La narradora vuelve a ser Sky:
Harry todavía no había aparecido en la madriguera. Los gemelos estaban en la tienda, Ron en su habitación, Ginny y la señora Weasley en la cocina y Herms y yo en la habitación.
- ¿Qué tal con Ron? – le pregunte intentando sacarle información
- ¿Qué dices? - me miro sorprendida por mi pregunta – No hay nada con Ron
- Me lo creo, Ron esta tan ciego que seguro que no sabe que te gusta
- ¿Qué? A mí no me gusta Ron, de donde sacas esa tontería – dijo mintiendo fatal
- Madre mía, que mal mientes – le dije yo riéndome, ella me miro y se quedo un momento pensando
- Vale, esta bien... - dijo ella finalmente – me gusta Ron, pero no hay nada
- ¿Por qué? – pregunte
- Porque no le he dicho nada, eres la única que lo sabe – dijo ella
- Para nada, estoy segura de que Ginny lo sabe, Harry se lo imagina y los gemelos me lo dijeron el otro día – le conté
- Oh dios mío, que vergüenza – dijo tapándose la cara
- Creo que el único que no lo sabe es Ron, deberías decírselo – sugerí yo
- No, no, por ahora no sabrá nada – y me miro pidiendo que cambiara de tema
- Esta bien como quieras – dije yo
- ¿Y tu y George? – pregunto ella
- Oh, estamos saliendo, no te lo había contado – bromee yo
- No seas tonta. ¿Habéis? ya sabes... – me pregunto ella dándome un empujoncito, sabia a que se refería
- Si – dije yo como una boba
- Oh dios, eso es genial – grito ella y yo le tape la boca – perdón, me alegro mucho. ¿Y cómo fue?
- Fue... perfecto
En ese momento oímos a Ginny decir que Harry estaba en casa y bajamos corriendo a saludarle. Pasamos la noche hablando, se alegro mucho de verme, sabía que me había despertado del coma, pero no me había visto.
Al día siguiente fuimos a Sortilegios Weasley, era una pasada de tienda. Estaba llenísima, era de las pocas que quedaban abiertas en el callejón. Di un paseo por la tienda viendo todos los productos que había y me pare con Herms y Ginny que estaban mirando unos botes de filtros de amor.
- ¿Qué tal señoritas? – dijeron Fred y George a la vez apareciendo a nuestro lado
- Filtros de amor ¿eh? – dijo Fred
- Si, realmente funcionan – continuo George
- Por lo que cuentan hermanita, a ti no te hace ninguna falta – dijo Fred
- ¿y eso? – pregunto Ginny
- ¿No estas saliendo ahora con Dean Thomas? – pregunto George
- No es asunto tuyo – respondió Ginny mientras se iba
Vi como Hermione miraba los filtros y luego también miro a un chico que había en la tienda que no le quitaba el ojo de encima.
- Tu no los necesitas – me dijo George – a mí ya me tienes enamorado
Le mire como una boba enamorada y le bese
- Por favor, muestras de afecto en otra parte – dijo Fred y Hermione se rio
Volvimos a la madriguera y al día siguiente me despedí de los chicos en la estación, era raro estar allí solo para despedirse, iba a echar de menos Hogwarts. Pero lo que mas me motivaba es que en unos días comenzaba mi entrenamiento de auror.
Pasaban los meses, mi adiestramiento como auror era duro, pero me encantaba. Cuando no estaba entrenándome, pasaba el mayor tiempo posible con George. Remus venia de vez en cuando a casa para seguir practicando con mi don, aunque ya lo controlaba perfectamente. A si, nos habíamos mudado, papa compro una casita en el campo, cerca de la de los Weasley. Hermione me mantenía informada sobre todo lo que pasaba en la escuela, estaba un poco triste porque Ron había empezado a salir con una chica y desde eso no se hablaban.
