían atado sus vidas, ya nada ni nadie los podría separar. Eran uno solo desde el momento en que decidieron amarse.

—Aveces creo que ni te merezco— confesó Patrick—, te amo tanto.

Jolene lo besó muy despacio y llena de amor.

—También te amo.

Ambos sonrieron poniéndose de pies, era hora de que Patrick se presentara como el nuevo CEO de Venture.

—Deseame suerte— le pidió él.

—No la necesitarás— aseguro ella—, serás el mejor jefe que esta compañía podrá tener.

[...]

Defectos ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora