Mis manos sudan y siento cómo mi corazón golpea con fuerza mi pecho.
La clase de la profesora Amanda ha comenzado hace unos minutos y yo sigo mirando la puerta a la espera de que Selene se asome por ella.
Solo escucho el constante sonido de los tacones de la profesora impactar en el suelo.
—Brett, ¿podrías decirme qué entendiste de lo que acabo de explicar?
Aparto mi interés de la puerta.
Cuando mis ojos caen en los azules de la maestra, me percato que tiene el entrecejo fruncido.
Todos los que están en el amplio salón de clase clavan sus orbes en mí.
Eso no me afecta, ninguna mirada puede ser más intimidante que la mía.
Me acomodo en mi pupitre para intentar recordar un poco de lo que estaba hablando, pero la verdad es que no he escuchado nada de lo que explicaba.
—Yo... —hago una pausa— No lo sé. No estaba prestando atención a su clase —confieso.
A ella parece no gustarle mi respuesta, ya que se acerca. Camina con sutileza en esos altos tacones. Sus párpados están maquillados de manera escandalosa, al igual que sus labios. Detiene sus pasos cuando llega frente a mi pupitre.
—Si no le importa mi clase, puede irse.
No puede evitar apretar mis dientes.
No me gusta que nadie me hable de esta forma.
—Solo estoy siendo sincero —mascullo—, y le aseguro que, si esta asignatura no fuera tan importante, tomaría mis cosas y me iría, pero claro que me importa aprobar el año.
Justin, que está sentando en el pupitre que está a mi par, se ríe en silencio.
La profesora me desafía con la mirada.
—Es un grosero, señor Brett. —Le lanza una mueca de desaprobación a Justin—. Si para usted es importante aprobar el año, tendrá que cambiar su actitud.
Aprieto mis manos, mas el sonido de la puerta hace que sienta una repentina... emoción.
La profesora ladea su cabeza sobre su hombro para ver la madera siendo tocada.
Se aleja de mi asiento para abrir.
Cuando la mano de la profesora gira en la perilla y veo los luceros grises de Selene, mi cuerpo se relaja, mis manos se abren y siento un vacío en mi estómago.
La profesora ve a Selene de pies a cabeza, busca alguna respuesta en su expresión por su impuntualidad.
—Señorita, la clase comenzó hace un rato.
Puedo ver cómo sus ojos están ligeramente hinchados y lo rojiza que se encuentra su nariz.
—Siento haber llegado tarde —su vista cae al piso—. No volverá a suceder.
Los rojos labios de la profesora se arquean en una corta pero falsa sonrisa.
—Puede entrar. No obstante, se sentará en uno de los primeros pupitres —ordena.
Selene levanta su cabeza, intuyo que quiere negarse ante tal exigencia. A lo último asiente y entra en el salón. Se aproxima a uno de los primeros pupitres que aún quedan libres.
La clase de la profesora Amanda es la asignatura que casi todos odiamos; ella habla de distintos temas y eso solo nos confunde. Para concluir esta clase es bastante tediosa, por esa razón a nadie le gusta sentarse enfrente.
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Cero Flacas| Corregido ✔️
Teen FictionSelene López, es una chica de diecisiete años que toda su vida ha intentado encajar con su entorno social, su peso ha sido un impedimento para lograr esto incluso ha dejado de creer en ella mismas ya que se siente como una "cerda" o eso es lo que ha...