La nochebuena la pasamos en la madriguera, también estuvieron Remus y Tonks. La que no vino fue Hermione, como no se hablaba con Ron prefirió pasar las navidades en su casa. Ya habíamos cenado y estaba con los gemelos en su antigua habitación. Estábamos hablando cuando una luz ilumino el jardín, nos asomamos y no era luz, era fuego. Bajamos corriendo, estaban todos fuera. Había sido un ataque de los mortifagos, Harry, Ginny, Sirius y Arthur habían salido corriendo tras ellos y estábamos fuera esperando que volvieran. Justo en ese momento, dos sombras surcaron el cielo y prendieron fuego a la casa. Mis padres, Remus y Tonks ayudaron a los Weasley a apagar el fuego y arreglar la casa. Papa les ofreció quedarse en la nuestra si lo necesitaban, pero no quisieron.
Después de lo que paso en navidad, estaban todos mucho mas nerviosos. En el ministerio hacían mas salidas en busca de mortifagos, yo acompañe a Kingsley a mas de una. Creo que Bill y Fleur anunciaron que se casarían en verano para mantener a Molly ocupada, era la que mas preocupada estaba, y no la culpo. Tiene 7 hijos y quiere protegerlos a todos.
Una tarde cuando estábamos en casa, llamaron a la Orden para ir al castillo. Fuimos los tres, allí estaban varios más de la Orden, la escuela se había llenado de mortifagos, y estábamos luchando contra ellos. Justo cuando me acababa de librar de un mortifago, crucé la esquina y vi a Greyback encima de Bill, estaba a punto de matarlo, eso o convertirlo en hombre lobo. Le lance un hechizo que hizo que saliera volando.
- Bill ¿Cómo estás? – pregunte acercándome a él, que estaba en el suelo
- Ahora bien, gracias me has salvado la vida – dijo levantándose como pudo
- Sera mejor que te llevé a la enfermería – dije ayudándole – tienes varias heridas, puede ser grave
- Está bien, vamos – le ayude a caminar ya que tenia un arañazo en la pierna y otro en la cara – ¿estoy muy feo? - bromeo
- Estas tan guapo como siempre – le dije
- Si no supiera que estas enamoradísima de mi hermano pensaría que estas ligando conmigo – bromeo otra vez, me alegre porque significaba que lo estaba llevando bien
- No seas tonto, anda camina – dije riendo
Cuando llegamos a la enfermería Madame Pomfrey se puso enseguida con él, yo me encargue de enviarle un aviso a Arthur y Molly. Rato después empezaron a aparecer por la puerta los miembros de la orden, cuando vi a mis padres me lancé a abrazarles. Seguidos aparecieron el señor y la señora Weasley que fueron directos a su hijo, detrás iban los gemelos. George vino directo a mí, se le veía preocupado.
- ¿Estas bien? – me pregunto abrazándome
- Si, tranquilo – dije, pero nos mantuvimos abrazados
- Bill ¿Cómo te encuentras? – pregunto Arthur a su hijo
- Vivo – dijo Bill ganándose una mirada de enfado por parte de su madre
- No digas esas cosas, podría haberte pasado algo peor – le dijo su madre
- Y tanto, si no fuera por Sky estaría muerto – dijo el, y todos me miraron, yo no sabía que decir
- Gracias Sky, has salvado a mi hijo – se acerco y me abrazo al borde del llanto, no dije nada simplemente le devolví el abrazo que sabía que necesitaba.
Al poco llegaron Harry, Ginny, Hermione y Ron. Nos contaron todo lo que había pasado. Dumbledore había muerto, Snape lo había matado. Al poco apareció Fleur muy preocupada. Tuvo una discusión con la señora Weasley porque pretendía cancelar la boda porque ahora Bill tenía la cara marcada, pero Fleur seguía queriendo casarse, estaba enamorada de Bill y creo que eso hizo que la señora Weasley se suavizara un poco con ella. Finalmente decidieron que al día siguiente se haría el entierro de Dumbledore, aquí, en el colegio.
El entierro de Dumbledore fue algo triste, acudió mucha gente y muchos estaban llorando. Fue duro para todos, Harry rompió con Ginny para protegerla y no fue fácil para ninguno, lo estábamos pasando mal.